En una nueva edición de “Charlas de Café”, organizada por la Fundación Salud, Deporte y Educación (FuSaDE), el presidente de la ONG, Matías Barreiro, entrevistó a Carlos Borrello, director técnico de la Selección Argentina de Fútbol Femenino.
Durante el encuentro vía Zoom, que se podrá disfrutar próximamente en el canal de Youtube de FuSaDE, se trataron varios temas vinculados al crecimiento de esta disciplina, algo que ocupa desde hace muchos años a Borrello, que comenzó su profesión en 1994 y se vinculo por primera vez al seleccionado hace veintitrés años, cuando recibió el título de asistente técnico.
Le siguieron décadas de lucha: ayudó en la clasificación al primer Mundial Femenino de la FIFA en 2003, fue técnico del “dream team” que consiguió el primer título en la Copa América de 2006; dirigió al equipo en los Jugos Olímpicos de Pekín 2008 y fue de los primeros en plantear en AFA la necesidad de profesionalizar a la selección femenina.
“Nos inspira escuchar al técnico de la selección femenina y saber que compartimos la misma mirada sobre la importancia de la formación y la educación. Borrello es un ejemplo de humildad y trabajo”, sostuvo Barreiro, que sabe que tras doce años sin que el conjunto nacional clasificara a la Copa del Mundo, Borrello lo consiguió en 2019, luego de dos años en el rol de entrenador.
En búsqueda de un futuro prometedor para el fútbol femenino en la Argentina, Carlos asegura: “Si hablamos de Sudamérica, estamos por debajo de Brasil y armamos un trío con Chile y con Colombia; a nivel mundial, todavía estamos a una distancia considerable. Nos falta mucho, el fútbol femenino tuvo muchas idas y vuelta en el país”.
–Tuviste buenos años entre el 2006 y el 2008 con la selección.
–Sí, fue un momento muy importante. Había que aprovechar ese momento porque habíamos obtenido un logro muy importante con la Copa América. Pero no fue suficiente. Estoy tranquilo porque hice todo lo humanamente posible para resguardar a veinte jugadoras de elite e incentivarlas con un sueldo. Pero no hubo caso, se perdió una generación de jugadoras muy valiosas. Después, vino el parate. Lo que puedo decir hoy es que la dirigencia nueva aporta. Y a esta altura de mi vida, no lo digo por compromiso ni para quedar bien con nadie. Uno de los deseos que teníamos era que las jugadoras puedan, medianamente, vivir del fútbol, que los partidos de fecha FIFA se puedan hacer y no ir de una a los torneos. Todo eso se empezó a dar, vamos por el camino correcto. Ahora iniciamos con la competencia FIFA pero nos falta crecer en materia de formación. Cuando arranquemos con eso como corresponde, vamos a obtener los resultados. Mientras no armamos a las jugadoras desde chicas y de manera integral, no lo lograremos. Me refiero a conceptos técnicos, tácticos y de conducta, algo que los varones que arrancan a temprana edad y en selección ya tienen incorporado. Me parece que eso está faltando. El proyecto está presentado en AFA, está en etapa de iniciación. Hoy estamos acotados. Siempre digo que hay que poner los pies sobre la tierra y aunque queramos salir campeones del mundo queda bastante camino por recorrer.
“Siempre es interesante escuchar cómo se trabaja en lo más alto del deporte, con qué valores y cómo se piensa en la formación de las jugadoras, que tendrán la responsabilidad de representar al país en el mundo” (Matías Barreiro, presidente de FuSaDE)
–¿Qué se necesitaría para poder formar a las jugadoras como corresponde?
–Lo ideal sería que cuando llegan a los quince o dieciséis sepan de que trata el tema. Muchas veces se trae a chicas del interior y cuando se les empieza a hablar con términos futbolísticos, no saben de qué les estás hablando. No queremos que sólo sepan patear la pelota. Es clave educara a las jugadoras y que tengan roce futbolístico. Después de haber viajado tanto y haberme codeado con tantos entrenadores extranjeros descubrí que en países como Reino Unido, tienen quince o veinte partidos internacionales por año, como mínimo. Eso hace que las chicas, desde chicas, vayan estando entrenadas en el tema. Nos sirvió mucho que antes del mundial hiciéramos una gira en Australia y dos en Estados Unidos. Fue necesario que las jugadoras sepan de qué se trata ir a un mundial, entrar a una cancha llena, entender los manejos de los minutos previos y manejar el nerviosísimo. Algo sirvió para descontracturar un poco. Hay un momento que la jugadora se siente atada por tanta presión jamás vivida. A una jugadora inexperta le juga en contra entrar a un estadio con cincuenta mil personas gritando y lo tienen que vivir antes para poder superarlo. No es porque lo leí, es porque lo sufrí en carne propia, desde el lado de afuera de la raya. Creo que la iniciación y la competencia tienen que ir de la mano. En una década, o menos, creo que la Selección Argentina de Fútbol Femenina puede pretensiones más altas. Jugadoras hay pero tenemos que prepararlas.
–¿Hay cambios importantes en esta gestión de AFA?
–Todas las vivencias que yo tuve trato de transmitirlas para que el fútbol femenino crezca. ¡Que más quiero yo que Argentina juegue una final del mundo! Ojalá se dé más adelante, ese es mi anhelo. Todos los flancos que se puedan cubrir están hablados con quien corresponde. Estoy muy tranquilo porque tenemos un presidente que escucha. Eso me entusiasma y motiva. Si no tuviésemos el presidente que tenemos, no estaríamos donde estamos. Tapia quiere al fútbol femenino y no solo de palabra. Se apoya con hechos. Este año teníamos todo el año programado para jugar diez partidos internacionales.
–¿Cómo se hace para trabajar con jugadoras que vienen de clubes sin infraestructura?
–En Selección no tenemos mucho tiempo de trabajo. Por eso pienso que es muy importante que todos los clubes trabajen a nivel profesional: que entrenen cinco veces por semana, más la competencia. Eso sumaría muchísimo a nivel selección. Hay equipos que entrenan tres veces por semana porque no tienen disponibilidad o ni siquiera lo hacen en campo de juego, lo hacen en una plaza. También, no caben dudas, que hay que darles una motivación a las jugadoras. Comprendo a los clubes, algunos están complicados económicamente, pero se mejoró bastante. Yo charlo con técnicos de distintas categorías y estamos trabajando juntos. A partir del 8 de agosto vamos a tener una devolución sobre cómo entrenan, de dónde sacan las jugadoras, la logística, el campo de juego, los elementos de trabajo y cómo está la parte humana. Estamos haciendo un análisis exhaustivo. A mí me gusta ir a los entrenamientos de todos los clubes, el año pasado fue vertiginoso por los compromisos pero la idea era que este año se hiciera eso. Una cosa que había implementado era que nosotros vayamos cuatro o cinco días a entrenar a distintos lugares del país. Teníamos una fecha en Córdoba con treinta jugadoras y lo mismo en Rosario. Pasó lo que pasó pero hay proyectos para hacer que el fútbol femenino crezca.
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