Entre los beneficios del trabajo remoto, surgía la integración que permitía con la vida personal, el famoso “work- balance”. Y, aunque esta situación tiene muchos condimentos extra, que esperamos, no vuelvan a repetirse, si nos encontramos entre el 27 y un 29% de los privilegiados que puede seguir trabajando desde sus hogares según CIPPEC, nos preguntamos ¿el trabajo remoto permite un balance o integra nuestra vida personal y laboral generando un nuevo tipo de stress?
No es nuevo el término “burnout” para hacer referencia al estrés laboral conformado por un estado de agotamiento emocional y mental. Mientras tanto, ya observamos un alza de hasta un 5% respecto de años anteriores. Entre sus consecuencias más comunes trastornos de sueño, bajas de productividad hasta cuadros más graves con patologías psicológicas y médicas.
Surgen cuestionamientos acerca de cuál es la mejor manera de llevar adelante nuestras tareas laborales, y claro está que, a prueba y error, estamos aprendiendo. ¿Deberíamos tener más tiempo libre?, aunque si en teoría, por ese ahorro de tiempos de viaje por lo menos, esto no es algo que siente el común de la población. La realidad es que no estamos trabajando desde casa, sino en confinamiento desde una situación única en la que conviven todas nuestras realidades. El trabajar desde casa sin confinamiento y pandemia, claramente, sería diferente.
Mientras tanto, ese tiempo de traslado que hoy no tenemos, ¿en que lo estamos utilizando? A la gran mayoría le cuesta relajarse luego de trabajar, no puede cortar sus actividades, y se encuentran en un cansancio que no le permita hacer otras actividades post horario laboral.
Por lo pronto, para poder hacer más llevadera nuestra jornada, los especialistas nos aconsejan: delimitar los espacios, utilizar la agenda para organizar actividades, establecer prioridades, y apoyarse en espacios de transición para delimitar nuestra jornada.
Delimitar los espacios
No tiene que ver con tener una habitación destinada exclusivamente a nuestras actividades laborales, sino poder limitarlos en cuanto a tareas. Aunque contemos con un único ambiente, es importante que la computadora o nuestros elementos de trabajo puedan ser guardados por ejemplo a la hora de almorzar o realizar otras tareas.
Tiempos
No solo utilizar la agenda para las reuniones laborales, sino además para realizar pausas activas, almorzar o realizar tareas post trabajo. Organizar a conciencia nuestros días, nos ayudará, no solo a un mayor aprovechamiento del tiempo, sino además nos permitirá enfocarnos en las tareas que realizamos de un modo más efectivo.
Prioridades
El famoso separar lo importante de lo urgente es crucial para organizar nuestro horario de trabajo. Muchas personas no pueden “dejar para mañana” lo que desemboca en tiempos extras y un agotamiento físico y mental.
Espacios de transición
No implica necesariamente una acción en particular, puede ser el “guardar” nuestros elementos de trabajo, o simplemente un espacio de silencio. Lo importante es concientizarlo y darle un lugar importante en nuestro día.
Si bien podemos aplicar estos y otros tantos consejos acerca del trabajo en confinamiento, no por eso desaparecerá el stress que de por si provoca esta situación inédita.
Nos preguntamos entonces ¿es esa integración que tanto añorábamos lo que queríamos?, o nos dimos cuenta de que en realidad necesitamos que esos espacios se encuentren delimitados, no solo en espacios sino en tiempos, y no solo mentales sino reales. Ya sea en nuestros espacios de trabajo o simplemente yendo de un lugar a otro.
¿Será el trabajo remoto una integración o un balance con nuestras vidas? El día después ¿Erigiremos volver a las oficinas o este será un esquema que llego para quedarse?
Por lo pronto esperamos poder contar con herramientas que nos permitan este ejercicio y, en este sentido, el apoyo de las organizaciones resulta clave. Claro está que el trabajo es protagonista en nuestras vidas y esto no cambiara. Así, debemos pensar que tal vez esa integración que tanto buscábamos hoy, con estas reglas del juego, deben redefinirse para acompañarnos en esta transición, buscando un nuevo equilibrio hacia la famosa “nueva normalidad”.
LinkedIn Ayelen Kalenok