10 preguntas en tiempos de coronavirus: hoy Marina Calabró

Por Leandro Rud (@leandromrud)

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1.¿Cómo es tu vida en tiempos de coronavirus?

La vida en época de coronavirus es rara sobre todo porque no estoy con mi hija. Hizo la primera mitad de la cuarentena con Iliana y la segunda con su papá, porque estoy trabajando y por un lado, expuesta. No la quiero exponer a ella y por otro lado porque que ella esté en casa significa que este sola desde las 9 y media de la mañana hasta las 6 y media de la tarde, que yo vuelvo. Como estoy sin ayuda, sin niñera, sin nadie en casa y tiene 10 años. Entonces, eso es lo más duro de la cuarentena.

2.¿Cómo te cambio el trabajo?

El trabajo cambio en cuanto a que uno toma todos los cuidados del caso: la distancia social, el lavado de manos, el alcohol en gel, el barbijo, ahora en la radio que todos tenemos nuestro capuchón para el micrófono que llevamos y traemos de casa, trabajamos con equipo reducido. Hay un equipo muy chiquito que labura con Lanata en su casa y el equipo que estamos en la radio que somos Diego Leuco, Martín Tetaz, Rolando Barbano y yo; esperando a la negrita Verón que también, por estas razones de necesidad de distancia social, no está viniendo. Así que cambió en eso, en “Confrontados” hay rotación de panelistas. Carlos Monti, porque tiene más de 60 está en la casa, y sale en view. Nos adaptamos también en no tener invitados en piso, nos manejamos con Skype o Live view, con entrevistas a la distancia y no con el tradicional método del camarógrafo y el productor que van a tu casa, eso no existe más. Creo que cambio todo, cambio la manera de hacer radio, cambio la televisión, pero somos privilegiados en que seguimos laburando en este contexto que es lo que un montón de gente reclama: la imposibilidad de facturar y por ende, pagar cuentas, comer en algunos casos. En ese sentido, uno valora que podemos seguir laburando con los cuidados del caso.

3.¿Pensás que el mundo reaccionó tarde?

Me parece que hubo de todo. Hay países que reaccionaron tarde, como Italia, probablemente España, Estados Unidos, Brasil, que no termina de reaccionar y otros como Argentina, que aprovecharon los errores ajenos para tomar ventaja de tiempo, que es clave en una pandemia como esta. Hubo de todo y cada país esta pagando el precio de las decisiones tomadas por sus líderes, “pagando el precio” o en algún punto, beneficiándose de las consecuencias, pero también es difícil actuar en una situación absolutamente atípica, fuera de todo contexto y que es inédita en la historia.

4.¿Cómo es la relación con tu hija en época de Pandemia?

Mi relación con mi hija también cambio porque ahora es virtual, es un poco a la distancia. Estamos todo el día conectadas por Whatsapp, a la noche hacemos videollamada, una vez al día por lo menos y estamos cerca. Trato de mandarle cositas a través de correos para que me sienta presente y uno se acostumbra a casi todo en esta pandemia, pero a lo que no me acostumbro es a no poder abrazarla. Eso es lo más doloroso, es cierto que cambia el modo pero, el vínculo y la cercanía están intactos. Es cercanía a la distancia, pero quizá más cercanía que nunca.

5.¿Cómo ves a la Argentina en los próximos seis meses?

Ojalá la vea recordando este momento de cuarentena como algo que nos pasó en el 2020. Ojalá que para dentro de seis meses ya la cuarentena sea historia, ojalá. Pero creo que más allá de eso, nos va a costar recuperarnos económicamente. Ha sido hasta acá, un año de destrucción de riqueza; el 2020 va a estar signado por la destrucción de riqueza: a nivel país y también posibilidades de ingreso a nivel empresas y a nivel personal. Me parece que va a ser un año, lamentablemente, muy cuesta arriba; ya venía complicado porque todos los pronósticos coincidían en que no iba a ser un año fácil, ni en inflación, ni en estabilidad cambiaria, ni en materia económica; los peores pronósticos quedaron, claramente, cortos. Con expectativa de que venga la buena en algún momento y que esto se de vuelta. Creo que este año lo vamos a recordar porque, seguramente, no estará en los mejores en ninguno de los sentidos: ni en el sentido personal, ni de la posibilidad de refugiarnos en los afectos, ni en el sentido material, económico. Creo que va a ser un año para el olvido, pero de gran aprendizaje. Ojalá seamos inteligentes para capitalizar las enseñanzas que esto, seguramente, nos va a dejar.

6.Lo peor que va a dejar el coronavirus, ¿es la desocupación a nivel mundial?

Creo que lo peor que va a dejar todo el correlato de la destrucción de riquezas y claramente, el desempleo, el hambre, la exclusión va a profundizar problemas estructurales en los países y además, va a crear algunos nuevos. Estoy muy preocupada pero también entiendo que, en una primera instancia, hubo que priorizar las cuestiones vinculadas a lo epidemiológico y que ya vendrá el tiempo de ajustar la sintonía fina para que no sea una dicotomía o una cuestión de términos excluyentes esto de salud vs economía. Me parece que el desafío de la etapa en la que entramos es, justamente, encontrar ese equilibrio para que todo el esfuerzo hecho con los largos días de cuarentena no se pierda con la apertura. Por otra parte, que la economía empiece a moverse para que después no tengamos que lidiar o lidiemos lo menos posible con los efectos secundarios económicos de habernos encerrado, cerrado. Fue necesario, pero, claramente, no va a ser gratis; me parece que se viene eso: encontrar el delicado equilibrio entre la salud y la economía.

7.¿Cómo es la comunicación con tu madre hoy?

La relación con Coca es fluida, es diaria, por Whatsapp. Ella no es mucho del Facetime y la videollamada, pero si estamos todo el día cerca, obviamente Iliana me tiene prohibido pasar por la vereda porque es grupo de riesgo y yo estoy expuesta. Extraño un montón nuestras cenas de los viernes y nuestros vernos religiosamente todos los fines de semana, pero ya volverá. Coca se la está bancando bien, yo tenia miedo porque es muy salidora, muy inquieta; dije “o va a violar la cuarentena o se me deprime” y la verdad que ninguna de las dos cosas. Esta haciendo muy bien los deberes y está manteniendo el ánimo alto, eso también me tiene contenta.

8.¿Qué pensás de lo que dijo Bill Gates que en los próximos 10 años va a haber más pandemias?

La verdad es que prefiero que hablen de eso los especialistas. Si lo analizo desde el sentido común, esto que parecía una suerte de profecía de ciencia ficción termino siendo real, con lo cual ¿Por qué no pensar que pueden haber otras detrás de esta pandemia? Como ya ha habido, salvando todos los niveles de escalas que han sido pandémicas, antes. Prefiero ni pensarlo porque me parece que es solo para sumar angustia; en este contexto de sobrellevar el mientras tanto de la mejor manera y ver el horizonte, prefiero no enroscarme con el pensamiento negativo, de los que creen que esto será definitivo, de que la vida tal y como la conocíamos antes de la pandemia, no existirá más. No quiero ni pensarlo, no lo sé, no lo sabe nadie y ojalá que, si se redefine, sea para mejor.

9.¿Te planteaste cambiar muchas cosas después del Coronavirus?

Me planteo valorar más las pequeñas cosas. Antes uno iba al shopping y decía “bueno voy a pasear un rato al shopping o a comer afuera, o a un cine, a un teatro, una escapadita un fin de semana”, o esperas todo un año para tomarte unas vacaciones y no digo que lo naturalizas, pero lo vivís como algo normal y me parece que todo eso, después de esto, lo vamos a valorar el doble o el triple. Uno valora estas cosas cuando las pierde. Te lo planteo al revés, ojalá que dentro de poco esto sea historia y nos olvidemos tanto de todo esto que sufrimos que nada cambie demasiado. Si todo cambia mucho es porque, realmente fue demasiado traumático.

10.¿Qué enseñanzas de tejó tu padre, quien fue una gran persona y un número uno en su trabajo?

Pensé mucho en mi viejo en estos días, en lo mal que la estaría pasando porque él tenía una depresión, como patología de base, que manejo durante muchos años con ayuda profesional y con medicación. Era una persona con mucho altibajo emocional y además, era muy salidor; a él lo rescataba mucho el tener vida social, comer con amigos, salir. Era de pasear por el barrio, iba a pagar las cuentas como excusa para salir, la llevaba a mi mamá en auto al supermercado a una cuadra como excusa para salir. Era salidor y creo que la estaría pasando horrible y estaría asustadísimo porque además era bastante hipocondriaco, creo que, en un punto, mejor que no vio esto. Me enseño a que lo único que vale, lo único que importa es la familia, los afectos, lo que no se paga con dinero; esa es la enseñanza más profunda que me dejo y que, cuando te falta salud, todo lo demás es nada. Él lo tenía claro, era muy sabio. Después nos inculco la cultura del trabajo, el respeto por el prójimo, el respeto por el público; hoy por hoy, lo que rescato es que el siempre supo que lo que más importa es lo que no se compra con dinero y ahora lo vemos tangible. Esto que nos pasa, si bien uno puede tomar más recaudos si hay materiales, si hay insumos, si hay con que solventarlo, claramente no se soluciona con dinero o solo con dinero. Me enseñó a valorizar lo que no se compra, eso queda para toda la vida.

@marinacalabro_ok

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