El trágico final y la increíble vida de Harry Houdini, el mago del escapismo

Harry Houdini, el escapista más grande de todos los tiempos

Su figura, misticismo y fama convirtieron a Harry Houdini en el mayor mago de toda la historia. Su celebridad, su nombre y sus hazañas son todavía recordadas aunque ya no quede nadie vivo que las viera en directo. Houdini era un ilusionista de gran talento que supo combinar su imagen con esa mística y misterio que debe rodear a un buen mago. Por eso, sus trucos escapando de depósitos de agua mientras estaba atado con cadenas y colgado por los pies o huyendo de una camisa de fuerza de Scotland Yard son todavía recordados, admirados y copiados por expertos de todo el mundo.

Harry Houdini fue en realidad un emigrante húngaro llamado Erik Weisz que cambió su nombre al de Erich Weiss cuando llegó al nuevo mundo a finales del siglo XIX. Tras los primeros años en Estados Unidos, Houdini demuestra pronto su amor por la magia, de ahí que adquiera su nombre del considerado como padre de la magia moderna, el francés Jean Eugène Robert-Houdin.

Houdini comienza con trucos de mago chistoso y juegos de cartas en sus inicios en la magia. Pronto, empieza con el escapismo, técnica para la que tenía un gran talento, y lo demostró rápidamente con trucos como la metamorfosis, que consistía en el ilusionista dentro de un saco e introducido en un baúl cerrado con candados y con un ayudante sobre él. El baúl se tapaba con una cortina y, al abrirla, era Houdini quien estaba sobre el baúl y el ayudante dentro de él.

El mago Houdini supo entender la magia como espectáculo, de ahí que lograse tanto éxito. Además, fue un gran estudioso, por lo que consiguió una enorme colección de materiales especializados. El éxito de sus números lo llevó a Broadway y a ser conocido a nivel mundial con trucos en los que hacía desaparecer un elefante. Con todos sus triunfos, alcanzó una considerable fortuna que le permitió disfrutar de algunas de sus grandes aficiones, como la aviación. Fue la primera persona en volar sobre Australia en 1910.

La historia de Harry Houdini ha sido contada y trasladada a diversos medios durante muchos años. Tanto su éxito como su triste final, cuando aceptó el reto de unos estudiantes para recibir golpes en el abdomen. Algunos de los puñetazos fueron propinados por el boxeador Gordon Whitehead. Nueve días después, murió por apendicitis agravada por los golpes recibidos. Era 1926 y tenía 52 años.