Con el furor de las redes sociales, la mayoría de los trabajos van mutando, readaptan sus servicios, contenidos y formas de comunicar. Si no queremos quedar fuera del sistema debemos adaptarnos a la nueva sociedad en la que vivimos donde la tecnología invade nuestras vidas, entra en nuestras casas y nuestros trabajos.
En diálogo con modelos profesionales se escucha la constante disconformidad que algunas de ellas no quieren tener redes sociales y hablan que hay una fuerte discriminación hacia las modelos que no las tienen, o que si poseen cuentas pero con poca cantidad de seguidores por lo cual quedan fuera de los desfiles por no tener gente fiel que siga sus pasos.
Generalmente un diseñador de modas, dueño de una marca, productor, o mejor denominado cliente, antes de convocar a una modelo para su desfile la busca en redes sociales para ponerse en tema de quién se está hablando y qué engagement (interacción) tiene con su público, es decir la llegada que tiene en la audiencia, porque ya no se contrata a una modelo que solo debe desfilar sino que ahora también debe comunicar y si no tienen las herramientas para hacerlo quedan fuera de lo que se denomina "círculo de la moda".
Hay otro inconveniente y que las modelos en actividad consultadas resaltan: la compra de seguidores en Instagram, dónde muchas personalidades ya se dieron cuenta de la importancia de tener muchos de ellos y accedieron a la compra de usuarios falsos en red, queriendo mostrar una realidad que no es. Por lo cual quien contrata a una personalidad y tiene interés en su cuenta de Instagram debe realizar un doble trabajo: no solo observar cuantos seguidores tiene sino también hacer un análisis para comprobar su fiabilidad.
Es recurrente entonces ver a blogueras o las denominadas influencers transitando las pasarelas de la moda, desplazando a las modelos de su lugar. En muchas ocasiones sucede que luego de una primera contratación los diseñadores vuelven a elegir a las modelos profesionales porque esta nueva camada de chicas conectadas a la red no llevan sus diseños con la misma naturalidad y elegancia que las maniquíes con las que solían trabajar. Pero hay otros casos donde prefieren la visibilidad en las redes que alguien que pueda lucir sus diseños de manera adecuada.
Para saber qué piensan las modelos con respecto a este tema consultamos algunas de las referentes de la alta costura de nuestro país que suelen ser las más afectadas porque son las menos mediáticas.
Coni Mosqueira, la nueva chica de moda
"Hoy en día vas a un casting y ya no te piden mas el book. Te piden el Instagram. Las marcas evalúan mucho los seguidores que tenes y hasta a veces prefieren contratar una chica influencer a una modelo. Yo lo uso mucho como herramienta de trabajo, subiendo campañas, desfiles, backstage, mis looks, entrenamientos y lo que realizo en mi vida diaria siempre relacionado con mi trabajo. Sin distorsionar la realidad. Por eso no estoy de acuerdo en las chicas que se photoshopean o muestran una realidad que no es. Muchas veces seguís a alguien, y cuando la ves en persona es otra. Creo que uno tiene que ser transparente, sincero y mostrarse tal cual es, más cuando te sigue mucha gente o sos influencer".
@coni_mosqueira
Yesica Toscanini, la argentina tapa de Sport Illustrated
"La moda cambió, las redes convirtieron las 'campañas' en fotos de un día para Instagram… las modelos en influencers. En mi caso particular, no me afectó este cambio, ya que sigo trabajando con marcas que prefieren la trayectoria o el prestigio. Pero generalmente hoy se tienen más en cuenta los followers que si sos buena posando o lucís muy bien el producto. Lamentablemente, es notorio cuántas cuentas compran seguidores o likes, y llegamos a un punto en el que el trabajo en la moda, depende más de que estés al tanto de 'trampitas' que de un talento real".
@yesicatoscanini
Carina Monteleone, finalista súper M 2002
"El ingreso de las redes sociales a nuestras vidas ha cambiado radicalmente absolutamente todo. Tanto de formas positivas como negativas, como todo cambio. Puntualmente en nuestro trabajo de modelos y de comunicadoras, sea con la palabra o con nuestra imagen, creo que ha sido un cambio profundo. Hay que aggiornarse y adaptarse a las nuevas formas y por sobre todo a las nuevas necesidades que encuentran nuestros clientes. Ya no sólo se fijan en 'cómo podemos lucir la ropa o producto' en particular, sino, qué contenido le podemos sumar. Se busca que la modelo/ influencer, sea una fiel embajadora de ese estilo y de esa 'forma de ser, o vivir'. Que nuestra comunidad (seguidores), sean aquellos que están ávidos de conocer y probar eso que tiene el cliente para ofrecer. Si bien en un principio a lo que le daban más importancia era a la cantidad de seguidores, creo las marcas ya comenzaron a virar a la 'calidad' de los mismos y no la cantidad. De hecho como se sabe, los seguidores pueden comprarse y debido a esto lo que se busca es la interacción, la llegada directa a esa persona que es el potencial consumidor y no que sólo se 'vea' el contenido y pase de largo. Como todo, hay que estar en constante aprendizaje y movimiento, para acompañar estos cambios, y seguir siendo funcional a nuestros clientes, y también, a nuestros seguidores".
@carinamonteleone
Priscila Prete, la que no dejo una pasarela de Alta Costura sin pisar
"Yo arranqué a trabajar de modelo a los 14 años de edad, claramente hace 17 años todo era muy diferente, mi trabajo era llegar hacer las fotos o el desfile y ya. Hoy en día todo ha cambiado mucho, hay que contar a través de las redes sociales lo que estamos haciendo, sacarnos nuestras propias fotos para subirlas, saber retocarlas y auto vendernos. Cuando antes nuestra agencia de modelos se encargaba de eso. Comprendo que los tiempos cambian y hay que actualizarse y la chica que esta en su casa se sienta más a fin con una instagramer o bloguera que con una chica que mide 1,80 de altura. Con esto no quiero decir que estoy en contra de ellos, es más consumo mucho ese tipo de chicas porque me divierten y me encanta que hablen de moda o alimentación. Pero de ahí a que hagan campañas y desfiles me parece demasiado. Hoy en día importa más cuántos seguidores tenes que tan bien lucís la ropa. Total hoy con el photoshop todo se arregla. Ojalá volvamos a nuestras raíces, a lo natural".
@priscilaprete
Ailen Siboldi, la más requerida por los diseñadores
"Instagram es el nuevo book de una modelo. El tema es que hoy en día cualquiera se denomina modelo, pero no sólo pasa en el mundo del modelaje, también en el de los fotógrafos y otras profesiones. Es una herramienta muy importante de trabajo pero hay que saberla manejar y cuidar. A veces cuando vamos a un casting te preguntan y anotan el usuario de Instagram. Creo que va por el lado de ver qué cantidad de seguidores tenemos pero también cómo nos mostramos en las redes sociales y si realmente damos con el perfil de su marca o producto. Cuando comencé a trabajar como modelo, hace 15 años, no existían las redes sociales y llegábamos a los casting con un álbum de fotos que pesaba más de 2 kg para que el cliente vea todos nuestros trabajos. Hoy eso ya no existe, tenemos nuestras fotos en el celular o directamente le mostramos Instagram. Muchas personas se autodenominan influencer porque tienen muchos seguidores o me gusta, pero la mayoría los compraron y eso hace que sea una mentira… además de que no son influencer por que no influyen nada. Algunas marcas y diseñadores a veces deciden contratar a 'influencers' para las presentaciones de sus colecciones o productos y las modelos quedamos un poco de lado".
@ailensiboldi
* Por Rocío Vivas
@rociovivas