Todos sabemos que los antiguos romanos eran hábiles ingenieros, grandes arquitectos… e incluso modistas. En el Imperio, el calzado se utilizaba como un símbolo de estatus, además de dar un plus de protección. Y, con la reputación que tiene hoy en día el país italiano con la calidad de sus zapatos, no es de extrañar que esta tradición llegue de la Antigua Roma.
Y una buena muestra de ello es este zapato expuesto en la zona alemana de Saalburg. El territorio, de pasado romano, está ubicado en la cresta de la cordillera del Taunus y era una parte de la fortificación fronteriza del imperio. Siendo complicada de escalarla, el fuerte y su aldea circundante fue el hogar de alrededor de 2.000 personas en su apogeo. Fue construido en el año 90 d.C., y se mantuvo útil hasta alrededor del 260 d.C., cuando una crisis política y económica hizo que dejara de ser útil.
Desde el año 2005, Saalburg ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ya que su museo exhibe objetos encontrados por la zona. Incluso un zapato de 2.000 años de antigüedad y que fue encontrado en un pozo. Como la mayoría de varios calzados romanos antiguos, tiene una parte superior de cuero y una suela clavada. Con frecuencia, los zapatos se modelaban con una suela pesada con muchas áreas abiertas.
Para las mujeres, a menudo se agregaban bordados decorativos y varios patrones. No solo se demostraba la destreza del fabricante, sino que también mostraban la riqueza y el estado de las mujeres que los llevaban. Los zapatos de suela grande solían usarse en el exterior, mientras que las sandalias más ligeras se usaban en el interior.