Las religiones antiguas utilizaron una forma con siete círculos para crear lo que ellos llamaron la "semilla de la vida". Cuando se multiplica y es extrapolado, actúa como un componente básico del diseño de la flor de la vida. La flor de la vida ha sido considerada como un modelo del Universo, que contiene la base para el diseño de cada átomo, la estructura molecular, las formas de vida, y todo lo que existe. Para muchos, la flor de la vida es un objeto de misterio que bien puede desbloquear los secretos del universo, ya que creen que contiene un registro de información sobre todos los seres vivos.
Por lo tanto, la flor de la vida es sin duda uno de los más poderosos símbolos antiguos de todos los que se encuentran en todo el mundo. El número 7 es un número místico del Universo, uno de los números más sagrados y juega un papel importante en la geometría sagrada. La semilla de la vida se forma a partir de siete círculos siendo colocados con simetría séxtuple, formando un patrón de círculos y lentes. Su creación es simple, pero los significados ocultos dentro de ella son complejos. Al igual que la flor de la vida, esta geometría contiene el círculo, la Vesica Piscis (símbolo hecho con dos círculos del mismo radio que se intersectan de manera que el centro de cada círculo está en la circunferencia del otro), y los puntos del hexágono o estrella de seis puntas.
El antiguo símbolo de la semilla de la vida se cree que representa la hipótesis de los siete días de la creación de la vida. El primer día se cree que es la creación de los Vesica Piscis, en el segundo día llegó la creación del trípode de la vida, seguido de una esfera agregada para cada día posterior hasta que las siete esferas construyeron la semilla de la vida en el sexto día de la Creación. El séptimo día es el día de descanso, conocido como el "día de reposo" o "shabat". El primer vórtice se ha completado y la semilla que contiene el proyecto original del universo está completamente formado.
También se cree que la conciencia del Creador existe dentro de la esfera. De acuerdo con David Weitzman, quien tiene un amplio conocimiento en los campos de la Cábala, la geometría sagrada, la sabiduría egipcia, la tradición judía, el budismo tibetano: "En el siglo XIII, un grupo cabalista de Francia tuvo éxito, a través de la interpretación geométrica, dividió todo el alfabeto hebreo en su orden correcto usando la semilla de la vida". Hoy en día, muchos todavía usan un colgante que representa la semilla de vida y se ha mantenido como un antiguo y poderoso símbolo de gran importancia espiritual.