Por Rocío Vivas
Instagram: @rociovivas
Llega la semana del 20 de julio de cada año y como excusa del día del amigo surge la misma pregunta: ¿qué hacemos para celebrar? La ciudad se inunda de amigos que quieren levantar una copa y acá te brindamos algunas alternativas.
Por dónde comenzar, son tantas las opciones, se inundó la ciudad de bares speakeasy que son los que surgieron en Nueva York en los años 20 donde regía la Ley seca y no podía venderse alcohol, entonces se producían reuniones clandestinas que se conocían del boca en boca y se disfrutaba de unos buenos tragos con amigos en la intimidad puertas cerradas.
Un fiel reflejo a esa época es The Harrison en el barrio de Palermo para ir a comer un rico sushi que es lo que se ve en su fachada pero puedes pedir pasar a conocer la bodega y adentrarte por la puerta de un armario a descubrir la ciudad de Nueva York en 1920 con las características típicas de la época, en una representación casi idéntica, se ve reflejado en la decoración, música, la vestimenta de quienes atienden, la carta de los deliciosos y exóticos tragos es un diario de la época, anímense a conocer La Gran Manzana en esos años.
Si hablamos de la gran manzana podemos llegar al Metro de Nueva York caminando apenas algunas cuadras, en el barrio de Palermo Hollywood se encuentra Uptown, podría decirse el bar de moda. Para ingresar lo haces por medio de una estación de subway, con una representación casi exacta, luego ingresas al vagón de subte y al continuar ingresando parece te encuentras en un típico bar de Nueva York, cada detalle te asombra, desde la farmacia, la imponente barra, el Dj a lo alto en una grúa típica de la ciudad y no dejen de conocer los baños que hasta allí se pueden visualizar los típicos bancos de iglesia. Sin duda esta es una excelente opción.
Si queremos seguir el recorrido por Estados Unidos puedes ir a uno de los más nuevos; The Hole, que simula estar adentrándote a la cárcel de Alcatraz. En el barrio de Palermo si pasas por la puerta puedes seguir de largo porque es el mismo concepto de speakeasy, por fuera es una simple puerta negra pero debes ingresar a vivir la experiencia. Con una ambientación que evoca a una prisión de los años 30, entre celdas, trajes carceleros y carteles de identificación de preso es ideal para vivir una noche entre rejas.
JW Bradley es del mismo grupo de empresarios, The Hidden Group, es muy divertido ingresar, apenas un pie dentro de este bar en Palermo te recibe un maquinita que da paso a un vagón de tren que simula un viaje en el tiempo llevándote a épocas pasadas para seguir viviendo la experiencia Speakeasy en la noche porteña. Bradley era un constructor de ferrocarriles del año 1.800 que además de su pasión por los trenes era amante de la coctelera. Una vez pasado por el vagón y escuchado la historia del bar puedes entregarte a disfrutar una noche única en lo que sería una antigua estación de tren de Londres, recreada por este grupo experto en desarrollar bares y restaurantes conceptuales.
Seguimos palermitando y llegamos al tradicional, pero nuevo por aquí, Johnny B. Good. Esta cadena de bares ya contaba con un local en el barrio de Puerto Madero y este es el segundo que abre en la ciudad sumándose a los tantos que tiene repartido por todo el país. JBG, como le dicen los ya familiarizados, comenzó hace 10 años haciéndole honor con su nombre a la canción del músico estadounidense Chuck Berry. Ingresás y te encontrás con un gran salón que consta de dos pisos, el de arriba se puede disponer para celebraciones privadas. Un trago para recomendar es el Jasper, sería una versión renovada del Aperol que se sirve con naranja, este tiene: jugo de pomelo, puré de mango, almíbar y Aperol y para acompañar tus cócteles las favoritas de la casa son las hamburguesas de carne vacuna y también vegetarianas, otra opción es la carne de Angus para compartir. Abre toda la semana y dependiendo el día encontraras diferentes promociones; el martes es el día del mojito y podés elegir 2×1 en cualquiera de sus 5 variedades, los miércoles son los días del fernet 2×1 y si queres ir de After Office de 18 a 21 horas tenes 2×1 en toda la carta de lunes a domingos. Cuando tengas un grupo grande de amigos, colegas o solo gente que quiere reunirse y pasarla bien esta puede ser tu opción, ya que tiene muy buenos precios, una carta con más de 80 tragos para ofrecerte y de viernes a domingo podrás disfrutar de música en vivo.
Nos movemos al barrio de Recoleta y entre medio de caballos ingresamos a Pony Line, este bar inspirado en el Polo simula unos establos, combinando la vida del campo con el lujo del grupo hotelero Four Season. En este bar, de uno de los hoteles más exclusivos de la ciudad, se puede escuchar algún Dj en vivo, y mientras disfrutas alguno de sus tragos, como el Piletero que es el patrón de la casa, lo puedes acompañar con algunas de las delicias que hay para picar como las mini hamburguesas, empanadas de cordero o algunos nachos. Una propuesta a un disfrute infinito con elegancia pero sin dress code.
Continuando por el barrio llegamos a Quintana 420, uno de los más nuevos en la ciudad, podría decirse que es un bar para amigos, donde todos los comensales se sienten cómodos, como si estuvieran en la intimidad de su casa pero con el lujo que brinda esta nueva propuesta. Nada está librado al azar, cada detalle tiene su porqué. Todas las noches puede escucharse música en vivo, donde Saúl Sacca uno de sus creadores hace un recorrido
musical pasando por sensuales canciones árabes de sus orígenes hasta el último tema de moda. Los tragos de autor son los especiales y si querés comer algo liviano y sabroso, las pizzas con excéntricas masas son las más elegidas de la casa. Este bar brinda la opción de cerrarlo para celebraciones privadas, sin dudas un lugar muy atractivo que dará que hablar con sus historias.
A unas pocas cuadras llegamos a conocer el misterio de Viuda Negra, otro bar temático como es la moda impuesta en la ciudad. Inspirado en la vida de Sir Elliot Carbet Gebene II, Barón de Gales, un coleccionista de obras que durante toda su vida buscó la obra de la Viuda Negra y cuando la encontrara prometió que regresaría a Buenos Aires para hacer la fiesta más grande de todos los tiempos en su honor, sin embargo nunca regresó. La obra maldita está en el salón y los que llegan a este bar se sumergen en esta historia misteriosa. Te invita a vivir una experiencia que combina opciones para picar y buenos tragos de autor, como recomendado Sir Elliot que tiene: Monkey shoulder, Peat Monster, miel de rocoto y jugo de lima como dicen en la casa y no se equivocan es "esa medicina adictiva que todos deben probar". Los curiosos no van a poder dejar de mirar los cuadros con efectos especiales y los detalles de cada obra de arte. Un consejo: si tienen ganas de conocer un poco más de la historia de Sir Elliot no duden en consultarle a los mozos o bartenders.
En el mismo barrio y por si querés ir de copas conociendo nuevos lugares podes pasar por Presidente Bar con una barra muy completa donde el que más sale es el Negroni, como podía leerse en su contador al 15 de julio iban sirviendo 4.535. La distribución del salón brinda distintas opciones; un cálido patio, el sector de la barra donde algunos eligen estar de pie moviéndose al ritmo de la música o alguna de las habitaciones con sus cómodos sillones. Suele estar repleto de gente, es uno de los más concurridos, donde siempre pueden escuchar una historia de cócteles por ahí y sin dudas te quedes con sed de más y ganas de regresar porque la opción que brindan es muy completa y la carta muy variada como para volver y no quedarte con ganas de nada.
Crystal Bar es una opción en Puerto Madero, es ideal para quienes quieran contemplar la ciudad desde lo alto en el piso 32 del Alvear Icon Hotel. Para disfrutar en toda estación del año, con una linda terraza para observar la vista, o pueden ir adentro a algunos de los box o acomodarte en la barra. Ideal para acompañar tus tragos el humus con pan de pita. Y como el día del amigo es todos los días, si les quedaron pendientes algunos bares de la lista agéndenselos para ir recorriendo esta maravillosa ciudad y descubrir su encanto nocturno.