La historia del médico trastornado que robó el cadáver de una joven y convivió con él durante 7 años

En el amor siempre existe cierto punto de locura donde los flechazos, la obsesión y la paranoia son partícipes. No todas las leyendas de amor son emotivas y dulces, sino que existen otras más oscuras e inquietantes

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Conocé la perversa y loca historia Carl von Cosel, un médico trastornado que robó el cadáver de una joven a la que cuidó, amó y con el que convivió durante siete años.

Casado y con dos hijos, Carl von Cosel abandonó su Alemania natal para emigrar a Florida en 1927. Se presentó como doctor y especialista en dolencias y técnicas no testeadas, a pesar de no tener título alguno que avalara estos conocimientos.

Con su carisma pronto encontró trabajo como radiólogo en el Hospital para marines de Key West, donde empezó a ejercer también como médico durante un terrible brote de tuberculosis.

Elena Milagro de Hoyos era una bella y joven modelo cubano-americana hija de un comerciante de tabaco que vivía en Florida con sus padres y dos hermanas.

Sin embargo las enfermedades no entienden de dinero, poder o influencia y finalmente la tuberculosis llegó para visitar a la joven Elena, quien por capricho del destino acabó como paciente de Carl.

A partir de ese momento Carl von Cosel construyó una obsesión. Aunque se desvivió por ella en cuidados y atenciones, ni Elena ni su salud correspondieron los deseos de Carl y un 25 de octubre de 1931 falleció en casa de sus padres a los 22 años.

Al fracasar en el cuidado de su enamorada en vida, Carl decidió desatar su locura en la muerte. Muchos de sus delirios fueron escritos en diarios y uno de ellos fue conservar de la mejor manera posible a Elena, en cuerpo y alma.

Cada noche Carl von Cosel salía de su casa, dejando a su mujer e hijos para perfumar a Elena y dormir junto a ella. Con el paso de los años la extraña conducta del falso médico se fue haciendo evidente a ojos de toda la ciudad y los rumores no paraban de crecer.

Una noche Nana, hermana de Elena, espió a Carl en la intimidad de su escondite y horrorizada contempló el ritual de cuidado de Elena. Inmediatamente acudió a la policía y Carl von Cosel fue detenido por profanación y encarcelado a espera de juicio.

La grotesca historia de amor escandalizó al país, y el cuerpo de la joven se convirtió en una especie de macabra atracción turística, pues hasta 6.000 personas acudieron a ver sus restos durante los tres días en los que su cuerpo permaneció en la morgue.

Sorprendentemente, muchas fueron las personas que encontraron el gesto de Carl von Cosel romántico y los admiradores llevaron a su celda regalos, apoyo y consuelo. Además, pagarán la fianza de 1.000 dólares que el juez impuso a von Cosel, quien volvió a casa a espera de juicio.

Lamentablemente para Nana y el resto de la familia de Elena Hoyos, después de 7 años, el delito de profanación había prescrito y Carl quedó libre sin cargos. A pesar de ello, sus delirios continuaron y su loco amor no tuvo fin.

El día 3 de julio de 1952, este falso doctor, radiólogo y conde fue encontrado muerto en casa, abrazado a una muñeca de cera fabricada a semejanza de su bella Elena.

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