Son mucho más antiguas de lo que parecen. Se calcula que tienen por lo menos 8 mil a 10 mil años de antigüedad, y ningún proceso geológico conocido puede explicarlos.
Pero gracias a que se observaron las marcas de una especie de garras enormes en las paredes y los techos, ahora se piensa que una especie gigante ya extinta está detrás de por lo menos algunos de estos túneles misteriosos.
"Soy un geólogo, profesor, y nunca había oído hablar de nada igual", aseguró Heinrich Frank de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, en Brasil.
Los investigadores han sabido de estos túneles desde al menos la década de 1930, pero en ese entonces, se consideró que eran algún tipo de estructura arqueológica: restos de cuevas talladas por nuestros antiguos antepasados.
Pero años más tarde, aproximadamente en el 2010, un grupo de geólogos decidieron investigar el túnel, pero una vez que lo vieron con sus propios ojos, no podían pensar en ningún proceso natural que creara una estructura tan deliberada.
Actualmente hay más de mil 500 de estos túneles conocidos, los cuales se han encontrado solo en el sur y sureste de Brasil, y parece haber dos tipos diferentes: los más pequeños, que alcanzan hasta 1.5 metros de diámetro; y los más grandes, que pueden alcanzar dimensiones de hasta 2 metros de altura y 4 metros de ancho.
Basados en el tamaño de las estructuras y las marcas de las garras que descubrieron en sus paredes, los investigadores confían ahora en que han encontrado las madrigueras de una megafauna extinta y han señalado que los posibles responsables serían una especia de perezosos y armadillos gigantes