El complejo arte de crear música evoluciona, ya no son suficientes los instrumentos que todos conocemos, necesitamos más, necesitamos nuevos sonidos y experiencias que nos permitan expresar ideas, sentimientos y todo aquello que tenemos en la cabeza, y aquí las melodías que armamos por medio de instrumentos son el medio ideal para llegar a una buena cantidad de personas.
Pero lo que hace el músico sueco Martin Molin es fuera de este mundo, ya que él mismo ha creado un instrumento que se basa en ingenio y experimentación, logrando algo realmente alucinante; inspirado en instrumentos esotéricos como el Glockenspiel, Traktofon o el Theremin, nos presenta su invención, una monstruosa máquina orquesta impulsada por 2000 canicas de acero.
El Wintergatan Marble Machine, o simplemente Wintergatan empezó como un proyecto que según Molin le llevaría dos meses concluir, pero al final fueron poco más de 14 meses, donde el resultado es una cosa maravillosa que aprovecha el uso de varios instrumentos y mecanismos, como el vibráfono, bajo, bombo, platillos y otros instrumentos colocados dentro de esta caja de música, la cual es operada por una manivela que activa un complejo circuito de 2000 esferas de acero.
Todos los instrumentos son programables gracias a piezas de Lego colocadas en una banda de 32 barras, para tener así el bucle de una melodía. Parte su complejidad llega gracias al circuito donde recorren las canicas hasta activar cierto instrumento, las cuales se mueven por medio de embudos, poleas y tubos.
La primera versión de esta máquina fue creada gracias a una impresora 3D, pero Molin quiso enfrentarse al reto de hacerla en tamaño real, por lo que cada una de sus piezas, 3000 en total, fueron diseñadas y fabricadas a mano, donde el proceso de montaje fue lo que requirió más tiempo, ya que fue surgiendo la necesidad de hacer nuevas piezas sobre la marcha.