Los cadáveres del monte Everest que se utilizan como puntos de referencia

La majestuosa montaña más alta del mundo esconde cruentas historias de escaladores y aventureros

A pesar de toda la polémica que se generó en Internet entre el monte Everest y el volcán ecuatoriano Chimborazo, el primero sigue siendo la cumbre más alta sobre el nivel del mar con 8846,4 metros. Esta impresionante altura hace que sea toda una hazaña llegar hasta este punto. Pocas personas lo han conseguido y muchos han perecido en el intento. Y lo más cruento de todo, es que muchos de quienes han muerto en el Everest aún permanecen ahí a la vista de los nuevos visitantes pues sus cuerpos no han podido ser rescatados.

La famosa montaña del Himalaya se ubica en la frontera entre Nepal y China. Es hoy uno de los lugares más concurridos del mundo y tiene un gran cantidad de demanda turística y de montañistas que buscan conquistarla. Pero es una tarea nada de fácil. En Enero, el mes más frío, la temperatura promedio en la cumbre es de -36ºC , pudiendo llegar incluso a los -60ºC. En Julio, el mes más cálido, la temperatura promedio en la cumbre es de -20ºC. Si se le suma el viento, la sensación térmica es mucho menor aún.

A partir de los 8 mil metros hay una zona que se conoce como la "zona de la muerte". Es un lugar tan extremo que la aclimatación es casi imposible. La cantidad de oxígeno respirable es un tercio de lo habitual y muchos necesitan botellas de oxígeno para lograr superarlo. Sin embargo hay pocos casos de grandes deportistas que lo han logrado sin la ayuda de oxígeno.

"La zona de la muerte" es tan extrema que si un escalador sufriera algún "mal de altura", rotura, congelación o cualquier accidente que no le permitiera moverse por sí solo, su rescate sería prácticamente imposible. Las bajísimas temperaturas y la dificultad del terreno en esta gran altitud hacen que cada paso sea casi 3 respiraciones para un montañista experimentado. El corazón va muy rápido en esta altura para suministrar oxígeno con mayor frecuencia. Ni siquiera un helicóptero puede rescatar a alguien a esa altitud.

Por ejemplo, en 2003 un helicóptero se estrelló en intentando aterrizar en el campamento base. 2 de sus 9 tripulantes fallecieron

Hay más de 200 cadáveres en el Everest de los cuales 150 nunca se han encontrado. Además, las rutas de acceso a la cima más transitadas están plagadas de cuerpos (más de 40) que han quedado en el punto exacto donde murieron. Muchos de ellos no han podido ser reconocidos y han sido bautizados con nombres y son utilizados como puntos de referencia.

El saludador

Es uno de los cadáveres más conocidos y uno de los primeros con el que se encuentran en la ascensión. Apodado así porque el cadáver parece saludar con sus brazos. Se encuentra allí desde el año 1997.

Botas verdes

Al lado de "Botas verdes" estuvieron los restos de David Sharp, un caso que ha escandalizado e indignado a la comunidad alpinista. El 15 de mayo del 2006 Sharp realizaba su tercer ataque a la cumbre. Pagó sólo 6.200 dólares por viajar con Asian Trekking hasta el campamento base y desde allí realizó varias acometidas en solitario. Al parecer iba sin oxígeno, sin sherpas, sin guías, sin radio, sin medicamentos o cualquier otro soporte vital. Subía con su equipo básico, no se sabe si con la intención de batir algún récord.

No se sabe si logró llegar a la cima o no pero en su descenso, a última hora de la tarde, se vino abajo y se sentó al lado de los restos de "botas verdes". Estuvo agonizando mientras otros escaladores descendían pasando por su lado sin detenerse. A la una de la mañana, se encontró con una expedición liderada por Mark Inglis, especialista en alta montaña que perdió ambas piernas por congelación en 1982 y ese año se disponía a subir el Everest con unas prótesis metálicas

Sharp todavía mostraba signos de estar vivo e Inglis pidió instrucciones por radio. Su director en el campamento base le ordenó continuar el ascenso y prestarle ayuda al descender. Éste hecho creó una grandísima polémica, por los intereses comerciales que existen en el Everest. Incluso Edmund Hillary, famoso por haber sido el primero en llegar a la cima del Everest y regresar con vida de ella, criticó esta decisión.

Nueve horas después, el guía Jamie McGuinness y el sherpa Dawa, tras hacer cumbre, trataron de levantar a David Sharp, severamente dañado por las congelaciones. Le proporcionaron oxígeno pero no surtió efecto y finalmente se vieron obligados a abandonarlo. Los miembros de la expedición llevaban cámaras en sus cascos, donde se recoge en vídeo una breve conversación con Sharp. "Mi nombre es David Sharp y estoy con Asian Trekking. Tengo mucho sueño", fueron sus últimas palabras.
El cadáver de Sharp estuvo un año junto a "Botas verdes" hasta que fue recuperado y sepultado.

Cathy O'Dowd, una alpinista sudafricana, contó que Francys no dejaba de repetir entre sollozos que no la abandonasen. Tras darle asistencia durante más de una hora, Cathy y su equipo se vieron obligados a abandonarla, escuchando sus súplicas mientras se alejaban. Francys murió por congelación.

El grupo que se vio obligado a abandonarla, regresó 8 años después para encontrar su cuerpo y cubrirlo con la bandera de su país.

Bruce Herrod

O'Dowd, la mujer que encontró a Francys Arsentiev, tuvo una experiencia similar en su primer ascenso al Everest. Se encontró con Bruce Herrod, un conocido escalador, que ascendía muy lentamente. Al cruzar unas palabras con él, el equipo de Cathy se dio cuenta de que no se encontraba bien y que se había hecho tarde para seguir subiendo, pero Herrod, afectado por la euforia que provoca la falta de oxígeno no se dejó convencer y continuó la ascensión.

Pasadas las 5 de la tarde, Herrod llegó a la cumbre, se autorretrató y llamó al campamento base donde todo el equipo, incluida su mujer, le instaron a bajar lo antes posible. Dos horas después se perdió su rastro.
Posteriormente se recuperó la cámara y la mujer reveló la foto que le costó la vida.

Shriya Shah-Klorfine

Shriya era una alpinista canadiense de 33 años que murió en mayo del 2012 junto a otras dos personas. Se cree que todos murieron por agotamiento y mal de altura. Los sherpas encontraron el cuerpo de la mujer a 8.300 metros sobre el nivel del mar