José Jairzinho Soria Reyna, conocido en el mundo de la lucha libre como ‘Shocker’, atraviesa un momento complejo en su carrera, con una batalla personal que ha sido tanto profesional como médica.
A lo largo de su carrera, este luchador mexicano ha sido reconocido por su estilo agresivo y su presencia en el ring, pero también ha enfrentado altibajos que incluyen luchas contra las adicciones y varias lesiones. Después de un largo tiempo alejado de los escenarios, Shocker regresó a los rings, pero ahora enfrenta una nueva adversidad: una grave lesión mandibular que requiere una cirugía reconstructiva urgente.
La historia de esta lesión comenzó en 2017, cuando Shocker se enfrentó a Diamante Azul en un combate que, sin saberlo, marcaría el principio de sus problemas de salud. Durante el enfrentamiento, el luchador sufrió una fractura en la mandíbula que en principio no parecía grave. Sin embargo, el daño tenía raíces mucho más profundas, derivadas de una decisión previa: años antes, el 1000% guapo se había sometido a un procedimiento de implantes dentales. Aunque este tipo de tratamiento es común, en el caso del luchador, resultó en el debilitamiento del hueso mandibular, dejándolo más susceptible a fracturas.
En lugar de buscar atención médica adecuada después del combate, Shocker optó por manejar el dolor con desinflamantes y analgésicos, lo que agravó la situación a lo largo del tiempo. La gravedad del daño no fue evidente de inmediato, y el luchador continuó con su carrera mientras lidiaba con molestias constantes, sin saber que la mandíbula requeriría una cirugía reconstructiva compleja para reparar el daño causado.
La intervención que necesita Shocker no es una cirugía común. Se trata de un procedimiento altamente especializado que incluye la colocación de una prótesis mandibular personalizada, diseñada para restaurar la funcionalidad de su mandíbula y corregir el daño óseo acumulado. El costo de esta operación es significativo: alrededor de 450 mil pesos, una suma considerable para un luchador que ha tenido altibajos en su carrera. La cirugía no solo busca devolverle a Shocker la capacidad de masticar y hablar con normalidad, sino que también se centra en la restauración de la estructura ósea y la prevención de futuras complicaciones.
El procedimiento será complejo e involucra una serie de estudios médicos previos para evaluar el daño óseo y planificar la prótesis adecuada. Además, Shocker deberá someterse a una intensa terapia postoperatoria para asegurar una recuperación óptima y evitar nuevos problemas en el futuro. La prótesis que se le colocará está fabricada con materiales biocompatibles y ha sido diseñada a medida para ajustarse perfectamente a la anatomía de Shocker.
A pesar de las dificultades, el luchador ha encontrado apoyo en figuras destacadas del deporte. Uno de sus principales aliados es Julio César Chávez, el legendario boxeador mexicano, quien ha prometido ayudarle en su recuperación. Además, el gremio de la lucha libre, conocido por su solidaridad en tiempos difíciles, ha expresado su disposición para colaborar en la recaudación de fondos para cubrir los costos de la cirugía.