El piloto británico George Russell brilló en la noche de Las Vegas al asegurar la pole position para el Gran Premio de Fórmula 1, a pesar de un contacto en la Q3 que puso a prueba su temple.
Con un tiempo que destacó en las difíciles condiciones del circuito, Russell logró su cuarta pole position en la Fórmula 1 y la tercera de la temporada, sumándose a las obtenidas previamente en Montreal y Silverstone.
En contraste, Sergio “Checo” Pérez vivió una calificación para el olvido. El piloto mexicano de Red Bull fue eliminado en la Q1, marcando la sexta ocasión en la temporada que no avanza a la siguiente fase. El RB20 de Pérez, afectado por problemas en el alerón trasero, mostró importantes deficiencias tanto en la recta como en las curvas lentas.
“No pude encontrar ningún agarre”, se escuchó decir a un frustrado Pérez a través de la radio de equipo tras completar su último intento, que con un tiempo de 1:34.115 apenas le alcanzó para el puesto 16.
La sesión de calificación estuvo marcada por las particularidades del circuito de Las Vegas. Su asfalto resbaladizo, las bajas temperaturas y la acumulación de polvo complicaron la búsqueda de la ventana óptima de rendimiento para los neumáticos, lo que llevó a los equipos a optar por mantener los monoplazas en pista durante más vueltas de lo habitual.
El español Carlos Sainz partirá desde la segunda posición, al volante de su Ferrari, mientras que Pierre Gasly sorprendió con un tercer puesto para Alpine. Charles Leclerc y Max Verstappen, dos de los grandes favoritos, se conformaron con el cuarto y quinto lugar, respectivamente.
Para Mercedes, el resultado reafirma su competitividad en el Gran Premio de Las Vegas. Russell encabezó también la Q1, seguido de cerca por su compañero Lewis Hamilton, mientras que Verstappen ocupó la tercera posición en esta fase, a pesar de los desafíos que enfrentó su equipo con la configuración del alerón trasero.
Por su parte, Checo Pérez intentó tres vueltas rápidas consecutivas en la Q1, una estrategia obligada por la evolución constante del circuito. Aunque temporalmente logró escalar al octavo lugar, los tiempos de otros competidores lo relegaron fuera de la Q2.
“El coche simplemente no tenía el balance adecuado para esta pista”, admitió Pérez en entrevistas posteriores. Ahora, el piloto mexicano deberá afrontar el reto de remontar desde la décimo sexta posición en la carrera, una tarea complicada en un circuito tan técnico como el de Las Vegas.
El Gran Premio promete emociones intensas, con un Mercedes al alza, un Ferrari sólido y una Red Bull que parece haber encontrado retos inesperados.