En el reciente episodio del podcast de Latin Lover, la exluchadora Martha Villalobos compartió algunas de las más intensas y sorprendentes experiencias que vivió con aficionados que perdieron el control después de las funciones de lucha libre. Con una mezcla de humor y seriedad, Villalobos relató cómo, a pesar del cariño y el reconocimiento que recibía de sus fans, algunas situaciones llegaron a ser peligrosas.
“En todos los lugares que me presentaba me reconocía, pero me da gusto que la gente me quiera, cuando alguien se llegó a pasar de lista como aficionada, me decían de todo, pero yo las retaba a golpearnos pero de broma, la verdad es que la gente me quiso y mis compañeras también”, comentó Martha Villalobos, recordando con nostalgia y risa sus encuentros con los seguidores del deporte.
Sin embargo, no todos los encuentros fueron amistosos. Latin Lover, también exluchador, mencionó el derecho que tienen los aficionados de expresar sus emociones durante las funciones, pero destacó el límite de no tocar a los luchadores. “Cuándo un aficionado paga un boleto tiene derecho de decirte miles de cosas, pero menos tocarte, no sé si a ti te toco pero a mí sí, afuera de la arena, la gente seguía obsesionada insultándome, y les decía: ‘oye hermanito, ya pagaste un boleto, ya te desquitaste, ya te emocionaste, te divertiste, mentaste madre y todo’”, recordó Latin Lover.
Villalobos reveló que en tres ocasiones, la situación se volvió realmente peligrosa. “Me tocó tres veces: La primera fue en San Juan del Río, Querétaro, no fue afuera de la Arena, me dieron un balazo en la pierna. Tengo el hoyo, se metió un tipo debajo del ring e iba contra la Sirma (su rival). Me río porque sentí caliente y veía sangre en el ring, y no veía de quién era. Me metí al vestuario y el señor que disparó fue y me quería dar en la cabeza”, destacó Villalobos, evidenciando la gravedad de algunos incidentes.
Otro incidente ocurrió en León, Guanajuato. “En la arena le pegué a un señor porque tenía una señorita delante de él, y éste la levanta de las pompas y yo junto a las técnicas y las rudas fuimos detrás de él. Yo lo senté de un trancazo en la cara y que le doy una tunda fuera de la arena y me lo chingué”, narró Villalobos, mostrando su carácter fuerte y protector hacia los demás.
Finalmente, en Acapulco, vivió otro enfrentamiento memorable. “También le jugué una máscara vs cabellera a la Diosa. Nos peleamos en la playa y luego en un restaurante y luego al llegar un tipo se me acerca y me dice: ‘¿por qué le pegaste a la diosa, hija de tu puta madre?’ y que le contestó: ‘¿tú quién eres?’ y enseguida le doy un cabezazo, le voy a quitar la máscara a tu ídola”, finalizó Villalobos.
Estas anécdotas de Martha Villalobos reflejan la intensidad del mundo de la lucha libre y las diversas experiencias que los luchadores pueden vivir tanto dentro como fuera del ring.