Los clavados mexicanos siguen brillando en la escena olímpica. Osmar Olvera y Juan Celaya se colgaron la medalla de plata en los sincronizados de trampolín de tres metros en los Juegos Olímpicos de París 2024, haciendo válido el pronóstico y logrando la tercera medalla para la delegación mexicana en esta edición de los Juegos.
La historia de México en los clavados olímpicos comenzó en los Juegos Olímpicos de Londres 1948, cuando Joaquín Capilla consiguió la primera medalla para el país, un bronce en la plataforma de 10 metros individual. Cuatro años más tarde, en Helsinki 1952, Capilla volvió a subir al podio, esta vez para recibir la medalla de plata en la misma disciplina.
Joaquín Capilla no se detuvo ahí. En Melbourne 1956, logró la ansiada medalla de oro en plataforma individual, y también se colgó el bronce en trampolín de tres metros, sumando así cuatro preseas a su cuenta personal y consolidando su lugar como una leyenda de los clavados mexicanos.
En Roma 1960, Juan Botella obtuvo el bronce en trampolín de tres metros individual, y ocho años después, en los Juegos Olímpicos de México 1968, Álvaro Gaxiola añadió una medalla de plata en plataforma de 10 metros individual, llevando el total de medallas en clavados a cinco.
Carlos Girón continuó con la racha de éxitos al ganar la plata en trampolín de tres metros individual en Moscú 1980. Ocho años más tarde, en Seúl 1988, Jesús Mena se llevó el bronce en plataforma individual, contribuyendo con otra medalla al conteo mexicano.
La llegada del nuevo milenio trajo más éxitos para México en los clavados. En Sídney 2000, Fernando Plata ganó la plata en trampolín de tres metros. Luego, en Beijing 2008, Paola Espinosa y Tatiana Ortiz se colgaron el bronce en plataforma sincronizada.
Londres 2012 fue un año especialmente fructífero para México, con tres medallas: Paola Espinosa y Alejandra Orozco ganaron plata en plataforma sincronizada, Iván García y Germán Sánchez también lograron plata en la misma disciplina, y Laura Sánchez se llevó el bronce en trampolín de tres metros individual.
En Río de Janeiro 2016, Germán Sánchez sumó una plata en plataforma individual. Posteriormente, en Tokio 2020, Alejandra Orozco y Gabriela Agúndez consiguieron la medalla de plata en plataforma sincronizada.
Finalmente, en París 2024, Osmar Olvera y Juan Celaya continuaron con la tradición de éxito de los clavados mexicanos, logrando la medalla número 16 para México en esta disciplina.
Con su destacada actuación, Olvera y Celaya consolidaron su lugar en la historia de los clavados olímpicos mexicanos, reafirmando el talento y la dedicación de los atletas mexicanos en esta exigente disciplina.