La Arena México se convirtió en el escenario de una inesperada y electrizante sorpresa cuando el reconocido luchador Chris Jericho hizo una aparición impactante. Durante una lucha en la que Místico, Volador Jr., y Esfinge se enfrentaban a Averno, Ángel de Oro y Euforia, un enmascarado misterioso, portando la característica máscara del ‘Rey de Plata y Oro’, irrumpió en el ring. Este inesperado intruso no solo atacó a Místico, sino que lo dejó tendido tras aplicarle una poderosa ‘Decodificadora’.
El público asistente al Coloso de la Colonia Doctores reaccionó con abucheos hacia el misterioso luchador, quien después de generar el caos reveló su identidad: Chris Jericho. El tema musical de Jericho resonó por la arena mientras él tomaba el micrófono para proclamarse como ‘Corazón de León’ – su antiguo nombre en el circuito mexicano – y despectivamente llamar a Místico ‘Corazón de Ratón’.
“Corazón de León está de vuelta,” declaró Jericho con una mezcla de nostalgia y desafío. Este acto de provocación revivió los recuerdos de los aficionados que seguían su carrera desde sus inicios en México.
Chris Jericho, conocido por su carrera internacional en empresas como AEW, WWE, y WCW, tiene una historia profunda con la lucha libre mexicana. Su carrera despegó en el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) a finales de 1992 bajo la dirección de Paco Alonso Lutteroth. En México, Jericho adoptó el nombre de ‘Corazón de León’ y rápidamente conquistó el corazón de los aficionados.
Durante su estancia en el CMLL, Jericho logró ganar el Campeonato de Peso Medio de la NWA, su único título en México. Su paso por el país dejó una marca indeleble, cimentando su reputación antes de regresar a Estados Unidos, donde continuó su ascenso en la escena de lucha libre, pasando por promociones como ECW y WCW antes de consolidarse como una estrella mundial.
El regreso de Jericho a la Arena México no solo marcó un momento de nostalgia, sino también un recordatorio del impacto que tuvo y sigue teniendo en la lucha libre. Su ataque a Místico, en medio de la celebración de los 20 años de carrera del luchador, añade un capítulo más a su legendaria carrera, lleno de rivalidades intensas y sorpresas que mantienen a los aficionados al borde de sus asientos.
“Esto es solo el comienzo,” advirtió Jericho, dejando en claro que su regreso a México podría traer más sorpresas y enfrentamientos en el futuro. Con estas palabras, la expectativa y la emoción en la Catedral de la Lucha Libre están en su punto más alto, esperando el próximo movimiento del veterano luchador.