En un universo deportivo donde los límites de género se desdibujan cada vez más, el arbitraje femenino surge como un terreno fértil para el talento y la dedicación de las mujeres. En esta dinámica de cambio y evolución, Gabriela Domínguez Jiménez, conocida como Gaby Domínguez, se erige como un ejemplo de cómo el liderazgo femenino está redefiniendo el panorama del deporte, no solo como jugadora y entrenadora, sino también como árbitro.
Con apenas 29 años, ha forjado una carrera en el mundo del fútbol, destacando por su versatilidad y su compromiso inquebrantable con el deporte que ama. Su pasión por el balompié germinó en la infancia, bajo la influencia alentadora de un profesor de Educación Física durante sus años escolares. Desde entonces, el balón se convirtió en su fiel compañero, y su determinación la llevó a enrolarse en una escuela de fútbol, marcando así el inicio de una travesía marcada por el esfuerzo y la dedicación.
El traslado a la bulliciosa Ciudad de México, con el apoyo invaluable de su hermana mayor, abrió nuevas puertas para ella, quien pronto descubrió su pasión por el arbitraje. Decidida a adentrarse en este mundo, se sumergió en un riguroso curso de un año en la Escuela Nacional para Árbitros, mientras simultáneamente cursaba estudios en la Escuela Nacional de Entrenadores. Su tesis sobre el arbitraje femenil de fútbol fue un hito en su formación, demostrando su compromiso con la comprensión profunda de las reglas y dinámicas del juego.
El proceso de aprendizaje no fue solo teórico; se sumergió en la práctica, participando activamente en entrenamientos y preparaciones meticulosas que exigían tanto física como mentalmente. Su pasión creció con cada experiencia, y su compromiso con la imparcialidad y el conocimiento del juego la han catapultado como una figura inspiradora en el ámbito del arbitraje femenino.
En una entrevista exclusiva para Infobae México, comparte su visión sobre su profesión, destacando la importancia de la igualdad de género en el deporte y la necesidad de seguir derribando barreras. Su historia es un testimonio vivo de que el talento y la determinación no conocen fronteras de género, y que las mujeres tienen un lugar legítimo y valioso en todos los aspectos del mundo deportivo.
¿Cómo se prepara un árbitro?
Con una carrera marcada por la búsqueda constante de excelencia y conocimiento, Gaby Domínguez comparte su viaje, repleto de desafíos y triunfos, en una entrevista exclusiva con Infobae México.
Su rigurosa formación abarca desde la comprensión teórica hasta la práctica del reglamento de fútbol, perfeccionando aspectos técnicos como el uso del silbato, los señalamientos y el posicionamiento en el campo.
La experiencia que tiene demuestra que el arbitraje es un camino de aprendizaje constante, ofreciendo oportunidades incesantes para adquirir experiencia y conocimiento.
“El arbitraje, según Gabriela, trasciende la mera aplicación de reglas; se trata de manejar conflictos, entender la psicología de los jugadores y mantener una resistencia emocional ante la presión,” enfatiza.
Sin embargo, el camino no ha estado exento de obstáculos. La deportista relata cómo ha tenido que lidiar con la falta de conocimiento sobre las reglas del juego por parte de jugadores, equipos y aficionados, una realidad que a menudo da pie a reclamos infundados y, en casos extremos, a la violencia.
“La percepción negativa hacia el arbitraje, que la presenta erróneamente como responsable de las derrotas, junto con el desafío de mantener el temple en momentos de alta tensión, ha puesto a prueba mi capacidad de respuesta y autocontrol,” comparte en la entrevista.
Así nació su amor por el deporte
Desde los días en que su padre la llevaba al Estadio Azul para disfrutar de los partidos de Cruz Azul, Gabriela desarrolló una profunda conexión con el fútbol. Figuras como César “Chelito” Delgado se convirtieron en modelos de inspiración por su juego apasionado y único.
Pero su inspiración trasciende las fronteras del fútbol masculino. En el ámbito femenino del deporte, encuentra historias de lucha por la igualdad y el reconocimiento. El avance del pambol femenino representa para ella una fuente constante de inspiración, citando a jugadoras como Charlyn Corral o Alex Morgan como ejemplos de talento y resiliencia en su búsqueda por la equidad.
Sin embargo, su admiración no se limita al fútbol, toma inspiración en Serena Williams, reconocida por su dominio en la cancha y su lucha contra la adversidad, y en la boxeadora mexicana Jacky Nava, cuya tenacidad y pasión son un ejemplo vivo de perseverancia, ocupan un lugar especial en su lista de inspiraciones. Para Domínguez, estas figuras simbolizan la fuerza mental y física que aspira a emular en su carrera como árbitro.
Desde su infancia, donde a menudo era la única mujer en equipos de fútbol masculinos, hasta su prominencia actual en el arbitraje, ha sido testigo y protagonista del progresivo cambio hacia una mayor equidad de género en el fútbol.
“Recuerdo que cuando era niña me tocaba jugar con puros hombres, era la única mujer que estaba en los equipos,” relata a Infobae México, recordando los días en que la presencia femenina en el fútbol era aún más limitada.
Sin embargo, el panorama ha evolucionado significativamente, con el desarrollo de equipos femeninos y una creciente participación de mujeres en roles diversos dentro del deporte.
En el ámbito del arbitraje, el progreso ha sido tangible y gradual, marcado por hitos como la actuación de Virginia Tovar en 2004, la primera mujer en desempeñarse como árbitra central en la liga varonil profesional de México.
“El arbitraje femenil ha crecido bastante, pues ya se busca más a la mujer como árbitra para llevar a cabo diferentes encuentros de fútbol,” destaca, resaltando el papel crucial de las mujeres en esta disciplina y su contribución al deporte en su totalidad.
Sus mejores momentos en el árbitraje
La participación de Gabriela Domínguez en el evento Final Four de la Kings League, que tuvo lugar el pasado 4 de mayo en el Estadio Azteca, no solo representó un hito en su carrera como árbitro, sino también un momento inolvidable cargado de emociones.
Aunque su papel se limitó al de cuarto árbitro en un encuentro amistoso, adentrarse en el icónico Estadio, casa del Club América y pisar el césped del recinto deportivo fueron experiencias indescriptibles, según sus propias palabras. El significado simbólico de estar presente en uno de los templos del fútbol mexicano resonó profundamente en su corazón.
Esta experiencia en la Kings League se suma a dos proyectos comerciales que buscan contribuir a la conversación sobre la inclusión y el progreso de la mujer en el deporte. El primero, un anuncio para la Fundación Televisa, permitió a Gabriela Domínguez asumir el rol de árbitro en un contexto diseñado para resaltar la importancia de la igualdad de género, un tema que la apasiona profundamente.
Además, su participación en el cortometraje “900 minutos por la igualdad” de Corona, filmado en el Estadio Cuauhtémoc en Puebla, le ofreció una plataforma única para colaborar con jugadoras y árbitros profesionales, afianzando su compromiso con la promoción de la igualdad de género en el deporte. Estos proyectos no solo han amplificado su voz como defensora de la inclusión, sino que también han inspirado a otros a unirse a la causa.
Fuera del ámbito profesional adulto, estuvo presente en la final del torneo infantil Futbolito Bimbo en 2019, en el Estadio Corregidora de Querétaro. Arbitrar un partido entre niñas en este evento subrayó la importancia de promover la igualdad y la inclusión desde las categorías más tempranas del deporte, algo que valora considerablemente.
El entusiasmo de las jóvenes jugadoras y el apoyo visible de sus familias y espectadores en las gradas crearon un ambiente festivo que encarnó el espíritu comunitario y de apoyo necesario para el desarrollo deportivo desde la infancia.
¿Todo es culpa del árbitro?
El arbitraje, según Gabriela Domínguez, exige una fortaleza mental excepcional. Los árbitros se encuentran frente a diversas situaciones y comentarios, muchos de ellos desafiantes, lo que requiere una capacidad robusta para manejar la presión.
“Debes de ser una persona con mucha fortaleza mental ya que como lo había comentado, te enfrentas a un sinfín de situaciones y comentarios.”
Sin embargo, el conocimiento profundo de las reglas del juego constituye la esencia del arbitraje: “Tu herramienta principal como árbitro es el conocimiento de las reglas.” Este dominio va más allá de memorizar reglamentos; implica entender y aplicar dichas reglas en situaciones altamente dinámicas y, a veces, polémicas.
La pasión por esta profesión sirve como catalizador para desarrollar características fundamentales como el carácter, la personalidad y el temple, todos cruciales para desempeñarse adecuadamente bajo presión y tomar decisiones justas y equitativas.
“Creo que lo principal es la pasión por el arbitraje y de ahí, pues surge el carácter, surge obviamente el conocimiento de las regla, la personalidad, el temple y muchas cualidades y capacidades que debe de tener una persona para convertirse en árbitro.”
“El simple hecho de ser mujer en esta sociedad ya representado un reto, un desafío por las diferentes situaciones con las que se enfrenta cada mujer con las que vivimos día con día,” comentó Domínguez para Infobae México, señalando cómo su género le ha impuesto obstáculos adicionales en su camino profesional.
Estos van desde enfrentarse a comentarios machistas, sorprendentemente, expresados tanto por colegas masculinos como femeninos, hasta superar la percepción equivocada de que las mujeres no poseen la capacidad o el derecho de arbitrar en el fútbol.
“Ahora imagínate el ser mujer y ser árbitro, creo que es algo de las cosas que muchas personas aún no procesan,” agregó. A pesar de las adversidades, ha utilizado estas experiencias como un combustible para su determinación, viéndolas no solo como desafíos, sino también como oportunidades para demostrar su valía y destreza.
“Yo me he puesto como un reto decir puedo y claro que tengo la capacidad y que tengo los conocimientos y lo puedo hacer muy bien,” afirmó con convicción.
En el campo de juego, donde las emociones suelen correr altas, la reacción intensa de algunos jugadores masculinos a sus decisiones arbitrales es otro aspecto crítico que Gaby ha tenido que manejar.
A pesar de la presión, ha mostrado una capacidad excepcional para mantener la serenidad y el control, valores esenciales para el respeto y la imparcialidad en el deporte. Afortunadamente, es capaz de evitar la violencia física, aunque la verbal sigue presente, algo que considera parte integral de la profesión que ha elegido.
Así fue su experiencia en la Kings League
Una experiencia particularmente significativa fue su colaboración con Erick Hernández, un árbitro conocido de ella, en una final bancaria, lo que le abrió las puertas a establecer contactos valiosos en este campo profesional.
Su competencia y las sólidas conexiones formadas le valieron la recomendación de Roberto García Orozco, distinguido árbitro, para participar en la Kings League.
Esta competencia creada por Gerard Piqué, se destaca por su formato único que combina el fútbol con el entretenimiento, incluyendo la participación de influencers y celebridades junto con exjugadores profesionales. Esta mezcla proporciona un espectáculo dinámico y atractivo que atrae a una amplia audiencia.
“Es una liga totalmente distinta donde participan jugadores ex profesionales y jugadores muy buenos y creo que se convierte en un fútbol muy rápido, muy dinámico”.
Gaby Domínguez aprecia la visión del ex de Shakira al fusionar el deporte más seguido globalmente, el fútbol, con el mundo del espectáculo.
“Creo yo que es un acierto del presidente, del fundador Gerard Piqué ya que mezcla pues el deporte más visto en todo el mundo que es el fútbol con el espectáculo al sina influencers y famosos,” expresó.
El rol de la mujer en el mundo del árbitraje y el deporte
A través de su experiencia, Gabriela Domínguez destapa la realidad de los prejuicios y estereotipos que aún persisten en el deporte, a la vez que destaca el valor de la inclusión y el respeto hacia la labor femenina en estas instancias.
Relata cómo, en numerosas ocasiones, se encuentra con reacciones de asombro por parte de jugadores y entrenadores al darse cuenta de que será ella quien arbitre el juego. Esta impresión inicial señala la existencia de ciertas preconcepciones en el entorno deportivo, donde históricamente ha prevalecido una mayoría masculina.
Sin embargo, más allá de la sorpresa inicial, subraya el respeto que gradualmente ha ganado de parte de los integrantes del fútbol hacia su trabajo.
“Es padre también que haya reacciones de respeto porque ellos saben que el arbitraje no es sencillo,” afirma Gabriela, indicando cómo su desempeño ha empezado a cambiar percepciones y consolidar su autoridad en el campo.
Este cambio de actitud refleja un proceso más amplio de transformación hacia una mayor inclusión y valoración de la mujer en roles tradicionalmente dominados por hombres. Además, expresa su convicción sobre el papel fundamental que las mujeres desempeñan en la gestión y organización de eventos deportivos, mostrando cómo sus habilidades son esenciales para el éxito de estas actividades.
“Es importante que la mujer pueda incursionar dentro de estas organizaciones deportivas como líderes ya que su capacidad es enorme para llevar a cabo grandes eventos.”
La tendencia hacia una participación más activa de las mujeres en el deporte se presenta como un signo alentador de progreso. Celebra el hecho de que, poco a poco, se está fomentando la inclusión de las mujeres en todos los ámbitos deportivos, desde entrenadoras y árbitros hasta directivas y fisioterapeutas.
“Es tan importante que poco a poco ya se busca más participación de las mujeres en todos los ámbitos deportivos,” resalta, evidenciando cómo esta evolución representa un paso significativo hacia la equidad de género en el deporte, un campo donde las mujeres siguen luchando por ser reconocidas y respetadas en igualdad de condiciones con los hombres.
Según Gabriela, la conexión que pueden establecer las mujeres en roles directivos con otras mujeres en el deporte es fundamental.
“Como mujeres nos sentimos más identificadas obviamente con nuestro mismo género sobre todo en el ámbito deportivo,” afirma, resaltando el impacto positivo que esta identificación natural tiene en el fomento y avance del deporte femenino.
La empatía y el entendimiento mutuo son, para ella, herramientas clave para asegurar una gestión orientada no solo a alcanzar el éxito deportivo, sino también a crear un ambiente de apoyo y reconocimiento para las deportistas.
La creencia de Gaby en la importancia de tener modelos a seguir y líderes femeninas en el deporte se basa en la capacidad de estas para inspirar, guiar y dar soporte a otras mujeres, asegurando que reciben el respeto y los recursos necesarios para prosperar.
“Es muy importante que tengamos líderes dentro del fútbol femenino y dentro de los diferentes deportes,” insiste, reiterando que la representatividad femenina en estos roles es crucial para la equidad dentro del deporte.
Además, llama la atención sobre cómo la empatía específica de las mujeres hacia otras mujeres “puede organizar y poder darle el lugar a las mujeres dentro del deporte que obviamente merecen.”
Los sueños y planes a futuro
Una de las metas primordiales de Gabriela para este año es completar el curso de árbitros en la Federación Mexicana de Fútbol, situado en Toluca. Este paso, no solo ampliará su repertorio de habilidades y saberes sino que también solidificará su estatus como árbitra federada, marcando un hito significativo en su ya ilustre carrera.
“Como entrenadora, me gustaría estar dirigiendo algún equipo a nivel profesional. Femenil sobre todo me gustaría dirigir y si se puede varonil, pues claro que también está dentro de mis planes dentro de mis metas principales,” expresó Domínguez, esbozando su visión de liderar equipos tanto masculinos como femeninos al más alto nivel.
La visión de Gaby trasciende las fronteras nacionales, con aspiraciones de arbitrar partidos en cada uno de los estadios de México y, eventualmente, en el ámbito internacional.
Más allá de sus ambiciones personales en el arbitraje, también se muestra pionera al proponer la creación de una escuela dedicada exclusivamente a la capacitación de mujeres árbitras. Este proyecto no solo subraya su dedicación al fútbol, sino que también apunta a modificar las dinámicas de género predominantes, ofreciendo un espacio para que más mujeres se integren y se desarrollen en el arbitraje, un área históricamente dominada por hombres.
Gabriela Domínguez se posiciona, así, como una proponente clave de la igualdad de género en el deporte, impulsando iniciativas que van más allá del mero desempeño individual para abogar por una transformación significativa y duradera en la industria deportiva.