¿Cómo está “El Chapo” Guzmán? Así habría impactado a su salud mental el encierro en EEUU, según su expsicóloga

El 8 de enero de 2025 se cumplieron nueve años de la última captura de Joaquín Guzmán Loera, mejor conocido como “El Chapo”, exlíder del Cártel de Sinaloa. El entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció la noticia con el célebre mensaje en la red social de Twitter (hoy X): “Misión cumplida: lo tenemos”.

Desde entonces, el narcotraficante que escapó en dos ocasiones de penales de máxima seguridad en México, se encuentra ahora recluido en la prisión de ADX Florence, en Colorado, Estados Unidos, donde cumple cadena perpetua. Este centro penitenciario, considerado uno de los más seguros y restrictivos del mundo, somete a sus internos a condiciones de aislamiento extremo.

Mónica Ramírez Cano, psicóloga criminalista que elaboró el perfil psicológico de Guzmán Loera en México, habló recientemente sobre el impacto que estas condiciones podrían estar teniendo en la salud mental del capo.

En entrevista radiofónica con Grupo Fórmula, la experta, quien pasó largas horas entrevistando al líder criminal, señaló que las limitaciones impuestas por su reclusión en Estados Unidos podrían haber generado en él estados mentales poco saludables.

Cuando el oriundo de Badiraguato fue detenido en enero de 2016, tras haberse fugado seis meses antes del penal del Altiplano en Almoloya de Juárez, Estado de México, Ramírez Cano tuvo la oportunidad de trazar su perfil psicológico como parte de su trabajo con la entonces Procuraduría General de la República (PGR). La psicóloga recuerda que desde las primeras sesiones, el capo ya mostraba signos de desgaste emocional.

“Cuando yo conocí al Chapo, en nuestras primeras sesiones, él lo que me requería era que ya estaba cansado, que ya estaba cansado de la vida que llevaba”, afirmó Ramírez Cano. En sus conversaciones, el narcotraficante hablaba sobre su deseo de mantener contacto con su entonces pareja, Emma Coronel, y sus hijas gemelas, algo que consideraba vital para su bienestar emocional.

Sin embargo, desde su extradición a Estados Unidos en 2017 y su reclusión en ADX Florence, las posibilidades de mantener esos vínculos se han reducido drásticamente. Guzmán enfrenta ahora un confinamiento casi total, en una celda de 2 x 3.5 metros, con acceso limitado a la luz natural y sin interacción social significativa.

Ramírez Cano explicó que las condiciones de aislamiento extremo en ADX Florence podrían generar efectos psicológicos significativos en Guzmán Loera. Según la especialista, el narcotraficante debe estar enfrentando altos niveles de ansiedad e incluso atravesando episodios de depresión debido a las restricciones extremas que enfrenta.

“Estando en el penal en Colorado debe estar muy ansioso. Es probable que incluso pueda atravesar por una depresión. Sin embargo, “El Chapo” no tiene ni presentó durante mi estudio tendencias suicidas ni mucho menos”, señaló.

En el año 2022, el propio capo de la droga dijo que el trato que recibe es “cruel e injusto”, además de que señalaba de que le servían poca comida. Entre sus enfermedades, Guzmán Loera ha afirmado tener “dolores de cabeza, pérdida de la memoria, calambres musculares, estrés y depresión”. También llegó a tener hongos en los pies que presuntamente hicieron que se le cayeran las uñas de los pies; y aseveró tener trastornos del sueño debido a que la ventilación en su celda es muy caliente.

En octubre de 2024, familiares de Guzmán dijeron a Illicit Investigations que el narcotraficante sufre de hipertensión, pero lo que más afecta su bienestar son los ataques de ansiedad provocados por el aislamiento extremo, para los que también está medicado.

“El Chapo sufre de presión alta para lo cual toma una pastilla de Linosipril 20mg al día, pero lo más difícil son los ataques de ansiedad por el confinamiento extremo donde no tiene contacto con ningún otro recluso, para lo cual también está medicado”, se lee en la cuenta de X del medio antes citado.

Durante sus sesiones con Mónica Ramírez Cano, el padre de “Los Chapitos” expresó su molestia por la forma en que las series de televisión y la narcocultura lo retratan.

Según la psicóloga, el capo consideraba que esas producciones no reflejan su verdadera personalidad. “Él estaba muy molesto porque decía que habían sacado una serie con la que él no estaba de acuerdo, porque ciertamente las series televisivas retratan los delitos y toda esta estructura que él manejaba, pero no lo retratan a él de manera acertada”, explicó Ramírez Cano.

Además, se sorprendió al descubrir el nivel de idolatría que había generado, especialmente entre jóvenes que portan camisetas y gorras con su imagen.

“Desafortunadamente, hay mucha gente que lo admira, que hace apología de sus delitos en canciones, en las series”, agregó, aunque también subrayó que la imagen que se proyecta de él en televisión es muy distante a la del capo.

“Las series televisivas retratan, quizás, los delitos y toda esta estructura en la que él manejaba, ¿no?, pero no lo retratan a él de manera acertada. Te lo digo yo, que pude conocerlo”, afirmó.