Un sismo de 4.2 de magnitud se registró en las cercanías de Pinotepa Nacional a las 15:06 hora del centro (21:06 UTC) del 8 de enero, informó el Servicio Sismológico Nacional (SSN).
Información preliminar señala que el epicentro del temblor fue a 56 km al suroeste de la ciudad del estado de Oaxaca y tuvo una profundidad de 11.7 km.
Ante una actividad sísmica importante, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred)hace un llamado a no caer en rumores, ni noticias falsas y solo informarse en fuentes oficiales, como las autoridades de Protección Civil, tanto locales y estatales, así como federales.
Tras un terremoto, revisa tu casa en búsqueda de posibles daños, utiliza tu celular solo en caso de emergencia, no enciendas cerillos o velas hasta asegurarte que no hay alguna fuga de gas y recuerda que se pueden presentar réplicas del sismo, por lo que es importante mantenerte alerta.
También puedes seguir las siguientes medidas antes de un temblor: prepara un plan de protección civil, participa en simulacros de evacuación, encuentra las zonas de seguridad en casa, escuela o lugar de trabajo y alista una mochila de emergencia.
Durante un terremoto guarda la calma y quédate en runa zona de seguridad, aléjate de objetos que puedan caer; si estás en un automóvil, estaciónate y aléjate de edificios, árboles y postes; y si te ubicas en la costa, aléjate de la playa y refúgiate en zonas altas.
Actividad sísmica en México
Esta no es la primera vez que México sufre este tipo de embate de la naturaleza. Su posición geográfica lo coloca en riesgo constante de vivir estos eventos. Así, en 1985 y 2017, hubo terremotos que causaron una enorme destrucción en la nación. Pese a que estos dos son los más reconocidos en la actualidad, no son los de mayor magnitud en el territorio.
El 28 de marzo de 1787 aconteció el terremoto más fuerte registrado en el país. Oaxaca, entonces punto central de la colonia española, fue víctima de un movimiento de 8.6. Aquel evento fue tan impetuoso que le siguió un tsunami que alcanzó los 6 kilómetros tierra adentro.
Lejos de considerarlo un hecho aislado, el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires) estima la posibilidad de que el país enfrente una situación semejante en el futuro próximo. En los estudios realizados en 2009 para analizar el evento citado, se concluyó que pueden desarrollarse terremotos de una magnitud similar en la zona ubicada entre las costas de México y Centroamérica. Allí, en la llamada Brecha de Guerrero existe gran potencial geológico para provocar catástrofes de tales proporciones.
Pero incluso terremotos de menor magnitud pueden provocar grandes afectaciones. Ejemplo de lo anterior fueron los eventos sísmicos de 1985 y 2017. En aquellas oportunidades, la vida de los pobladores de la Ciudad de México se vio trastocada, al tiempo que tanto el Gobierno como los ciudadanos particulares reconstruían edificios e infraestructura.
El del 19 de septiembre de 1985 ocurrió a las 7:19 horas locales (13:19 UTC) con una magnitud de 8.2 y con epicentro en el estado de Guerrero. Desde ese terremoto muchos pensaron que algo así no se repetiría. Pero ocurrió de nuevo 32 años exactos después.
El de 2017 se dio entre los estados de Puebla y Morelos a las 13:14 hora del centro (18:30 UTC). El saldo de víctimas humanas alcanzó las 369 muertes.
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