Desde este miércoles y hasta el 31 de enero, las organizaciones interesadas en formar nuevos partidos políticos podrán presentar su intención de registro ante la Dirección Ejecutiva de Prerrogativas y Partidos Políticos del Instituto Nacional Electoral (INE) con una denominación preliminar del nombre que pretenden utilizar.
La siguiente etapa del proceso se llevará a cabo en marzo, cuando la Secretaría Ejecutiva informará al Consejo General quiénes cumplieron con los requisitos básicos para avanzar a la siguiente fase. Desde ese momento, las organizaciones tendrán un año para convencer al 0.26% del padrón electoral federal más reciente -al menos 256 mil personas a nivel nacional- para que los apoye en su intención de convertirse en partidos políticos.
Posteriormente, las organizaciones deberán comprobar que llevaron a cabo 20 asambleas estatales -o 200 distritales-. De ser así, éstas podrán solicitar su registro formal en febrero de 2026.
Durante el proceso 2019-2020, únicamente tres organizaciones obtuvieron registro de las 106 que se registraron ante el INE. No obstante, se extinguieron al poco tiempo.
¿Quiénes levantaron la mano?
Luego de la elección que llevó a Claudia Sheinbaum a Palacio Nacional y tras la pérdida del registro nacional del PRD, algunos actores políticos anunciaron su intención de crear nuevos partidos, lo que representa una nueva reconfiguración del escenario en la política nacional.
Uno de las primeras organizaciones en expresar sus intenciones de convertirse en partido fue el Frente Cívico Nacional, encabezado por el experredista Guadalupe Acosta Naranjo, quien ha sostenido públicamente que si “Morena nació en 2015 y ganó la Presidencia en 2018, nosotros vamos a salir en 2027 y vamos a ganar en 2030″. Sobre su postura política, asegura que no tendrá una ideología fija: “no seremos de derecha ni de izquierda, sino que vamos a defender causas y valores”.
La excandidata a la presidencia, Xóchitl Gálvez, también manifestó que buscaría la creación de un nuevo organismo que “plantee una visión de país realmente distinta”. Sin embargo, no ha definido si se lanzará sola o si será aliada de otra agrupación. Cabe recordar que el Frente Cívico apoyó su candidatura presidencial de 2024.
El propio PRD pretende reintegrarse al sistema partidista nacional, pero debe determinar si sus exmilitantes irán con el Frente Cívico o si le alcanza para lanzarse de manera independiente.
Línea ultra conservadora
Hay grupos de tendencia ultra conservadora que han manifestado sus intenciones de conformarse como partido político. Uno de los personajes que levantó la mano fue el actor Eduardo Verástegui, quien, luego de fracasar en su intento para proyectarse como candidato independiente -no recibió el respaldo de la ciudadanía-, expuso que buscará formar un organismo que integre sus ideas, como estar contra las libertades, los derechos de las mujeres, el aborto, el matrimonio igualitario y la negación del cambio climático.
En esta línea, también está un ala del yunque (una organización ultracatólica y de extrema derecha) comandada por el exgobernador panista de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, quien conformaría México Republicano.
Finalmente, los tres partidos que se extinguieron en la elección intermedia de 2021 también buscarían su reincorporación: el Partido Encuentro Solidario (PES), Fuerza por México y Redes Sociales Progresistas.
Requisitos para formar un partido
La Ley General de Partidos Políticos establece una serie de requisitos mínimos para que una organización de ciudadanos pueda constituirse como un partido político. Estos son:
- Celebrar asambleas por lo menos en 20 entidades o en 200 distritos electorales.
- Que en estas asambleas participen 3 mil afiliados por entidad o bien 300 por distrito electoral.
- Se debe constatar que en las asambleas no participen organizaciones gremiales.
Por su parte, el INE debe garantizar la validez y autenticidad de cada afiliación que recabe la organización en la celebración de asambleas; asegurarse de que no participen entes prohibidos como sindicatos a lo largo del proceso de celebración de asambleas o al recabar afiliaciones en el resto del país; verificar que las ciudadanas y ciudadanos que se afilien se encuentren vigentes en el padrón electoral; Corroborar que no hay doble afiliación entre organizaciones que buscan registrarse como partidos políticos nacionales y locales; finalmente, verificar que se cumple con las obligaciones de fiscalización.