Cómo se creó el Golfo de México y cuál es su historia

Durante una conferencia en Florida, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció su intención de renombrar el Golfo de México, para que este pase a llamarse “Golfo de América”, pues, consideró, nuestro país se aprovecha de Estados Unidos en materia de comercio y migración.

“Vamos a cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de América. Es un hermoso nombre y es apropiado. México tiene que dejar de permitir que millones de personas lleguen a nuestro país”, comentó desde su mansión en Florida.

El Golfo de México es un cuerpo de agua de 1.5 millones de kilómetros cuadrados que abarca las costas de México, Estados Unidos y Cuba. Es considerado por la comunidad científica como uno de los ecosistemas más ricos y misteriosos del planeta, pues posee una historia geológica y biológica “fascinante”.

De acuerdo con un artículo de divulgación científica publicado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en noviembre de 2024, una de las características más sorprendentes del Golfo de México es su capacidad para influir en los patrones climáticos globales, ya que juega un papel esencial en el ciclo termohalino que regula el clima del mundo al transportar calor desde los trópicos hacia el Atlántico Norte.

Esto significa que las condiciones ambientales del Golfo de méxico afecta, tanto el clima de las regiones circundantes, como el de áreas más distantes, convirtiéndose en una zona clave para entender el impacto del cambio climático en los ecosistemas marinos.

Otra característica importante es que esta zona es conocida por ser hogar de las especies más importantes en términos ecológicos y comerciales, como: tortugas marinas, tiburones, camarones y, principalmente, arrecifes de coral, considerados los más importantes de América del Norte al proveer hábitats vitales a una gran cantidad de especies marinas.

Este mar semi-cerrado es característico por sus aguas cálidas, que registran una temperatura promedio anual de 25 grados celsius. Sus costas se forman por playas manglares, acantilados rocosos y también está conformado por una gran cantidad de islas. En su cuenca se encuentran importantes ríos que desembocan en sus aguas, como el Bravo y el Pánuco.

Se estima que son alrededor de 300 las especies que habitan en el Golfo de México, entre peces, crustáceos y moluscos. Estas especies representan el sustento de centenas de familias de pescadores, quienes registran una producción anual aproximada de 1 millón de toneladas.

Además, este cuerpo de agua es una fuente importante de petróleo y gas natural y tiene gran relevancia dentro de las zonas económicas exclusivas de México y Estados Unidos.

A través de los siglos, el Golfo de México ha experimentado transformaciones geológicas, desde la acumulación de sedimentos hasta la formación de grandes estructuras como las cuencas sedimentarias y las plataformas continentales. Estos cambios tienen implicaciones prácticas para la explotación de recursos naturales como el petróleo y el gas que se extraen del lecho marino.

La zona sigue siendo un lugar de constante investigación, ya que la acidificación del océano, la pérdida de biodiversidad, el aumento de las temperaturas marinas y la formación de zonas muertas provoca la falta de oxígeno, matando la vida marina, hecho que ha preocupado a la comunidad científica en los últimos 20 años.

El Golfo de México tiene más de 200 millones de años de existencia y se originó tras la fragmentación del supercontinente Pangea. Registros indican que hasta inicios del siglo XIX (durante el virreinato de la Nueva España 1535-1821) esta zona se denominaba Seno Mejicano o Seno Mexicano, por lo que el nombre que lleva actualmente tiene que ver con razones históricas.