Muchas personas encuentran natural vivir con lo esencial, sin gastar más de lo necesario. Sin embargo, para otras, el control de las finanzas personales puede convertirse en un reto debido a hábitos de consumo impulsivos. Comprar para llenar vacíos emocionales, ya sea por estrés, aburrimiento, felicidad o celebración, es una tendencia común que puede llevar a exceder las posibilidades económicas y comprometer la estabilidad financiera.
El “kakebo o Kakeibo”, es un método japonés que significa literalmente “libro de contabilidad del hogar”. Este sistema, que se pronuncia “kah-keh-boh”, fue creado en 1904 por Hani Motoko, la primera periodista japonesa en diseñar una herramienta práctica y accesible para administrar las finanzas personales. Sin necesidad de tecnología o sofisticados programas, el kakebo promueve un enfoque consciente hacia los gastos y el ahorro, utilizando solo un cuaderno y un bolígrafo.
Durante más de un siglo, el kakebo ha demostrado ser una herramienta poderosa para ayudar a las personas a tomar decisiones financieras más conscientes e inteligentes. Este método no solo fomenta la organización y el control del dinero, sino que también invita a la reflexión, transformando la relación con el consumo y promoviendo una economía personal más equilibrada.
Los orígenes del Kakebo
De acuerdo con Fumiko Chiba, autora del libro “Kakeibo: El arte japonés de ahorrar dinero” (2019), la ideología de este método nació de buscar una forma para que las mujeres pudieran manejar la economía familiar de manera eficiente, especialmente en una época donde la educación financiera era limitada.
“Aunque Japón es una cultura tradicional en muchos aspectos, el kakeibo fue una herramienta liberadora para las mujeres, porque les daba el control sobre las decisiones financieras”, escribió Chiba en su libro.
Según datos de Forbes México, estos libros de cuentas en papel se siguen comercializando ampliamente en Japón, especialmente durante el último y el primer mes del año. Los defensores de este método argumentan que su metodología manual te hace ser mucho más consciente de en qué gastas el dinero y te obliga a reflexionar sobre cómo optimizar el gasto.
¿Cómo funciona el método Kakebo?
Este método de ahorro consiste en dividir todos los gastos en cuatro sobres de papel, cada uno representando una categoría fundamental de consumo: “supervivencia” (vivienda, transporte, alimentos, servicios del hogar), “deseos” (restaurantes, compras, gimnasio, entre otros), “cultura” (inversiones en actividades culturales como libros o entradas a eventos) e “imprevistos” (emergencias médicas o caprichos). Esta estrategia facilita la visualización del destino del dinero y permite identificar oportunidades para optimizar el presupuesto.
Para empezar a implementar el método, es necesario conseguir un cuaderno específico para el kakebo. A partir de ahí, los pasos son simples pero esenciales:
- Calcula tus ingresos mensuales fijos y resta los gastos inevitables, como renta, servicios y deudas.
- Define tu objetivo de ahorro y distribuye el resto de tus ingresos entre las cuatro categorías mencionadas.
- Registra cada gasto de forma diaria para mantener un control detallado.
Además, el kakeibo invita a reflexionar al inicio de cada mes mediante cuatro preguntas clave: ¿Cuánto dinero tienes?, ¿Cuánto quieres ahorrar?, ¿Cuánto estás gastando? y ¿Cómo puedes mejorar?. Estas preguntas no sólo guiarán el proceso de organización financiera, sino que también fomentan la toma de conciencia sobre los hábitos de consumo y motivan a hacer ajustes que permitan alcanzar las metas propuestas.
El kakeibo también promueve un estilo de vida menos centrado en el consumo y más orientado a la sostenibilidad y la tranquilidad financiera. Al enfocarse en lo esencial y eliminar los gastos impulsivos, este método permite a los usuarios encontrar no solo alivio económico, sino también una mayor paz mental al tomar el control de sus finanzas.
¿Cómo perfeccionar el método Kakebo?
Para maximizar los beneficios del kakeibo, Fumiko Chiba, recomienda una serie de consejos prácticos. Primero, es importante establecer metas claras antes de iniciar el mes: define cuánto quieres ahorrar y por qué. Esto da un propósito a tu esfuerzo financiero y te mantiene motivado. Además, categorizar los gastos te ayudará a entender dónde se está yendo tu dinero y a tomar decisiones más informadas sobre cómo gastarlo.
Es fundamental revisar los gastos de manera regular, idealmente cada semana, para evitar desviarte de tus objetivos. Este análisis periódico también te brinda la oportunidad de identificar patrones y hacer ajustes necesarios en tiempo real. Al final de cada mes, reflexiona sobre tus hábitos de consumo y considera qué podrías mejorar. Esta introspección es clave para transformar tu relación con el dinero de manera sostenible.
Por último, prioriza la calidad sobre la cantidad. Invertir en bienes duraderos no solo reduce los gastos a largo plazo, sino que también fomenta un consumo más responsable y consciente. Este enfoque permite optimizar el presupuesto y, al mismo tiempo, contribuye a un estilo de vida más equilibrado y menos centrado en el consumismo.