Empresas de diferentes sectores de Texas se mantienen en incertidumbre ante la amenaza del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles de hasta el 25 por ciento a todos los productos mexicanos si el país no colabora para frenar la migración y el tráfico de fentanilo y la migración.
Directivos de empresas de industrias como la manufactura de alimentos, electrónicos y productos de plástico sonaron las alarmas sobre las consecuencias que los aranceles podrían tener para sus actividades, según un informe publicado por la Reserva Federal de Dallas a finales de diciembre.
En el caso del sector electrónico, por ejemplo, los efectos de las advertencias de Trump ya empiezan a sentirse: “los riesgos de aranceles generalizados están provocando cambios significativos en nuestro negocio y una posible pérdida de pedidos”, indicó un directivo de esta industria en el informe.
Y es que los productos de esta industria son la segunda exportación de mayor peso desde Texas hacia México: solo en 2023, el estado exportó más de 52 mil 900 millones de dólares del sector al país vecino, según datos de la Oficina del Representante Comercial de EE.UU.
Sin embargo, la industria que más preocupación expresó frente a la amenaza de tarifas fue la de manufactura de productos de plástico y goma.
“Los aranceles de productos de México son la amenaza existencial más grande a la que se ha enfrentado este negocio en los últimos 70 años”, indicó un directivo citado en el informe.
Según datos de la Oficina del Contralor de Texas, las exportaciones de este sector han ido en aumento desde el 2009 y un 80% de los productos exportados de este rubro- responsable de la fabricación de productos como láminas plásticas, bolsas, tubos y botellas- van hacia México.
Frente a los amagos de Trump, quien toma posesión el próximo 20 de enero, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum ha adelantado ya que responderá con “otro arancel”, una guerra comercial que preocupa mucho a Texas, la segunda mayor economía de EE.UU. y muy dependiente de su relación con México.
“Presidente Trump, no es con amenazas ni con aranceles como se va a atender el fenómeno migratorio ni el consumo de drogas (...)”, escribió la lideresa en una carta dirigida al futuro mandatario, “a un arancel, vendrá otro en respuesta y así hasta que pongamos en riesgo empresas comunes”.
Más allá de la amenaza, Trump no ha detallado qué políticas específicas le gustaría que México tomara para gestionar la migración.
El Gobierno del antecesor de Sheinbaum, Andrés Manuel López Obrador, colaboró estrechamente con la Administración de Biden interrumpir el paso de los migrantes que atraviesan su país en ruta hacia EE.UU.
Las acciones tomadas de México fueron celebradas por el Gobierno demócrata, a tal punto que funcionarios de alto rango, incluyendo el secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas, las atribuyeron como esenciales para disminuir los cruces irregulares en la frontera a bajos no visto desde 2020.
Trump se aupó en la presidencia con un mensaje fuertemente centrado en el ataque hacia las políticas migratorias de Biden, acusándolo de promover una “invasión” de EE.UU. y lanzando mensajes xenofóbicos en contra de los recién llegados.
Con información de EFE