Así luce actualmente el deportivo en Tlatelolco donde Polymarchs despegó a la fama

Este 31 de diciembre, muchos capitalinos y habitantes de México se darán cita en el Ángel de la Independencia para escuchar y bailar junto a Polymarchs, una de las agrupaciones más representativas en la escena del High Energy de los años 70 y 80 en México.

Desde que el gobierno capitalino dio a conocer que estos artistas serían quienes amenizarían las celebraciones de Fin de Año la controversia se desató, pues aunque muchos fans se emocionaron, otros se molestaron después de que Latinus exhibiera a las autoridades por pagarle 12 millones de pesos a los DJs.

“El evento del ‘Angel es medio kilómetro más otros 100 metros más que hay que arreglar el Ángel. Estamos hablando de más de medio kilómetro donde van a asistir más de 200 mil personas. Hay que poner 4 audios; primero uno a 200 metros, después otro a 100 y así (...) la del Ángel es enorme la producción”, dijo Apolinar Silva -fundador de Polymarchs- a Latinus tras confesar que los 12 millones de pesos que cobraron son más IVA.

A mediados de los años setenta, Apolinar Silva de la Barrera y su hermana Mary iniciaron con un proyecto sin saber que les cambiaría por completo. Con una consola empezaron a tocar en fiestas y después, cuando se trasladaron a vivir en Tlatelolco, toda su carrera se catapultó.

En una entrevista para el programa de Jessie Cervantes, Apolinar contó los orígenes de tan peculiar agrupación.

“En la casa tenía una consola de las viejitas y la llevábamos a las fiestas (...) En aquel entonces estabamos Mary y yo (mi hermana que es menor por un año) siempre estábamos juntos. Ella trabajaba y quería aportar un poquito de dinero. Ella era la fuente económica y yo era la de creatividad. La escencia es Poly y Mary, Polymarchs”, comentó.

Asimismo, al ser cuestionado sobre el evento que les cambió la vida, el DJ detalló que la verdadera fama llegó gracias a un evento que fue todo un hito en un pequeño deportivo ubicado en la tercera sección de Tlatelolco. Cabe mencionar que antes de ese suceso ellos ya habían tocado en dicho recinto, pero les habían revocado la autorización de presentarse.

“Cuando yo tuve un evento allá en Tlatelolco, por allá nacimos nosotros, hicimos un evento en el Antonio Caso. Ahí el subdelegado nos dio chance de hacer un evento pero yo ya intuía que ese evento iba a ser un desastre porque habíamos ido a Skatorama Satélite, ya no me daban cabidad en Tlatelolco porque decían: donde viene Poly es un desmadre, portazos...”, recordó.

Poly relató que cuando les dieron nuevamente la oportunidad para tocar en el deportivo, él intuía que todo podía salirse de control.

“Luego nos dieron un permiso para regresar al Antonio Caso, estábamos como a las 12 de la noche, ya no cabía la gente. Empezamos a poner la música, empezaron a brincar, estábamos en el segundo piso. Eran canchas de básquetbol y se empezó a mover el piso. Abajo había un evento social, arriba se estaba cayendo el tirol” comentó y añadió:

El artista recordó que esa presentación fue la que los impulsó a que pudieran presentarse en otros recintos de mayor relevancia, como fue el Palacio de los Deportes.

“Para entonces no había reglas de protección civil, una cosa tremenda, pero nunca hubo un desenlace fatal”, dijo Apolinar.

Ubicado específicamente en Avenida Paseo de la Reforma 680 en la tercera sección de Tlatelolco, el deportivo Antonio Caso se mantiene en funcionamiento pleno. El sitio se encuentra escondido entre los característicos pasillos techados de esta Unidad Habitacional y a unos cuantos metros del Reloj del Sol, memorial en el que antes se encontraba el edificio Nuevo León que se derrumbó durante el terremoto de 1985.

El sitio cuenta con una alberca techada, una pequeña cafetería y con sus tradicionales mesas al exterior. Asimismo, la famosa cancha de basquet en la que se presentó Polymarchs hace varias décadas sigue en buenas condiciones. En el lugar se dan clases de artes marciales, natación, basquet, yoga y muchas otras más.