El año 2024 sin duda marcó un parteaguas en la vida de México, ya que concluyó el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el primer presidente emanado de la izquierda, para dar paso a la primera administración encabezada por una mujer, Claudia Sheinbaum Pardo, quien se ha caracterizado por seguir con el proyecto de transformación iniciado por su mentor en 2018.
Este año se caracterizó sin duda por representar la estocada final a esos pequeños remanentes del ‘neoliberalismo’ que quedaban en nuestro país. Y es que AMLO sentó las bases para poner fin a lo que consideraba el nepotismo y los privilegios de un Poder Judicial al servicio de las élites, así como para recuperar los trenes de pasajeros y las empresas del Estado y , finalmente, desaparecer a los organismos constitucionalmente autónomos creados por sus antecesores que, a su parecer, sólo costaban dinero pero no beneficiaban al pueblo, el eje rector de la llamada Cuarta Transformación (4T).
Todas estas reformas que presentó en febrero pasado y que se aprobaron hacia el final de su administración y al inicio de la de su sucesora fueron tachadas por expertos, ciudadanos y obviamente políticos de la oposición como un intento por socavar la democracia en México, atentar contra la división de poderes y concentrar el poder en un solo partido, Morena, de donde emana la presidenta y el cual tiene mayoría en ambas cámaras del Congreso.
Reformas de la 4T hicieron reaparecer a expresidentes
La Reforma al Poder Judicial, que entró en vigor el pasado 16 de septiembre, establece que por primera vez en 2025 los mexicanos deberemos elegir en las urnas a los jueces de Distrito, magistrados tanto de Circuito, como de las Salas Superior y Regionales Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y del recién creado Tribunal de Disciplina Judicial (TDJ), pero también a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
La histórica pero controversial elección judicial hizo que el expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000) saliera de su autoexilio en el extranjero para pronunciarse en contra y alertar sobre la llegada de una supuesta tiranía dictatorial. Desde septiembre a la fecha, ha declarado que la reforma significa un retroceso y un mecanismo para que Morena controle a quien imparte la justicia en nuestro país.
Lo dijo durante la inauguración de la International Bar Association en la Ciudad de México, donde coincidió con la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña Hernández, y lo sostuvo tanto en entrevistas con medios como en una columna publicada en The Washington Post.
Vale recordar que durante el pasado sexenio, AMLO se lanzó en varias ocasiones contra el expresidente, sobre todo cuando echó a andar su ambicioso proyecto de revivir los trenes de pasajeros, un servicio que -dijo- privatizó Zedillo en su administración.
Por su parte, Sheinbaum ha acusado al priista de defender al PJF que él mismo creó, recordando que en 1995 disolvió por completo la Corte y propuso el método para seleccionar ministros que estuvo vigente hasta este año, “reaparece como el nuevo guía moral de una derecha extraviada, molesta, derrotada por la mayoría del pueblo”, dijo en su conferencia mañanera del 4 de noviembre.
El regreso de Carlos Salinas de Gortari
Con la llegada de la llamada Cuarta Transformación (4T), López Obrador se propuso tener una administración austera y ello implicó poner tope a los sueldos en la administración pública federal para que nadie ganara más que él y, entre otras medidas, el retiro de las pensiones a los expresidentes, lo que en su momento generó molestia al panista Vicente Fox Quesada, por ejemplo.
Pero tuvieron que pasar casi seis años para que otro representante del llamado neoliberalismo se quejara sobre esta medida. A inicios de diciembre, el priista Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) reapareció y se quejó: “Soy desempleado, pensionado ya no porque alguien nos quitó las pensiones. Me dedico a la investigación y reflexión sobre temas históricos”, dijo al podcast La invención de América del Norte, de Nexos y Genuina.
Luego de sus declaraciones, la respuesta de la presidenta Sheinbaum Pardo fue tajante, pues confirmó que hasta ahora ninguno de los expresidentes había solicitado formalmente que le devolvieran su pensión pero, que aunque lo hicieran, no se las regresaría. “Muy desempleado, pero ¿a poco lo han visto viajar en un vuelo comercial, digo nada más para documentar lo que está ocurriendo? (...) La oposición es increíble, los inventos de los columnistas y también de las notas
Asimismo, le dijo que -por su edad, 76 años- ya tiene la opción de pedir su Pensión del Bienestar para Adultos Mayores, sólo que tendría que regresar a vivir a México, pues vale recordar que el expresidente priista alterna su residencia entre España y Reino Unido, en clara alusión a que todos sus antecesores han optado por mudarse a otros países:
“La mayoría, como hemos platicado, viven fuera de México. El único presidente que vive en el país es (Vicente) Fox, en Guanajuato; y Andrés Manuel López Obrador, que vive en Palenque (Chiapas). Claro que no hay punto de comparación (...) (Ernesto) Zedillo vive en Estados Unidos y los demás viven en España: (Felipe) Calderón, (Enrique) Peña Nieto y Salinas de Gortari”.
La sorpresiva entrevista de Peña Nieto
Tras su salida de la Presidencia, en 2018, Enrique Peña Nieto también se fue del país. Lo poco que se sabía de él era por notas sobre su relación con la modelo Tania Ruiz, pero no más. Incluso su sucesor Andrés Manuel López Obrador se mantuvo al margen pese a los constantes cuestionamientos sobre si lo investigaría tal como había propuesto hacerlo con el resto de los expresidentes del llamado periodo neoliberal.
En abril de 2024 Peña también reapareció pero no para criticar a la 4T, sino en una entrevista muy personal para el nuevo libro del periodista Mario Maldonado, a quien le contó que tiene pensado volver a México, aunque no sabe ni cuándo y si será definitivo, sobre todo considerando que después se ser titular del Ejecutivo, había decidido ponerle punto final a su carrera política, la cual inició en 2000 en el Estado de México, del cual fue gobernador cinco años después y en 2012 se coronó con la Presidencia de la República. De hecho, en el libro Confesiones desde el exilio: Enrique Peña Nieto (Planeta, 2024) el comunicador narra que el exmandatario le confesó que el máximo cargo fue algo que pensó que no era capaz de obtener.
Asimismo, Peña Nieto reveló que nunca hubo un pacto político para ‘entregarle’ el país a Morena a cambio de que no se investigara su sexenio, tal como se sugirió cuando López Obrador ganó la Presidencia. El priista dijo que el trato entre ambos y la esposa de AMLO siempre fue cordial tanto en persona como en llamadas telefónicas. Por otro lado, contó que se ha reunido varias veces en España con Carlos Salinas de Gortari pero no así con Felipe Calderón.