El 2024 ha sido un año crucial para el mapa delictivo de México. A lo largo de los meses, el crimen organizado ha experimentado una serie de reconfiguraciones que incluyen el surgimiento de nuevos grupos criminales, la mayoría originadas por alianzas entre facciones rivales.
Este fenómeno refleja tanto la fragmentación de las grandes organizaciones criminales como su capacidad para adaptarse y expandirse. Al menos cinco grupos criminales han emergido en el país o su existencia ha sido reconocida por primera vez por las autoridades mexicanas, intensificando la violencia en regiones clave y complicando la labor de las autoridades en su intento por restablecer el orden.
Gente Nueva Generación
En el estado de Guerrero, conocido por su histórica conflictividad en el ámbito del narcotráfico, apareció Gente Nueva Generación (GNG), también denominado Gente Nueva de Guerrero, Guerrero Nueva Generación o Grupo Nueva Generación.
Según reportes de seguridad federal, este grupo surgió de una alianza entre Los Rodríguez, una célula escindida de La Familia Michoacana, y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Su objetivo principal es recuperar el control de la Costa Chica, una región estratégica dominada actualmente por Los Granados, liderados por Salvador Granados Vargas.
La aparición del GNG está directamente relacionada con el desplazamiento de Los Rodríguez de la Costa Chica a manos de Los Granados, quienes se hicieron del control del narcomenudeo, el cobro de piso y los secuestros en la zona. Con apoyo del CJNG, Los Rodríguez fueron dotados de armamento de alto calibre, equipo táctico y refuerzos provenientes de Centroamérica.
El grupo criminal se hizo visible tras una incursión armada el pasado 24 de octubre en el municipio de Tecpan de Galeana, Guerrero, que resultó en un enfrentamiento con fuerzas federales. El operativo dejó un saldo de 16 bajas en las filas del GNG y 11 detenidos. Según informes, los sicarios del grupo planeaban atacar otra localidad controlada por Los Granados cuando fueron interceptados por las autoridades. Algunos integrantes lograron huir, pero otros se internaron en Tecpan, lo que desató un tiroteo.
En días posteriores, la Marina Armada de México detuvo a ocho miembros del GNG en Coyuca de Benítez durante un operativo terrestre. Aunque no hubo enfrentamientos, este grupo ha continuado su lucha por recuperar el territorio perdido, intensificando las disputas en Guerrero.
Cártel Michoacán Nueva Generación
En Michoacán, una región con una larga historia de violencia ligada al narcotráfico, resurgió el Cártel Michoacán Nueva Generación, producto de una alianza entre el CJNG y el grupo local Los Viagras.
Esta organización criminal tiene como objetivo eliminar a sus principales rivales, entre ellos los remanentes de Los Caballeros Templarios, el Cártel de El Abuelo, liderado por Juan José Farías Álvarez, y los reductos de otros grupos que operan en la Tierra Caliente, como La Familia Michoacana.
El surgimiento del Cártel Michoacán Nueva Generación responde a una estrategia del CJNG para consolidar su dominio en una región clave para el tráfico de drogas y la producción de estupefacientes. En agosto, esta nueva facción criminal difundió un mensaje público en el que aseguraba controlar el 80% del estado y prometía una “limpia” de sus rivales.
El gabinete de seguridad del gobierno federal, encabezado por Claudia Sheinbaum, ha identificado como objetivos prioritarios a varios líderes de Los Viagras que operan en alianza con el CJNG, entre ellos Nicolás Sierra Santana, alias “El Gordo”; César Sepúlveda Arellano, “El Boto”; y Heladio Cisneros, conocido como “La Sirena”. Además, las autoridades tienen en la mira a cabecillas de otros grupos rivales, como Miguel Ángel Gallegos Godoy, alias “Migueladas”, líder de La Huacana, y Jorge Luis Nolasco Guillén, “Cokis”, líder de los Templarios en Apatzingán.
Tabasco Nueva Generación
En el estado de Tabasco, cuna del expresidente Andrés Manuel López Obrador, el Cártel Tabasco Nueva Generación (CTNG) surgió como una escisión de La Barredora, otro grupo delictivo que opera en la región.
Vinculado al CJNG, este grupo se ha involucrado en actividades ilícitas como el narcomenudeo, el robo de combustible, el secuestro, la extorsión y el cobro de cuota a migrantes.
A través de videos difundidos en redes sociales a partir de octubre, el CTNG lanzó advertencias tanto a las autoridades como a grupos rivales, prometiendo no dar tregua en su lucha por el control territorial. Aunque no existen registros oficiales sobre el liderazgo de este grupo, se presume que opera en municipios estratégicos como Macuspana, Cárdenas y Huimanguillo, lugares clave para el trasiego de drogas provenientes de Sudamérica y el tráfico de personas.
Tabasco, identificado como un corredor estratégico por su ubicación geográfica, ha experimentado un aumento en los índices de homicidio doloso, robo de vehículos y narcomenudeo.
Cártel Chiapas-Guatemala
En la frontera sur de México, otro grupo criminal ha comenzado a consolidar su presencia. El Cártel Chiapas-Guatemala, formado por desertores del CJNG, fue reconocido oficialmente por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) tras el hallazgo de 19 cuerpos en el municipio de La Concordia, Chiapas, el pasado 29 de junio.
Este grupo mantiene una violenta disputa territorial con el Cártel de Sinaloa, que busca controlar la región para el trasiego de drogas y el contrabando de armas y migrantes. Chiapas, por su ubicación estratégica, se ha convertido en un campo de batalla entre estas organizaciones.
Según las autoridades, el Cártel Chiapas-Guatemala es liderado por un cacique local llamado Ataulfo López Flores, y su surgimiento responde a la necesidad de ocupar un vacío de poder dejado por otros cárteles en la región. Los enfrentamientos entre esta organización y el Cártel de Sinaloa han desencadenado una ola de violencia que afecta a los municipios fronterizos, con episodios recurrentes de homicidios masivos y enfrentamientos armados.
La inesperada alianza Fuerzas Especiales Unión (FEU)
Este 2024 también marcó la consolidación de una alianza histórica impensable entre dos de las principales organizaciones criminales de México: el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, y Los Chapitos, herederos de Joaquín “El Chapo” Guzmán y encabezados por Iván Archivaldo Guzmán Salazar.
Esta alianza dada a conocer por Illicit Investigations y cuyo nombre respondería a Fuerzas Especiales Unión (FEU), habría surgido tras la captura de Ismael “El Mayo” Zambada el 25 julio de 2024, lo que desencadenó una lucha interna en el Cártel de Sinaloa entre Los Chapitos y la facción conocida como La Mayiza, liderada por Ismael Zambada Sicairos, alias “Mayito Flaco”.
La unión fue sellada en un encuentro en un rancho en Nayarit, donde ambas organizaciones acordaron dividir territorios estratégicos. El CJNG y Los Chapitos han combinado recursos, armas y hombres para fortalecer su control en zonas clave como Zacatecas, Nayarit y Chiapas.
El pacto incluyó la exigencia de una prueba de lealtad por parte de Los Chapitos. Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, fue enviado a Jalisco bajo la custodia del CJNG como garantía de la alianza. Además, ambas organizaciones comparten recursos e información para la distribución de drogas, incluidas operaciones relacionadas con el tráfico de fentanilo y cocaína.
Sin embargo, esta alianza aún no ha sido reconocida por autoridades y tampoco se han visto hechos aún que confirmen 100% su unión, más que la circulación de un logo de un gallo y una pizza que supuestamente los identificaría.