Así fue la vez que Los Viagras retaron al CJNG con seis cabezas humanas en Navidad

Las fiestas decembrinas se vieron interrumpidas por un macabro hallazgo en Jiquilpan, Michoacán

Operativo desplegado en la zona donde fueron abandonadas las extremidades. (EFE/SSP de Michoacán)

Semanas atrás, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) realizó una petición abierta para cesar los enfrentamientos entre grupos criminales durante las fiestas decembrinas, ya que “la violencia ha dejado dolorosas cicatrices en las familias y polarización entre los actores sociales”.

En una iniciativa similar, la senadora Imelda Castro lanzó un llamado a las células delictivas que mantienen una cruenta disputa en Sinaloa para efectuar una “tregua navideña”. “Ellos también tienen familia, todos tenemos familia, necesitamos por lo menos esa tranquilidad estos días para vivir con la familia en la intimidad, en la necesidad de esperar un nuevo año”, mencionó la vicepresidenta de la Mesa Directiva del Senado en una entrevista con Los Noticieristas.

Las consideraciones de la legisladora plantean que los integrantes de organizaciones criminales podrían frenar sus incursiones violentas en temporadas festivas como el fin de año. Sin embargo, los cárteles han demostrado que las fechas decembrinas no son motivo suficiente para detener sus actividades.

En este contexto, conviene recordar la Navidad del año 2016, cuando autoridades y habitantes de Michoacán fueron sorprendidos con el hallazgo de seis cabezas humanas en Jiquilpan, municipio del noroeste del estado que colinda con Jalisco.

Los Viagras y el CJNG han expandido sus operaciones para obtener mayores recursos, por ejemplo, mediante la extorsión a limoneros. Foto: SSP de Michoacán

Semanas antes de dicho hallazgo, el 2 de diciembre, las autoridades encontraron las cabezas decapitadas de dos personas en un puesto de tacos. El entonces secretario de Seguridad Pública del estado, Juan Bernardo Corona Martínez, confirmó en una entrevista con Quadratín que las ejecuciones eran fruto de la pugna entre Los Viagras —una célula formada por disidentes de Los Caballeros Templarios y la Familia Michoacana— y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Las extremidades cefálicas abandonadas por Los Viagras aquella Navidad estaban acompañadas de una cartulina con un amenazante mensaje. En la entrada de un establecimiento de recargas telefónicas, el texto decía:

“Esto les pasa por chapulines, sigan halando con los putos de Jalisco. Sigues tu director de Sahuayo teterete y el de Jiquilpan. Pónganse verg* que siempre hemos estado aquí y no se les olvide que la plaza tiene dueño. Feliz Cañas, Meno, Fraile y toda la bola de perros lamehuevos que trae. Att. la NFM (sic.)”.

La entonces Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) inició una carpeta de investigación para esclarecer este crimen y, horas después del hallazgo, confirmó que tres de las víctimas habían sido identificadas. Salvador “S” de 26 años de edad, José Manuel “S” de 27 y Manuel “G” de 40 fueron reclamados por sus familiares. Los tres eran residentes del municipio vecino de Sahuayo.

A ocho años de aquel violento episodio, el CJNG y Los Viagras mantienen sus operaciones en el estado de Michoacán, pero ahora como una coalición que busca obtener todos los recursos posibles mediante la extorsión a productores agrícolas.

Según informes militares citados por El Sol de México, ambos grupos criminales habrían establecido una alianza en agosto de 2024 para imponer cuotas a los limoneros de municipios como Apatzingán, Buenavista, Tepalcatepec, Aguililla, Mújica y Parácuaro.