Por el momento, el Servicio del Sismológico Nacional (SSN) no ha registrado ningún movimiento telúrico, siendo el último el sismo ocurrido en 6 km al suroeste de San José del Cabo, Baja California Sur, a las 16:54 horas.
El SSN es la institución encargada de registrar, monitorear y estudiar la actividad sísmica en México. Fundado en 1910, opera bajo la coordinación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Su red de estaciones sismológicas distribuidas por el país permite detectar movimientos telúricos en tiempo real y proporcionar información clave para la seguridad pública, investigaciones científicas y la generación de alertas preventivas.
El SSN emite reportes sobre la magnitud, ubicación y profundidad de los sismos, datos esenciales para evaluar riesgos y diseñar estrategias de protección civil en una región de alta actividad tectónica.
México es uno de los países más sísmicos del mundo debido a su ubicación geográfica. El territorio se encuentra en el límite de cinco placas tectónicas principales: la Placa de Norteamérica, la Placa del Pacífico, la Placa de Cocos, la Placa de Rivera y la Placa del Caribe. Estas placas interactúan constantemente, generando acumulación de energía que, al liberarse, provoca movimientos telúricos.
Una de las principales razones de la alta actividad sísmica en México es la subducción de la Placa de Cocos bajo la Placa de Norteamérica, un fenómeno que ocurre en la costa del Pacífico, desde el estado de Jalisco hasta Chiapas. En esta región, conocida como el Cinturón Volcánico Transmexicano, se registra gran parte de los sismos del país, especialmente en el llamado “Eje Neovolcánico”. Además, el choque de las placas genera actividad en otras zonas del territorio, como Guerrero, Oaxaca y Michoacán.
Otro factor clave es el Eje Neovolcánico Transversal, una franja tectónica donde la actividad sísmica es frecuente. Asimismo, México forma parte del Cinturón de Fuego del Pacífico, una región que concentra el 75 % de los volcanes activos del planeta y alrededor del 90 % de los terremotos a nivel mundial.
Los sismos en México varían en intensidad y frecuencia, pero algunos, como el terremoto de 1985 o el de 2017, han tenido efectos devastadores. Las zonas más afectadas suelen ser aquellas con suelos blandos, como el Valle de México, donde se ubica la Ciudad de México. Esto se debe a la amplificación de las ondas sísmicas causada por los depósitos de arcilla del antiguo lago que ocupaba esa región.
La comprensión de estas dinámicas ha permitido el desarrollo de sistemas de alerta sísmica y normativas de construcción para mitigar riesgos en uno de los países con mayor actividad tectónica del mundo.