En el corazón del centro histórico de la Ciudad de México, la Plaza Izazaga 89 ha sido más que un simple centro comercial dedicado a la venta de productos apócrifos de origen asiático: el edificio de 16 pisos ha sido un inmueble estratégico para grupos criminales como Los Zetas, La Unión Tepito y hasta el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El cierre de Izazaga 89 tras el operativo del pasado 28 de noviembre, que resultó en la incautación de más de 264 mil productos apócrifos, no solo expone el impacto del crimen organizado en el comercio informal, sino también cómo esta plaza ha evolucionado en su papel dentro de una compleja red de actividades ilícitas.
Los inicios
De acuerdo con información del periodista Óscar Balderas en el podcast “Nación criminal” de MVS, en la década del 2000 el grupo criminal de Los Zetas, liderado por Heriberto Lazcano, alias “El Lazca” o “El Z-3″, expandió sus operaciones desde el noreste del país hasta la capital, apoderándose del comercio de mercancías pirata provenientes de China.
Según reportes de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), Tepito se convirtió en un bastión para Los Zetas, quienes distribuían ropa, electrónicos y otros productos apócrifos bajo el control de su red de contrabando.
Estos productos llegaban marcados con un emblema peculiar: un sticker con un caballo encabritado, símbolo del control de Los Zetas sobre esta actividad.
En esta época, Plaza Izazaga 89 se consolidó como uno de los principales puntos de venta de estas mercancías ilegales. Su ubicación estratégica, a pocos kilómetros de Tepito, y su estructura comercial, que permitía albergar a miles de locatarios, la convirtieron en un eslabón crucial, que otros grupos comenzaron a desear.
2010: La llegada de La Unión Tepito
El control de Los Zetas sobre el comercio ilegal en la Ciudad de México comenzó a tambalearse en 2010, con la creación de La Unión Tepito, una organización criminal que vio la luz gracias a Édgar Valdez Villarreal, alias “La Barbie”, operador del Cártel de los Beltrán Leyva, y Francisco Javier Hernández Gómez, alias “Pancho Cayagua”.
El propósito era claro: unificar a los distintos grupos delictivos del barrio bravo bajo un solo liderazgo para enfrentar el avance de Los Zetas, objetivo que logró en pocos meses.
La Unión Tepito fortaleció así su relación con las mafias chinas, quienes no solo proveían mercancía pirata, sino también precursores químicos para la producción de drogas sintéticas.
La Unión innovó al aprovechar las mismas rutas marítimas utilizadas para el tráfico de drogas, lo que les permitió transportar en un solo contenedor tanto metanfetaminas como productos pirata. Este modelo diversificado generó ingresos millonarios para el grupo criminal de mayor peso en este momento en la CDMX, quienes además obligaron a los locatarios a pagar derecho de piso.
El CJNG
En los últimos años, el combate de las autoridades capitalinas contra La Unión Tepito, abrió la puerta al cártel liderado por Nemesio Oseguera Cenvantes, alias “El Mencho”, quien ha expandido agresivamente su influencia en la capital.
Según el periodista Óscar Balderas, el CJNG replicó el modelo establecido por los tepiteños, forjando alianzas con las mafias chinas para mantener el flujo de mercancías ilegales.
Plaza Izazaga 89 se ha convertido, según el investigador, en uno de los principales centros de operaciones del CJNG en la capital, pues además de fungir como un escaparate para la venta de mercancía pirata y el contrabando de precursores químicos en los mismos contenedores de productos apócrifos, el inmueble sería un punto de lavado de dinero.
El periodista de investigación también citó una fuente de alto nivel relacionada con las investigaciones federales a la Plaza Izazaga 89, quien le explicó que se busca la extinción de dominio y que la propiedad pase a manos del Gobierno. Esta intervención busca no solo frenar el comercio de piratería, sino también dar un golpe financiero al cártel de las cuatro letras.
El funcionario también mencionó que Izazaga 89 es uno de al menos nueve inmuebles en la Ciudad de México que están bajo vigilancia de las autoridades por su vínculo con las operaciones del CJNG.
Cierre y resistencia
Tras el cierre de Izazaga 89, los locatarios han organizado protestas exigiendo la reapertura de la plaza. Según líderes de los comerciantes, cerca de 4,000 familias dependen económicamente del inmueble.
Con carteles que decían “Queremos trabajar” y “El problema está en las aduanas”, los locatarios bloquearon este viernes 20 de diciembre la Avenida Izazaga, señalando que la temporada decembrina, una de las más importantes para sus ingresos, ya está perdida.
Aunque el Instituto de Verificación Administrativa (Invea) retiró los sellos de suspensión temporal el pasado 12 de diciembre, la plaza sigue cerrada, a la espera de una resolución definitiva por parte de las autoridades y los propietarios.