El día de ayer, se reportó el ataque armado contra elementos de la policía municipal en Jerécuaro, Guanajuato, en donde murieron dos agentes identificados como Eric y Carlos; incluso por el fuego cruzado resultaron heridos tres civiles, entre ellos un menor.
Los hechos violentos fueron grabados por los perpetradores, el video fue tomado por el piloto de una camioneta en la que viajaba con otros dos sujetos; los atacantes portaban armas de grueso calibre que accionaron en dirección a la patrulla municipal. Según reportes preliminares en el lugar se encontraron 100 cartuchos percutidos que hirieron y provocaron la muerte de los policías.
Hasta el momento las autoridades no han señalado a alguna organización criminal como la responsable del ataque directo contra los oficiales.
Pese a que los policías ya se encontraban en el suelo -posiblemente heridos o muertos- uno de los civiles armados con equipo táctico totalmente negro advierte que uno de ellos agentes estaba vivo, por lo que el piloto se acerca algunos metros para rematar a sus víctimas, accionando de nueva cuenta sus armas en varias ocasiones más.
Este hecho ocurrido en Jerécuaro se sumó a otro ataque de civiles armados en contra de elementos de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado, que ocurrió en Uriangato, Guanajuato, donde cuatro policías fueron asesinados y dos más resultaron lesionados de gravedad.
Hace tres meses, el 24 de octubre, en el centro de Jerécuaro se registró la activación de un coche bomba que provocó algunos daños estructurales y pánico entre los vecinos, pero no se mencionó que hubiera alguna víctima.
Ese mismo día, pero con unas horas de diferencia, otro coche bomba explotó en las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública de Acámbaro, que provocó lesiones a tres oficiales.
Guanajuato atraviesa la peor crisis de violencia que acarrea desde la administración pasada. La entidad aparece como la más violenta en comparación con el resto de estados, pero también se convirtió en la región donde más elementos del orden son asesinados en el cumplimiento de su deber, sin tener la capacidad de respuesta o equiparable al equipamiento con el que operan los grupos delictivos.
Sobre las agresiones de las que son objeto los elementos de seguridad, la gobernadora de Guanajuato, Libia García Muñoz Ledo, hizo un reconocimiento a su labor y calificó como una “guerra desigual” entre las agencias de seguridad locales y el crimen organizado por la diferencia de equipamiento.
“Es una guerra que enfrentamos desigual, es decir, fueron atacados con armas largas automáticas, cuando nosotros no tenemos permiso para portar esas armas como corporaciones. Es algo que estamos ya tocando también en el Consejo Nacional de Seguridad”, comentó.
Hasta 2022, se sabía que diversos grupos delictivos tenían operaciones en Guanajuato; entre ellos el Cártel Jalisco Nueva Generación, un grupo denominado Unión de León, el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Santa Rosa de Lima.