Ésta fue la ‘traición’ de Osiel Cárdenas Guillén que provocó una ruptura entre Los Zetas y el Cártel del Golfo

‘El Mata Amigos’ fue devuelto a México e ingresado al penal del Altiplano

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Osiel Cárdenas, exlíder del Cártel del Golfo. (Reuters)
Osiel Cárdenas, exlíder del Cártel del Golfo. (Reuters)

Después de haber permanecido 17 años en Estados Unidos, Osiel Cárdenas Guillén fue deportado a México la mañana del 16 de diciembre. Los reportes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) señalan que a las 09:30 horas de esa fecha, el exlíder del Cártel del Golfo quedó bajo resguardo de las autoridades mexicanas.

En su ficha correspondiente del Registro Nacional de Detenciones (RND) se le reconoce a Cárdenas Guillén con el alias de ‘Mata Amigos’, uno de los seudónimos que refleja la violencia con la que alcanzó la cúpula del grupo criminal hacia finales de la década de 1990.

Aunque no fue una idea exclusivamente suya, a Osiel Cárdenas se le atribuye la creación de Los Zetas, una organización que surgió como un brazo armado del Cártel del Golfo y, posteriormente, se posicionó como una agrupación independiente que hizo de la brutalidad su carta de presentación.

En 1997, Cárdenas Guillén le encomendó a Arturo Guzmán Decena, desertor de las fuerzas de élite del Ejército, que buscara a decenas de hombres que tuvieran una experiencia militar igual a la suya para crear un cuerpo de seguridad bajo su mando. Los Zetas nacieron bajo las órdenes del ‘Mata Amigos’, pero años después él mismo fue quien contribuyó a su declive.

La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) confirmó que el líder del Cártel del Golfo fue recluido en el Penal del Altiplano..
Crédito:
SSPC
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) confirmó que el líder del Cártel del Golfo fue recluido en el Penal del Altiplano.. Crédito: SSPC

Osiel Cárdenas fue detenido por el Ejército en Tamaulipas en 2003 y extraditado a Estados Unidos en 2007 para enfrentar un proceso penal ante la Corte del Distrito Sur de Texas por delitos relacionados con el tráfico de cocaína y marihuana, así como por lavado de dinero y agresiones a agentes federales.

De acuerdo con una investigación del medio The Dallas Morning News, Cárdenas Guillén llegó a un acuerdo de culpabilidad con el Gobierno de Estados Unidos en julio de 2009 para aceptar su responsabilidad en los delitos por los cuales era acusado.

Para concretar la negociación, Osiel Cárdenas debía rendir múltiples declaraciones que permitieran ubicar a otros líderes del grupo criminal, además de entregar una fuerte suma de dinero.

En una entrevista con el periodista J. Jesús Esquivel —compartida por Proceso como un adelanto de su próximo libro— el exagente estadounidense Oscar Hagelsieb detalló que Osiel pedía el dinero cada cuatro semanas desde la cárcel en Houston.

Aparentemente, los cabecillas de Los Zetas y los lugartenientes de Osiel pensaban que los recursos serían utilizados para pagar su multa y su eventual liberación. Habían sido engañados.

The Dallas Morning News reportó que Cárdenas Guillén logró reunir la cantidad de 50 millones de dólares en efectivo, los cuales entregó a las autoridades estadounidenses junto con varias propiedades. A cambio de esta suma y de sus testimonios, recibió en 2010 una sentencia de 25 años de cárcel, la cual fue reducida posteriormente.

Cuando Los Zetas se percataron de esta ‘traición’, optaron por declararle la guerra a la organización que los arropó en un inicio. Bajo el mando de Heriberto Lazcano, ‘El Lazca’, el cártel de la última letra había alcanzado la capacidad operativa suficiente para actuar de forma autónoma.

La captura de algunos líderes del CDG y el asesinato de otros tantos, como Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén, alias ‘Tony Tormenta’, propiciaron la atomización del cártel y el surgimiento de distintas células que, actualmente, mantienen una violenta pugna territorial en el noreste del país.

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