Bajo engaños, ofertas de trabajo falsas y promesas de un suelo mensual, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se ha dedicado a reclutar a exmilitares colombianos para que se unan a sus filas como escoltas de seguridad.
Desde el año pasado se han realizado detenciones de personas originarias de Colombia en el occidente de México, mismas que han sido relacionadas con el “cártel de las cuatro letras”. Sus actividades tienen que ver con labores de vigilancia y distribución de drogas, principalmente.
Para ello, la organización criminal ha recurrido a las redes sociales para contactar a las personas que serán reclutadas. Al menos cinco exmilitares colombianos ofrecieron una entrevista a El Universal en la que dieron a conocer la manera en que ingresaron a las filas del CJNG en el segundo semestre del año en curso.
Uno de ellos es David, quien formó parte del Ejército Nacional de Colombia en 2020. Por circunstancias desconocidas, el hombre de 30 años se dio de baja y comenzó a laborar como taxista. Pero una publicación en redes sociales llamó su atención.
Se trataba de una oferta de trabajo relacionada con labores de seguridad en México. Debido a su experiencia con las armas de fuego, David vio una oportunidad de empleo. La invitación de un excompañero de milicia lo convenció de viajar al país norteamericano en busca de una nueva vida.
David fue informado que su labor consistía en vigilar una base militar de México. Para ello iba a recibir un sueldo de 46 mil pesos mexicanos (equivalentes a cerca de 10 millones de pesos colombianos) cada mes. Primero se trasladó a Cali y después a Bogotá, donde abordó un jet privado y junto a ocho personas viajó hacia Cancún, en el sureste de México.
Una vez en territorio mexicano, David fue trasladado a Guadalajara, Jalisco (el principal bastión del CJNG), y posteriormente a un rancho ubicado en el municipio de Tuxpan, donde supuestamente había más colombianos. Tras su llegada, observó la presencia de hombres armados, quienes le notificaron a él y a los otro ocho colombianos que ya eran parte del cártel.
Fue el 14 de septiembre de 2024 cuando integrantes de la organización criminal equiparon a David. Además de recibir un fusil AK-47, le entregaron un uniforme tipo militar que contaba con las siglas del CJNG (organización liderada por Nemesio Oseguera Cervantes, alias ‘El Mencho’).
La encomienda que recibió David y sus compatriotas fue apoderarse de los municipios de Michoacán que colindan con Santa María del Oro, en Jalisco. Bajo amenazas, se vieron orillados a participar en al menos cuatro enfrentamientos armados.
De acuerdo con David, el objetivo del CJNG es reclutar a exmilitares y guerrilleros de las Fueras Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para que combatan en dos estados: Jalisco y Michoacán. Su intención es formar un ejército de 300 colombianos debido a su conocimiento en combates y armas.
Algo similar sucedió con Smith, un joven de 27 años que también formó parte del Ejército Nacional de Colombia. Al igual que David, vio una oferta de trabajo en redes sociales para desempeñarse como escolta en México.
Después de viajar de Bogotá a Cancún, y de ahí a Guadalajara, Smith llegó al mismo rancho ubicado en el municipio de Tuxpan, donde recibió un chaleco con las siglas del CJNG. Por órdenes superiores, el colombiano tuvo que participar en una confrontación en la localidad de Las Mesas.
A David y Smith se suman Jairo Alonso, John Fredy y Luis Miguel, quienes arribaron a México en vuelos comerciales y llegaron al rancho de Tuxpan, en Jalisco, conocido como “la casa de los sicarios”. Ellos también recibieron ofertas de trabajar como escoltas, pero en cambio fueron reclutados por el CJNG.
Aunque los integrantes de dicha organización los mantenían amenazados de muerte en caso de que desertaran, los tres colombianos lograron escapar del rancho a los tres meses de su llegada. Durante ese tiempo no recibieron el pago acordado.
Junto a David y Smith, los cinco colombianos se encuentra en un centro religioso mientras recaudan dinero para viajar de regreso a su país natal.
Jalisco y Michoacán no son los únicos estados a los que son enviados los individuos que son reclutados por el CJNG. Zacatecas es otra entidad en la que también se ha registrado la presencia de colombianos.
A principios de enero del año en curso, el entonces subsecretario de Seguridad Pública de Zacatecas, Óscar Alberto Aparicio Avendaño, confirmó la presencia de personas originarias de Colombia, Venezuela y Argentina en organizaciones criminales.
“La participación de extranjeros cada vez es mayor, sobre todo de expolicías, exmilitares o exguerrilleros colombianos, venezolanos, argentinos”, señaló Avendaño, quien ahora encabezará la Secretaría de Seguridad de Chiapas.
Detalló que hasta enero de 2024, sumaban más de 12 colombianos y 10 argentinos detenidos en Zacatecas. La mayoría se había unido al CJNG para desempeñarse como escoltas y sicarios.