Durante la noche del 30 de noviembre se registró un ataque armado en la entrada al municipio de Apaseo el Grande, en Guanajuato, que dejó un saldo preliminar de ocho personas sin vida y al menos dos heridas.
Acorde con los informes iniciales, un comando de sujetos armados descargó su arsenal en contra de las y los clientes de varios establecimientos de comida que se ubicaban en la zona conocida como ‘Trébol de los Apaseos’.
Horas más tarde se confirmó que entre las víctimas había por lo menos dos elementos del Cuerpo de Bomberos, así como un paramédico del Sistema de Urgencias del Estado de Guanajuato (SUEG).
A través de su cuenta oficial de Facebook, la Secretaría de Salud estatal confirmó el fallecimiento de Ricardo Eduardo López Ortega, quien se desempeñaba como paramédico de traslado adscrito al sector Cortázar.
Por su parte, el SUEG especificó que López Ortega era un Técnico en Emergencias Médicas (TEM) originario del municipio de Juventino Rosas. “Lalo, dejas un vacío grande en el SUEG, pero sobre todo en tu familia”, fue el mensaje que autoridades del Sistema de Urgencias compartieron en la plataforma digital.
Asimismo, la organización no gubernamental Bomberos Veteranos de Celaya informó sobre la muerte de los combatientes Ulises Ramírez Vázquez y Alejandro Ortega, quienes fueron alcanzados por las balas durante el ataque.
Reportes difundidos de manera preliminar señalan que, además de Ulises, Alejandro y Ricardo Eduardo, habrían sido identificados como víctimas Fernando Antonio “N”, Ángel Adrián “N” y Édgar “N”. Los nombres de los dos occisos restantes permanecen reservados.
Testigos de la masacre alertaron a las instituciones de seguridad por medio del sistema de emergencias 911, lo que derivó en un intenso operativo por parte de la Guardia Nacional, las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE) y el Ejército Mexicano. Posteriormente, al sitio arribó personal de los servicios periciales para recabar los indicios correspondientes.
Según versiones extraoficiales, en el lugar habrían sido encontrados entre 20 y 50 casquillos percutidos de arma de fuego.
Hasta el momento de la presente publicación, las autoridades no han informado sobre ninguna detención relacionada con la masacre, por lo que no hay pistas que permitan ubicar a los presuntos responsables.
A través de su cuenta oficial de X, la gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo manifestó haber tenido conocimiento de los hechos desde la noche del 30 de noviembre. “Una condena pública no es suficiente cuando lo que queremos es justicia y que estos hechos no se repitan, por ello daremos con los responsables de este lamentable hecho y seguiremos de frente en la implementación de la nueva estrategia. Refrendamos todo el respaldo al municipio y a las familias de las víctimas”, escribió la mandataria.
Entre los meses de enero y octubre de 2024, el estado de Guanajuato acumuló un total de dos mil 119 homicidios dolosos, de los cuales mil 788 fueron cometidos con arma de fuego. Con las cifras disponibles hasta ahora, abril se consolidó como el mes más violento en la entidad, con un registro de 229 asesinatos.