A lo largo de la historia siempre se han presentado problemas surgidos de las diferencias raciales. El color de la piel, del cabello y el aspecto físico en general han sido determinantes en la aceptación o rechazo de las personas a nivel social y económico en todo el planeta.
El mundo del entretenimiento no se ha desligado de esta situación, los estándares de belleza han establecido tendencias que se extienden rápidamente, especialmente en redes sociales y medios de comunicación, mostrando cuerpos y rostros idealizados, que se convierten en metas difícilmente alcanzables para muchas personas, especialmente adolescentes que desean alcanzar la aceptación personal y más importante para ellos: la social.
Uno de los medios que más ha difundido estereotipos difíciles de alcanzar es la televisión, tanto abierta como de paga, y uno de los géneros más visto es el de la telenovela. México es uno de los países que más producciones hace al año y más programas exporta tanto a Latinoamérica como al resto del mundo. Importantes productoras mexicanas logran transmitir en televisión abierta varias producciones al mismo tiempo, logrando acaparar la atención de un número importante de espectadores de lunes a viernes, por las tardes.
En lo que va de este año se han producido más de 10 telenovelas, en las que vale la pena analizar el tipo de personajes que presentan, y compararlo con los rasgos físicos de la población mexicana y de diferentes países latinoamericanos, a quienes también llegan estos programas.
Debido a su gran aceptación, las historias de las telenovelas no han cambiado mucho, y siguen mostrando las mismas situaciones, con pequeñas variantes, como la familia adinerada dueña de una empresa internacional en donde la ambición provoca distanciamientos; la joven humilde que lucha por salir adelante y se enamora de un hombre millonario; la madre que trabaja para dar a sus hijos lo indispensable, y desde luego, la búsqueda del amor que al final logra vencer cualquier dificultad u obstáculo.
Independientemente de la historia que tengan las telenovelas actuales, se puede observar que los estándares de belleza no han cambiado mucho con respecto a los últimos 20 años, o los mostrados en las primeras producciones mexicanas, en 1958.
Las protagonistas son mujeres esbeltas, con cabelleras muy cuidadas, generalmente rubias o castañas, la piel es blanca o morena clara, los rasgos de los rostros son finos, narices y labios delgados, ojos grandes de color café claro y a veces verdes o azules.
En el caso de los hombres, los protagonistas son altos y musculosos, y al igual que las mujeres, también de piel clara y rasgos finos.
En las historias se llega a mostrar cierto grado de maltrato hacia personas consideradas de un nivel socioeconómico más bajo; estas acciones son llevadas a cabo por los antagonistas o villanos de las telenovelas, que al final son castigados por sus acciones, pero que no dejan de mostrar una jerarquía en la que el color de la piel es un factor determinante en la sociedad.
En los roles protagónicos de las telenovelas actuales no hay personas de piel oscura o rasgos indígenas; lamentablemente, los actores morenos hacen papeles de jardineros, trabajadores de la construcción choferes, guardaespaldas, campesinos, y trabajadoras domésticas. Estas representaciones en un país donde predomina la piel morena y el cabello oscuro, pueden llegar a promover el rechazo.
Muchos de los roles en las telenovelas mexicanas actuales pueden considerarse aspiracionales por el desarrollo narrativo que presentan, pues muchos personajes tienen objetivos por los que luchan incansablemente hasta lograr cumplir sus sueños, sin embargo, no puede hacerse a un lado el hecho de que los rasgos físicos de los protagonistas refuerzan la idea de que las personas de piel clara tienen cierta superioridad sobre los que tienen piel oscura.
* Dra. María del Carmen Camacho Gómez. Profesora-investigadora de la Escuela de Comunicación en la Universidad Panamericana. Doctora en Ciencias de la Documentación por la Universidad Complutense de Madrid. Es especialista en narrativa y guion audiovisual, así como en análisis de contenidos cinematográficos y televisivos.