La mansión de Silvia Pinal, una de las figuras más emblemáticas del Cine de Oro mexicano fallecida este jueves 28 de noviembre de 2024, está situada en la prestigiosa colonia Jardines del Pedregal, al sur de la Ciudad de México, en la alcaldía Álvaro Obregón.
Construida en los años 50, esta residencia modernista no solo refleja el éxito y la visión vanguardista de la actriz, sino que también se ha convertido en un legado arquitectónico y cultural único.
La propiedad fue diseñada en 1955 por el arquitecto Manuel Rosen, reconocido por su participación en proyectos emblemáticos como la Alberca Olímpica y el Gimnasio Olímpico de los Juegos Olímpicos de 1968.
Este inmueble fue una de las primeras casas construidas en Jardines del Pedregal, una zona desarrollada en terrenos fraccionados por el arquitecto Luis Barragán, quien transformó el paisaje volcánico de la región en una exclusiva zona residencial.
La diva del cine adquirió la propiedad con los ingresos de su trabajo en la película “Cabo de Hornos” (1955). Sin embargo, no fue habitada hasta 1961, cuando Silvia Pinal ya se había consolidado como una de las actrices más importantes de México. En entrevistas, la actriz llegó a declarar: “Aquí está construida mi vida entera: vivencias, recuerdos... No me puedo ir de aquí”. Este sentimiento personal ha convertido la casa en un símbolo de su legado.
Ubicación y diseño arquitectónico
La mansión, de dos niveles, destaca por su diseño horizontal, típico del estilo modernista. Está construida sobre roca volcánica, un material característico de la zona, y combina elementos funcionales con estéticas vanguardistas, como:
- Trabes de concreto armado y columnas de acero, que crean espacios amplios y luminosos.
- Ventanas panorámicas que conectan el interior con los jardines.
- Interiores decorados con piezas de arte y objetos personales de la actriz.
Entre las áreas principales se encuentran una alberca, jardines cuidadosamente diseñados, una terraza, un bar y una amplia sala de estar que alberga un tesoro artístico: un retrato de Silvia Pinal pintado por Diego Rivera en 1955. Este cuadro, que muestra a la actriz con 25 años, es una de las piezas más valiosas de la casa y ha sido valuado en aproximadamente 60 millones de dólares. Además, es considerado patrimonio cultural, por lo que está resguardado en un fideicomiso que prohíbe su venta.
Características exclusivas de la mansión
La residencia incluye:
- Varios dormitorios, cocina, comedor y cuartos de servicio.
- Una alberca cubierta añadida en los años 80 para maximizar su funcionalidad.
- Detalles arquitectónicos que integran materiales locales, como la piedra volcánica, utilizada en muros y el área del bar.
El diseño interior también está repleto de símbolos que celebran la carrera y vida personal de Pinal, como fotografías familiares, retratos de sus hijos y nietos, y recuerdos de su extensa trayectoria en el cine y la televisión.
Valor actual de la propiedad
La mansión está actualmente valuada en 65 millones de pesos mexicanos, una cifra que refleja tanto su diseño arquitectónico como su ubicación privilegiada en Jardines del Pedregal, una de las zonas más exclusivas de la capital. Sin embargo, su valor podría aumentar tras la muerte de Silvia Pinal y su importancia cultural como escenario de la historia del espectáculo en México.
La casa fue un espacio protagónico en la carrera artística de Silvia Pinal. Fue utilizada como set en películas como “María Isabel” (1967) y “El amor de María Isabel” (1968), dirigidas por Federico Curiel. En ambas cintas, se pueden apreciar las habitaciones, los jardines y la alberca de la propiedad, lo que resalta su diseño y funcionalidad como hogar y espacio artístico.
A lo largo de las décadas, la mansión ha sido visitada por grandes figuras del espectáculo mexicano. En entrevistas, Pinal compartió que acudieron personalidades como Pedro Infante, quien era un habitual en las reuniones organizadas en su casa, y Juan Gabriel, quien en su juventud compartía comidas con la familia. Estas visitas contribuyen al encanto histórico del lugar, que no solo fue el hogar de la actriz, sino también un punto de encuentro para íconos de la cultura mexicana.
Herencia y legado familiar
En 2023, Sylvia Pasquel, hija mayor de Silvia Pinal, confirmó que la mansión podría ser heredada por su hermana Alejandra Guzmán, mientras que el cuadro de Diego Rivera permanecerá como patrimonio cultural nacional.
Este inmueble, cargado de historia, representa no solo el éxito personal y profesional de la diva del cine, sino también el esplendor de una era dorada en la cultura mexicana. La mansión de Silvia Pinal sigue siendo un símbolo tangible de su legado, un lugar donde convergen arquitectura, arte y la memoria de una de las últimas grandes divas del Cine de Oro mexicano.