El pasado miércoles por la noche, en su programa noticioso en el medio Latinus, el periodista Carlos Loret de Mola acusó que el Ejército mexicano había adquirido huachicol y los hijos del expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) también lo habían usado para el Tren Maya.
Esto al presentar un reportaje sobre el caso. El periodista señaló que la llegada de Morena al poder estuvo marcada por el combate al huachicol. Dijo que se dejó al país sin gasolina con el argumento de que se estaba combatiendo a los ladrones de combustible, y AMLO presumió, como uno de los logros de su administración, que el huachicol estaba erradicado.
Sin embargo, acusó que el Tren Maya se construyó con huachicol y que el Ejército mexicano compró huachicol como combustible para las máquinas que construían construían dicha obra. “Los que deberían estar combatiendo el huachicol, lo están comprando”, acusa.
Aseguró que el combustible robado de baja calidad descompuso la maquinaria que se utilizaba para la construcción de las vías y provocó retrasos en las obras.
Además, en el reportaje presentado se presentaron audios en los que se escucha a Amílcar Olán, empresario e íntimo amigo de los hijos de AMLO, confesando haber comprado huachicol para las obras del Tren Maya.
“El principal encargo de Amílcar Olán, no es que las obras se hagan bien, es ganar dinero para la red de amigos de los hijos de López Obrador, y si venden una piedra pirata para las vías del tren, no pasa nada, están protegidos desde arriba, y si se descarriló el tren por eso, no pasa nada, están protegidos desde arriba, y si venden medicinas a sobreprecio, no pasa nada, están protegidos desde arriba, y si compran huachicol, tampoco pasa nada, están protegidos desde arriba”, dice el periodista.
En el reportaje, se especifica que el huachicol suministrado por el Ejército para la construcción del Tren Maya se utilizó en maquinaria y autos que realizan el tramo 7. Esto, según empresarios, supervisores de obra y operadores de equipo pesado que trabajan para la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en diversos frentes del tramo que va de Bacalar, en Quintana Roo, a Escárcega, Campeche, y que han sido afectados por el huachicol.
Se explica que este combustible, normalmente alterado con aditivos o agua, ha provocado pérdidas de millones de pesos en maquinaria y el retraso del tramo siete que sigue en construcción, y que debió inaugurarse antes de finalizar el sexenio de AMLO.
Se señala que la denuncia la han hecho los propios dueños de los equipos y sus empleados.
El Ejército habría entregado el combustible robado a través de pipas, que llenaban directamente los tanques de las máquinas de construcción. Las pipas no tienen logotipo, y son pagadas por la Sedena, responsable de suministrar el diesel de los subcontratistas.
Incluso, se señala, a mediados del 2023, el huachicol provocó una interrupción de los trabajos en el tramo 7, pues cientos de vehículos y máquinas dejaron de funcionar. Tras esto, trabajadores informaron a los militares que dirigen los frentes de obra, quienes negaron su responsabilidad y pidieron a los afectados que ellos se hicieran cargo de los costos de reparación de los equipos.
Los militares aceptaron que había huachicol y permitieron que la mayoría de los depósitos y filtros de las máquinas se limpiaran de inmediato, aunque algunos equipos estuvieron sin operar por más de un mes.
En el reportaje se mostró una llamada del 2023, entre Amílcar Olán y uno de sus empleados, donde hablan sobre la compra de combustible robado para abastecer las máquinas y los vehículos de carga que tenían los frentes del Tren Maya. Esta es la conversación entre Amílcar y el empleado:
Amílcar: ¿Qué otra cosa han gastado por allá?
Empleado: Pagué diésel, 200 litros de diésel, he pagado dos veces esa madre, son como 8 mil pesos.
Amílcar: ¿Por cada uno?
Empleado: Una es cuando se compró en bombas, vale 25 y son 5 mil 500, y ahorita ya que se compra huachicol, son 4 mil 400.
También se mostró otra llamada entre Amílcar y su hermano, en 2023, donde hablan sobre la reducción de costos al comprar huachicol para las máquinas que operaban en sus minas de balasto, la piedra que se utilizó en las vías del Tren Maya.