Casi tres meses de guerra entre las facciones de Los Chapitos y de Los Mayos del Cártel de Sinaloa no han frenado el tráfico de drogas a los Estados Unidos o Europa, donde las redes ilícitas de la organización criminal permanecen intactas pese a la violencia que se vive en la ciudad de Culiacán y otras partes del estado.
El semanario Ríodoce dio a conocer los testimonios de distribuidores del Cártel del Pácifico que operan en Utah y Minnesota, Estados Unidos, los cuales coincidieron en que la droga no ha tenido interrupción desde que comenzó el conflicto interno el pasado 9 de septiembre.
“Aquí sigue llegando la merca; allá (en Sinaloa) se están matando, porque lo que pasó no tiene arreglo, pero como le digo, el cristal, el Fenta, la coca, y el Tusi, todo sigue llegando”, confesó un distribuidor a Ríodoce en un reportaje publicado el pasado 24 de noviembre.
Uno de los testimonios recogidos por el semanario opera para ambas facciones del Cártel de Sinaloa y el otro lo hace sólo para Los Mayos.
Cabe señalar que Estados Unidos no ha sido el único lugar del mundo donde la organización que fundó Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada sigue operando con normalidad pese a que los hijos de estos narcotraficantes se disputan a muerte el control de la misma, dejando cientos de muertos y de desaparecidos en la entidad gobernada por el morenista Rubén Rocha Moya.
Infobae México informó el pasado 8 de noviembre que la Policía Nacional de España detuvo a 16 personas y desmanteló dos laboratorios clandestinos en la provincia de Toledo. Dentro de los detenidos había un químico que trabajaba para Los Chapitos.
Estos laboratorios estaban dedicados a la producción de metanfetamina y cocaína.
Apenas el 22 de octubre, la Policía Nacional de España y los Mossos d’Esquadra detuvieron a 14 personas vinculadas al Cártel de Sinaloa.
Entre los detenidos estaba Pablo “L”, presunto líder de la célula criminal en Cataluña. Sin dar detalles se informó que los capturados eran ciudadanos mexicanos.
Arthur Debruyne, periodista investigador en Bélgica y autor del libro El Método Mexicano, contó a Ríodoce que los narcotraficantes mexicanos han extendido su influencia a países como España, Bélgica y Holanda, estableciendo vínculos con pandillas y capos locales.
Debruyne señaló que, aunque los mexicanos no operan como cárteles con control total en Europa, sí actúan como narcotraficantes independientes.
Estos individuos, principalmente originarios de Sinaloa y Michoacán, han instalado laboratorios rústicos para la producción de drogas sintéticas, como las metanfetaminas, replicando métodos utilizados en México. Estas operaciones se realizan bajo acuerdos con capos que controlan las regiones europeas.
La migración de estos narcotraficantes mexicanos hacia Europa ha sido gradual. En España, por ejemplo, se ha observado cómo han comenzado a establecerse en otros territorios, incluyendo Alemania y Holanda, donde instalan sus laboratorios. Desde estos puntos, inician la producción de drogas sintéticas que tienen alta demanda en esos países.
Debruyne destacó que estas actividades no son recientes, sino que llevan años desarrollándose. La presencia de mexicanos en el narcotráfico europeo no se traduce en un dominio absoluto, sino en una colaboración estratégica con actores locales.