¿Ya superamos la sequía?

En el reporte al quinto mes del año, se presentó un panorama desolador

Ramiro López Aguirre, vicepresidente de la Asociación Mexicana para la Correcta Hidratación, “Agua en México”

La crisis hídrica que ha azotado a México en los últimos años ha generado una profunda preocupación a nivel nacional. Los reportes del Monitor de Sequía de México (MSM) documentaban mes a mes una situación cada vez más crítica, alcanzando su punto máximo en mayo de este año, cuando la sequía excepcional se presentó en el 88.2% de los 2,471 municipios que conforman México.

Si bien los datos más recientes, con corte al 15 de noviembre de este 2024, ofrecen un rayo de esperanza, al revelar una leve disminución en la extensión y severidad de la sequía, estamos muy lejos de asegurar que la crisis ha concluido.

En el reporte al quinto mes del año, se presentó un panorama desolador. Una gran parte del territorio nacional se encontraba bajo condiciones de sequía extrema o excepcional, con impactos devastadores en la agricultura, la ganadería y el suministro de agua potable. La escasez de lluvias, agravada por el fenómeno de La Niña y el cambio climático, había llevado los recursos hídricos al límite.

Las cuencas con la sequía excepcional más extendida fueron el Pacífico Norte, donde abarcó el 50.1% del territorio; Golfo Norte con el 44.9% de la zona y Noroeste, región donde el 22.3% del área presentó esos niveles.

Este es el más reciente reporte de sequía en México. (Conagua)

Si nos vamos por estados, la entidad que presentaba más sequía excepcional era Querétaro, con el 81.8% de su territorio, mientras que Hidalgo (65.5%), Sinaloa (47%) y San Luis Potosí (46.1%) también presentaron el problema en buena parte de su territorio.

No obstante, el informe de la primera quincena de noviembre ha mostrado una disminución en el área afectada por sequía severa. Aunque la situación sigue siendo preocupante en muchas regiones, principalmente en las cuencas del Pacífico Norte y Río Bravo, los datos sugieren que el cambio en los patrones climáticos ha mitigado la crisis.

Por ejemplo, en este último reporte sólo 279 municipios, es decir, el 11.3% del total presentaron niveles altos de sequía.

Es importante destacar que, si bien la situación ha mejorado ligeramente, la sequía sigue siendo una amenaza latente. El problema no se ha abordado con la complejidad y los recursos que se requieren. Los ecosistemas dañados tardarán en recuperarse por completo, y la variabilidad climática continuará presentando desafíos en la gestión del agua.

Fotografía del 12 de agosto de 2024 de peces muertos debido a la sequía en la laguna de Encinillas, en el municipio de Nuevo Casas Grandes, en el estado de Chihuahua (México). EFE/Luis Torres

Por lo tanto, es fundamental dejar de estar dependiendo de que “Tláloc” se apiade de nosotros y, por el contrario, debemos de mantener la vigilancia y redoblar los esfuerzos para garantizar la seguridad hídrica del país a largo plazo.

La crisis hídrica ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de México ante los efectos del cambio climático y la necesidad de adoptar medidas urgentes para hacer frente a este desafío. La inversión en infraestructura hídrica, la promoción de prácticas agrícolas sostenibles, la concientización sobre el uso eficiente del agua y la adaptación a los nuevos escenarios climáticos son acciones fundamentales para construir un futuro más resiliente.

Es crucial que Gobierno y Sociedad no bajemos la guardia y trabajemos de manera conjunta para garantizar el acceso al agua y proteger los recursos naturales de nuestro país a largo plazo.

* Ramiro López Aguirre Vicepresidente de la Asociación Mexicana para la Correcta Hidratación, “Agua en México”