Cecilia López Sánchez, exdiputada del Partido Mover a Chiapas y exalcaldesa de Oxchuc, fue víctima de un nuevo atentado en el municipio de donde es originaria, ubicado en la región de los Altos de Chiapas.
La mañana del viernes 22 de noviembre un grupo de individuos incendiaron su vehículo particular, un Toyota Hilux de modelo reciente, cerca del DIF municipal, según informaron las autoridades locales, a pesar de los esfuerzos de los vecinos y de Protección Civil, el fuego consumió la camioneta.
¿Cómo ocurrió?
López Sánchez se encontraba en una reunión con representantes de 78 comunidades cuando ocurrieron los hechos, cabe mencionar que el vehículo estaba estacionado a unos 100 metros de su domicilio. El incidente se suma a otra agresión que sufrió hace 15 días, cuando fue atacada a tiros mientras se dirigía a revisar un proyecto de pavimentación en una comunidad. “Gracias a Dios no me tocó ninguna”, expresó la exdiputada, agradecida por haber salido ilesa.
“Yo iba pasando y cuando iba pasando, pues me mencionó, ´ahí viene´ (…) yo lo escucho, subo mi cristal y veo a los tipos (…) y empezaron a disparar. Yo le digo a mi compañero que me llevaba, ¿sabes qué? Vámonos, vámonos y nos fuimos y fue donde empezaron a rafaguearme. Gracias a Dios no me tocó ninguna. Entonces, hoy es el segundo atentado”, declaró a un medio local tras lo acontecido.
La Fiscalía General del Estado a través de la Fiscalía de Justicia Indígena, comenzó las investigaciones pertinentes para identificar a los responsables de estos actos de violencia. No obstante, se sospecha que los ataques están relacionados con las próximas elecciones en la entidad, ya que ella busca postularse para la presidencia de Oxchuc bajo el sistema de “usos y costumbres”, cuyas elecciones están previstas para diciembre de 2024.
En su comunicado, la fiscalía confirmó que la exlegisladora presentó una denuncia y detalló que la camioneta siniestrada tenía placas particulares de Chiapas. Además, se giraron oficios de medidas cautelares y protección tanto para la exdiputada como para los habitantes de Oxchuc, con el objetivo de garantizar la seguridad física y patrimonial de la comunidad ante posibles actos de violencia.
Algunos habitantes la han acusado de ser la principal desestabilizadora del orden en la comunidad, lo que posiblemente motivó éste tipo de actos. La situación refleja las tensiones políticas que se viven en la región, especialmente bajo la proximidad de los sufragios.