Noviembre está llegando a su final y con esto se abrirá paso a una de las festividades más queridas por los mexicanos: La Navidad. Es ante esto que en las calles de la capital del país y en diversos establecimientos ya pueden observarse todo tipo de adornos listos para ser colocados en los hogares.
No obstante, un elemento que se ha vuelto imprescindible para muchos es el árbol de navidad, pues ya sean artificiales o naturales, el decorarlos y colocarles luces se ha transformado en un sello de la temporada.
Es por eso que si tú eres muy fan de la temporada decimbrina y también eres una persona curiosa, aquí te decimos dónde se colocó el primer árbol navideño en la Ciudad de México.
¿Dónde se puso y cuándo?
En diciembre de 1864, México vivía un momento de transformación cultural bajo el Segundo Imperio Mexicano. Fue en este contexto que el emperador Maximiliano de Habsburgo y la emperatriz Carlota Amelia introdujeron una tradición europea que hasta entonces era desconocida en el país: el árbol de Navidad. Este símbolo navideño, adornado con esferas y luces, fue instalado en el Castillo de Chapultepec, sorprendiendo a la aristocracia mexicana que asistía a la corte imperial.
La llegada del árbol de Navidad a México se debió a un pedido personal de la emperatriz Carlota, quien deseaba replicar las costumbres de su tierra natal. El árbol fue transportado desde el continente europeo, específicamente desde la región de los Habsburgo, y rápidamente se convirtió en una moda adoptada por las clases altas mexicanas.
Esta introducción de tradiciones europeas era común durante el reinado de Maximiliano y Carlota, quienes buscaban modernizar y europeizar la sociedad mexicana.
Antes de la llegada del árbol de Navidad, México había estado sumido en conflictos políticos y bélicos que dificultaron la adopción de nuevas costumbres extranjeras. Durante gran parte del siglo XIX, el país enfrentó divisiones internas, especialmente entre conservadores y liberales. En este contexto, el presidente Benito Juárez se vio obligado a trasladar su gobierno al norte del país, mientras que el nuevo imperio se establecía en la Ciudad de México.
El Castillo de Chapultepec no solo fue la residencia de la pareja imperial, sino también el escenario donde se introdujo esta tradición navideña. La instalación del árbol marcó un hito en la historia cultural de México, simbolizando la influencia europea en las costumbres locales. Aunque en Europa y Estados Unidos el árbol de Navidad ya gozaba de popularidad, en México fue una novedad que rápidamente se integró a la élite.