Muchas personas han intentado diversos métodos y dietas para bajar de peso que otras han aplicado, además del argumento de mejorar su salud. Una de esas recomendaciones es la de “bebe un vaso de agua antes de cada comida”.
La lógica detrás de esta recomendación es que llenar el estómago con agua antes de comer puede hacer que te sientas lleno más rápido y, en consecuencia, comas menos. Pero, ¿realmente funciona?
Según la Universidad de Harvard publicó en su portal de salud https://www.health.harvard.edu/, el análisis correspondiente y una de las razones más comunes para beber agua antes de las comidas es la creencia de que llenar el estómago puede enviar señales de saciedad al cerebro, ayudándote a dejar de comer antes.
Ante ello, la prestigiosa universidad señala que algunos estudios pequeños y de corto plazo respaldan esta idea. En personas mayores, beber agua antes de las comidas redujo la cantidad de alimentos consumidos. Además, quienes siguieron una dieta baja en calorías y añadieron agua antes de las comidas experimentaron mayor pérdida de peso en 12 semanas. Sin embargo, no se han realizado estudios a largo plazo que confirmen estos resultados.
Agua y quema de calorías
El cuerpo necesita calentar el agua a la temperatura corporal, un proceso que requiere energía. Este gasto calórico adicional podría, en teoría, compensar parte de las calorías ingeridas.
Por ello, se señala que estudios más antiguos apoyaron esta idea, investigaciones recientes no encuentran pruebas de que el agua promueva una quema significativa de calorías.
Se sugiere que a veces confundimos la sed con hambre. Si es así, beber agua en lugar de comer algo podría evitar un consumo innecesario de calorías. La regulación de la sed y el hambre es compleja y cambia con la edad.
Sustitución de bebidas calóricas por agua
Cambiar bebidas calóricas, como refrescos azucarados o alcohol, por agua puede reducir significativamente la ingesta calórica. Aunque es difícil diseñar un estudio que lo pruebe, esta sustitución puede ser efectiva para bajar de peso con el tiempo. Sin embargo, mantener este hábito a largo plazo puede ser complicado.
Además el cuerpo necesita agua para descomponer las grasas. Por eso, la deshidratación puede afectar este proceso. Se dijo que aunque algunos estudios en animales apoyan esta idea, no hay pruebas convincentes en humanos de que beber más agua fomente la quema de grasa y la pérdida de peso.
Aunque beber agua antes de las comidas o durante el día podría ayudar modestamente a algunas personas a perder peso, la evidencia es limitada.