¿Qué se sabe sobre los hijos de Vicente Zambada Niebla, ‘El Vicentillo’?

El fin de semana se reportó un incendio en el panteón de Bacurimi, donde presuntamente había sido quemada la tumba de uno de los hijos del capo

El Vicentillo (Fotoarte: Steve Allen)

La madrugada del 16 de noviembre se difundieron reportes sobre un incendio en el panteón de Bacurimi, ubicado en las afueras de Culiacán. En dichos reportes se llegó a afirmar que el fuego había afectado la tumba de uno de los hijos de Vicente Zambada Niebla, alias “El Vicentillo”, hijo de Ismael “El Mayo” Zambada, líder histórico del Cártel de Sinaloa.

Los rumores rápidamente atrajeron la atención debido a la simbología detrás de este tipo de actos, especialmente en medio de la guerra interna del Cártel de Sinaloa, entre Los Chapitos y La Mayiza.

Un video difundido en redes sociales grabado de noche dejaba ver una columna de humo y llamas provenientes del área en el panteón donde presuntamente se encontraban los mausoleos de familias vinculadas a este tipo de actividades.

Video del incendio. No queda claro si la grabación sería de otro momento tras las declaraciones de las autoridades. (@GildoGarzaMx)

De acuerdo con dichos reportes, el incendio habría comenzado alrededor de las 23:00 horas, específicamente en la sección donde se atribuye la ubicación de la tumba familiar de los Zambada. No obstante, las autoridades locales han expresado dudas sobre la veracidad de estos informes.

El secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Gerardo Mérida Sánchez, negó el domingo que se haya registrado algún reporte formal sobre un incendio en esa zona. En declaraciones ofrecidas a medios locales, afirmó: “No tenemos ningún reporte, no tenemos ningún llamado, ningún indicio de esta situación. Normalmente, cuando hay algún incendio, se activan las alertas de inmediato, ya sea por cámaras de seguridad o por algún reporte ciudadano. Hasta este momento, no contamos con registros de una tumba incendiada”, comentó.

Mientras las autoridades niegan la existencia del incendio, en redes sociales surgieron publicaciones que también desmienten los rumores. Un usuario de la plataforma X, identificado como @sl0wpain001, quien constantemente comparte contenidos relacionados con grupos criminales de México, compartió un par de videos de la tumba supuestamente afectada, mostrando que se encuentra intacta.

Presunta tumba de el hijo de El Vicentillo. (X/@sl0wpain001)

En los videos, se observa la estructura de la tumba enrejada y sin señales de daño, con arreglos florales recientes y camillas dispuestas en el interior del mausoleo. En el mensaje que acompaña el contenido se lee:

“Buenas tardes, ahí para que difunda estos videos. Son de la tumba del hijo de Vicente Z para que miren que aquí se respeta a los difuntos. La tumba está intacta. Eso de que la habían quemado es MENTIRA”, se leía en un mensaje anónimo enviado al usuario antes mencionado.

El video incluye una toma a un celular mostrado por quien filma, en la pantalla se ve la fecha del domingo 17 de noviembre a las 16:06 horas.

Presunta tumba de el hijo de El Vicentillo. (X/@sl0wpain001)

El supuesto incendio en la tumba de uno de los hijos de Vicente Zambada Niebla causó revuelo al recordar un incidente similar ocurrido el pasado 31 de julio, cuando se reportó el saqueo y destrucción del mausoleo familiar de Dámaso López Núñez, alias “El Licenciado”, en un panteón ubicado en los límites de Eldorado, Sinaloa.

En aquel ataque, los responsables utilizaron maquinaria pesada para destrozar la estructura y profanar las criptas, generando especulaciones sobre si la facción de Los Chapitos, sus acérrimos rivales, habrían cometido dichos actos.

¿Qué se sabe de los hijos de El Vicentillo?

De acuerdo con la información de “El traidor. El diario secreto del hijo del Mayo”, la periodista Anabel Hernández semana que Vicente Zambada Niebla, conocido como El Vicentillo, tiene al menos tres hijos, todos varones, que procreó con su esposa, Zynthia Borboa Zazueta.

"El Vicentillo", hijo de Ismael "El Mayo" Zambada. (Foto: Alberto Vera/Cuartoscuro)

Su esposa, originaria de Sinaloa, es descrita como una mujer típica de la región: de piel blanca, cabello oscuro y una presencia destacada. Ella fue su primera novia, con quien comenzó una relación en la adolescencia. Se casaron jóvenes, luego de que Zynthia quedara embarazada a los 18 años, lo que marcó el inicio de su familia.

Su primogénito, Vicente Ismael Zambada Borboa, nació en 1993. A pesar de las circunstancias en las que creció, el hijo mayor del narcotraficante siempre estuvo bajo la protección directa de su padre y abuelo, Ismael “El Mayo” Zambada.

En 1997 nació su segundo hijo, Jesús Miguel Zambada Borboa. Más tarde, la pareja tuvo otro hijo menor, cuyo nombre no se especifica.

A lo largo de los años, Vicentillo intentó mantener a su familia fuera del peligro inherente al mundo criminal en el que vivía, incluso trasladándose a países como España y Canadá en busca de seguridad. Sin embargo, su conexión con el Cártel de Sinaloa hizo imposible el aislamiento completo de su esposa e hijos.

En 2012, como parte de un acuerdo de colaboración con las autoridades estadounidenses, la familia de El Vicentillo fue reubicada en Estados Unidos bajo un programa de protección, lo que garantizó su seguridad ante posibles represalias del narcotráfico. Durante su encarcelamiento, enviaba dibujos de superhéroes a sus hijos, demostrando un vínculo afectivo con ellos. En una audiencia judicial, pidió perdón por el sufrimiento que sus decisiones les causaron por ser hijo del poderoso líder del Cártel de Sinaloa.

Así fue la última vez que se vio a El Vicentillo. (Archivo Infobae)

En redes sociales hay diversas versiones sobre el hijo que El Vicentillo habría perdido. Por un lado se dice que murió en un accidente de cuatrimoto, otra versión señala que fue atropellado cuando éste era niño. Ninguna versión está confirmada.

De acuerdo con información de Grillonautas, desde su liberación en 2021, el hijo del capo reside en Estados Unidos bajo una nueva identidad otorgada por el programa de protección de testigos. Comparte su vida con su esposa, Zynthia, y sus hijos Vicente y Jesús, quienes también fueron incluidos en el acuerdo con el gobierno estadounidense para garantizar su seguridad.

Actualmente, la familia lleva una vida discreta, alejada de los lujos y excesos que definieron sus años en el narcotráfico. Según reportes, poseen un taller mecánico en un suburbio de la costa este, donde sus hijos trabajan como técnicos automotrices y agentes inmobiliarios. A pesar de que mantienen un perfil bajo, sus movimientos y actividades son estrictamente monitoreados por las autoridades, quienes supervisan su nueva vida y el manejo de sus ingresos.