Estas son las personas que no deben consumir colágeno, según Harvard

A pesar de los beneficios que puede brindar este suplemento existen quienes pueden tener contraindicado su uso

Este suplemento puede ser usado por mujeres después de los 30 para subsanar la pérdida natural de este compuesto (Imagen Ilustrativa Infobae)

Es bien sabido que el colágeno es una importante proteína del cuerpo humano que cumple diferentes funciones en el organismo aunque es más conocido por ser el compuesto clave asociado con la juventud.

Y es que se sabe que su producción comienza a disminuir a los 25 años por lo que con el paso del tiempo la gente comienza a buscar maneras de reemplazar esta pérdida y una de las mejores opciones suele ser por medio del uso de suplementos de colágeno, tales como el colágeno hidrolizado.

El colágeno hidrolizado es una forma procesada de colágeno que se ha descompuesto en partículas más pequeñas llamadas péptidos, mediante un proceso denominado hidrólisis, procedimiento que facilita la absorción del colágeno en el sistema digestivo, permitiendo que el cuerpo lo utilice de manera más eficaz.

Este tipo de colágeno se obtiene principalmente de fuentes animales y es comúnmente utilizado como suplemento dietético en polvo, cápsulas o líquidos, y se agrega a alimentos y bebidas.

Sin embargo, si bien es considerado seguro para la mayoría de las personas existen quienes pueden tener complicaciones con su uso por lo que deben evitar su consumo.

El colágeno hidrolizado es usado principalmente para prevenir signos de la edad (Imagen Ilustrativa Infobae)

Quiénes son las personas que no deben tomar suplementos de colágeno

Sobre este tema, la Universidad de Harvard dio a conocer en su gaceta de salud quienes son algunas de las personas que no pueden consumir suplementos de colágeno.

Como mencionamos, aunque el colágeno es un suplemento generalmente seguro hay ciertos grupos que deberían tomar precauciones y consultar a un profesional de la salud antes de pensar en incluirlo en su alimentación:

  1. Alergias alimentarias: Personas con alergias a las fuentes comunes de colágeno, como pescado, mariscos o huevos, deben evitar suplementos derivados de estos ingredientes. Es crucial revisar las etiquetas y optar por alternativas que no desencadenen reacciones alérgicas.
  2. Mujeres embarazadas o en periodo de lactancia: Aunque no hay suficiente evidencia que indique problemas con el uso de colágeno durante el embarazo o la lactancia, es recomendable consultar a un médico antes de comenzar cualquier suplemento en estas etapas.
  3. Personas con problemas renales: El consumo excesivo de proteínas, incluido el colágeno, podría ejercer presión sobre los riñones, especialmente en individuos con función renal comprometida. Estos pacientes deben discutir el uso de colágeno con su nefrólogo o médico tratante.
  4. Personas con trastornos del metabolismo proteico: Condiciones que afectan la metabolización de proteínas pueden complicarse con la suplementación adicional de colágeno. Un médico debe evaluar su idoneidad.
  5. Interacciones con medicamentos: Aquellos bajo tratamiento con medicamentos específicos deben consultar a un profesional de la salud para evaluar posibles interacciones o efectos no deseados.
  6. Problemas digestivos: Aunque es raro, algunas personas pueden experimentar malestar digestivo al tomar colágeno. Es recomendable comenzar con dosis bajas y observar la reacción del organismo.
Las personas con problemas renales pueden llegar a tener problemas para filtrar el suplemento (Imagen Ilustrativa Infobae)

A pesar de que este grupo de personas son quienes deben evitar su consumo es importante que cualquier persona considere su estado de salud total antes de comenzar un nuevo suplemento y consulte con un profesional de la salud.