El jacinto de agua es una planta originaria del Amazonas y se extendió por todo el mundo como una especie decorativa, entre otras razones, debido a que no demanda muchos cuidados y crece a la perfección en estanques o floreros.
Caracterizado por ser muy variable en tamaño, normalmente alrededor de 30 centímetros, este espécimen puede formar matas flotantes grandes con unas largas raíces negras y unas flores lilas con un aroma distintivo que perfuma cualquier habitación.
Como toda planta, requerirá algunos cuidados pero al seguirlos a la perfección, no existe problema o causa que pueda afectar su periodo de vida que alcanza los 20 años aproximadamente, según un artículo publicado por Nacional Geographic.
En algunos países como Nigeria resulta complicado erradicarla, pues se esparce de forma rápida e incluso algunas personas han tenido que controlar el desarrollo de esta especie que incluso consideran invasora.
“Es la peor planta invasora flotante del mundo por su capacidad reproductiva”, afirma Julie Coetzee, botánica de la Universidad Rhodes de Sudáfrica, que lleva dos décadas estudiando estas plantas y cómo controlarlas.
Cómo cuidar adecuadamente un jacinto acuático
De acuerdo con la Comisión Nacional para Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, (CONABIO), al adquirir la planta es importante considerar algunos cuidados básicos.
El jacinto acuático debe estar en una temperatura que oscile entre los 15º y los 30º Celsius, mientras que en el periodo de invierno, en meses de frío como diciembre, enero y febrero, es importante protegerlas pues no soportan las bajas temperaturas y las flores pueden marchitarse repentinamente.
Además el lugar en el que se coloquen es importante, pues los jacintos de agua deben ubicarse en donde reciban directamente la luz del sol, ya que necesitan mucha iluminación para florecer.
En caso de optar por un espacio dentro de la casa, es necesario que se deje el florero o maceta en donde peguen los rayos solares.
El agua deberá cambiarse en un periodo aproximado de dos semanas y si el jacinto acuático está en un estanque, debe garantizarse que el agua sea tranquila o que haya poca corriente.
Si se compra un bulbo y la intención es propagarlo, es importante mencionar que esta planta es invasora y se reproduce fácilmente, es decir que se multiplica a una velocidad acelerada, llegando a cubrir toda la superficie que tenga a su alcance, lo que puede ocasionar que algunas especies del mismo ecosistema perezcan.
El jacinto de agua como planta invasora
De acuerdo con información de National Geographic, en su hábitat natural los manatíes son los responsables de controlar su crecimiento, pues es uno de sus principales alimentos pero en algunas partes del mundo, controlar el jacinto es casi imposible.
Según la revista “en buenas condiciones, duplica su superficie en una semana, y sus raíces pueden sobrevivir 20 años en el barro o el agua”. En Lagos, Nigeria, las vías fluviales son esenciales para el comercio y la planta invasora supone costosos problemas.
Personas nativas de la cuenca del Amazonas en Sudamérica mencionan que los jacintos de agua se encuentran en todos los rincones del planeta y de acuerdo con NatGeo, a menudo se culpa de su rápida propagación a la Exposición del Algodón de 1884 en Nueva Orleans, Luisiana, Estados Unidos, donde los delegados recibieron esta planta acuática como recuerdo.
En algunos países los jacintos se consideran una amenaza por formar obstáculos que impiden el paso del agua, afectando el transporte y los medios de subsistencia locales, lo que reduce la calidad del agua, genera vectores portadores de enfermedades y acaba con la vida acuática autóctona.
Con la investigación de Julie Coetzee, se descubrió que existen diversas maneras de controlarla: eliminándolas manualmente o con máquinas, aplicando herbicidas y liberando insectos para devorar la planta.
Los esfuerzos por dominar los jacintos de agua en Nigeria, más de un millón de hectáreas de cursos de agua de 20 de sus 36 estados están infestadas, lo que afecta a los medios de subsistencia de más de 40 millones de personas.
Por tal motivo, emprendedores como Idachaba-Obaro, cuya empresa MitiMeth fabrica artesanía, recolectan las plantas para convertirlas en productos útiles y estos esfuerzos para combatir la amenaza de los jacintos de agua “ayudan a distinguir su valor potencial y aprovecharlo”.