Golpe al narco en Baja California: Semar incauta paquetes con 350 kilos de cocaína en polvo

Recientemente, elementos de la Armada de México adscritos a la Segunda Región Naval aseguraron un cargamento con aproximadamente 300 paquetes de presunto clorhidrato de cocaína (cocaína en polvo) en las instalaciones del Recinto Portuario de Ensenada, Baja California.

Por medio de un comunicado, la Secretaría de Marina (Semar) especificó que la droga estaba oculta en un contenedor en las instalaciones de la sede administrativa federal.

La incautación ocurrió luego de que el personal naval realizara recorridos de inspección rutinaria dentro del recinto portuario y solicitara el apoyo de la Aduana Marítima para revisar dos contenedores.

En uno de ellos detectaron siete cajas con alrededor de 300 paquetes, los cuales albergaban polvo blanco con características similares a la cocaína. Después de un primer cálculo, se determinó que el cargamento tenía un peso aproximado de 350 kilogramos.

Al difundir la evidencia audiovisual del operativo, la Semar reveló que los paquetes de cocaína tenían etiquetas con la leyenda “Infinito”, así como el respectivo símbolo, una inscripción que ha sido encontrada en aseguramientos anteriores, sin que se tenga plenamente identificado el grupo criminal al que haría referencia.

“Es importante mencionar que la presunta droga fue puesta a disposición ante las autoridades competentes para integrar la carpeta de investigación correspondiente”, agregó la Semar en el boletín informativo.

Según estimaciones extraoficiales, considerando el grado de pureza promedio de la droga encontrada en estos operativos, el aseguramiento en Ensenada podría representar una pérdida para el crimen organizado de hasta aproximadamente dos millones 250 mil dosis de cocaína comercial.

La cocaína en polvo, como la encontrada por personal naval en Baja California, suele ser inhalada por la nariz. Una vez que entra al cuerpo, la circulación sanguínea absorbe la sustancia por las membranas nasales.

Según datos del Departamento de Justicia de Estados Unidos, la droga llega al cerebro en un lapso de entre tres y cinco minutos y produce una sensación de euforia, cuyos signos son la elevación de la temperatura corporal, de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial. Además, incrementa el estado de alerta y la actividad motora.

El Instituto Mexiquense de Salud Mental y Adicciones advierte que los abruptos incrementos en la presión arterial pueden ocasionar hemorragias cerebrales, además de que el consumo de esta droga puede provocar la muerte derivada de una convulsión o un paro cardiaco.

“El uso continuo de la cocaína deriva en irritabilidad, inquietud, alteraciones del sueño y la alimentación, complicaciones cardiacas, problemas respiratorios, bronquitis, disfunción sexual, entre otras. También son comunes los trastornos depresivos y los episodios de psicosis paranoica”, establece el Instituto en su sitio web oficial.