“Lucía, ya teníamos nombre para la niña, iba a ser niña y se iba a llamar Lucía”. Laura Angélica Sandoval González se convirtió en una de las 73 víctimas de feminicidio infantil en México durante el año 2019: tenía 17 años, vivía en Aguascalientes; su feminicida, Jesús Escudero Aceves, era su expareja y padre de su hija: Lucía. Laura Angélica tenía 8 meses y dos semanas de embarazo cuando la asesinaron.
Sandra, la madre de Laura Angélica, recuerda que esa mañana del 22 de febrero de 2019 su hija le pidió que fueran a cenar después del trabajo; esas serían las últimas palabras que la joven de 17 años le diría. Eran cerca de las 10 de la mañana cuando se marchó rumbo al restaurante en el que trabajaba; dos horas más tarde una amiga le llamó: “Tienes que venir porque le hicieron algo a Laura”.
Quien llamó era la encargada de la farmacia que se encontraba debajo del departamento que habitaban Sandra y Laura. Cuando Sandra regresó a su casa, el lugar ya estaba acordonado; había patrullas y ambulancias; pensó que Laura se había puesto mal y se la habían llevado al hospital, hasta que la voz de una mujer le sentenció: “Ya agarraron al que mató a su hija”.
Un policía le acercó una fotografía que Sandra no reconoció, luego el oficial le dijo el nombre del detenido, Jesús Escudero Aceves: “Él es el papá de Lucía”.
Feminicidio Infantil en México
El colectivo Aquí estamos: feminicidio infantil en México recopiló los casos de niñas y adolescentes asesinadas durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador: 389 feminicidios infantiles del 1 de diciembre de 2018 al 30 de septiembre de 2024.
Del total de las víctimas, 56 tenían la edad de Laura Angélica (17 años) cuando fue asesinada por el padre de su hija; 16 años en el rango de edad que tenía el mayor número de víctimas (62).
El feminicidio infantil de Laura es uno de los tres ocurridos en el sexenio de AMLO en Aguascalientes; el Estado de México es la entidad con más casos (75). Jesús era el padre de Lucía y había mantenido una relación por una año con Laura; Jesús se convirtió en uno de los 29 feminicidas que asesinaron a sus parejas. En 49 de los 389 casos el padrastro resultó ser el responsable.
Después de cinco años sin acceso a la “justicia”, el 10 de julio pasado la Fiscalía General del Estado (FGE) de Aguascalientes publicó un boletín titulado “Sentencia Ejemplar por feminicidio”.
Jesús Escudero Aceves fue sentenciado a 50 años de prisión por el delito de feminicidio, más 3 años y seis meses por el delito de aborto doloso; también se le impuso una multa para la reparación del daño de 513 mil 400 pesos (por la muerte de Laura), 31 mil 479 pesos (gastos funerarios) y 544 mil 879 (daño moral).
Laura Angélica quería ser abogada
Laura conoció a Jesús cuando ella tenía 16 años y el 21; ella trabajaba en un restaurante para pagar su preparatoria: “quería ser abogada”, recuerda su madre; él estudiaba gastronomía, sus padres eran empresarios transportistas.
La relación que iniciaron derivó en el embarazo de Laura Angélica, pero Jesús no quería perder los privilegios que sus padres le daban, así que guardaron silencia y distancia. “Le depositaba 200 pesos (por persona) cada semana en una tarjeta OXXO porque Laura era menor de edad para acceder a una cuenta bancaria”, relató Sandra.
La FGE señaló móvil del feminicidio infantil que Jesús no quería tener a Lucía, “sugiriendo ( a Laura) que abortara, toda vez que él tenía otras prioridades en su vida”; por ello, aproximadamente a las 12:05 de la mañana llegó a la casa de Laura y Sandra, entró hasta la sala y apuñaló a la joven en tres ocasiones, luego intentó escapar y tiró el arma homicida en un río pero dos testigos lo detuvieron. Cuando la policía llegó, Laura Angélica ya no tenía signos vitales.
Justicia e impunidad
Sandra sigue peleando para que el asesino de Laura Angélica pague por doble feminicidio: “sí se puede -afirma-, pero en una entrevista que le hicieron al fiscal de Aguascalientes, él declaró que no, que no era importante la vida de una niña que todavía no nacía”.
La madre de Laura Angélica enfatiza que una doble sentencia ayudaría a que el asesino de su hija no pudiera salir antes de tiempo por buen comportamiento u otras razones; por ello recalca que seguirá peleando hasta donde sea posible para que el caso avance como doble feminicidio: “Sí era una niña, era una mujer y era una menor de edad, y él ejerció más fuerza; hay todas las agravantes para que sea calificado como doble feminicidio”.
Una semana antes de que Jesús asesinara a Angélica, sus amigos y familia le organizaron un baby shower: estaban listas para esperar a Lucía.
“Me tuve que quitar el disfraz de mamá y ponerme uno de abogada, no entendía los términos; les pedí a mis abogadas que me explicaran en términos que yo entendiera lo que la justicia me estaba diciendo”.
La vida de Sandra y su familia cambió para siempre, de ser una madre que trabajaba y cuidaba a sus hijos, pasó a convertirse en activista, conferencista y soporte de otras madres que como ella en el pasado, no entendía y no sabía lo que tenía que hacer para que el feminicidio de su hija no quedara impune.
“Desgraciadamente, hasta que no te pasa a ti te das cuenta de todo lo que está pasando (...), pero hay que hacer ruido; no quiero que se olvide; necesito seguir insistiendo y tocando puertas por los muchos casos que ocurren en Aguascalientes. Mi hija ya no está, no tengo nada que perder”.
La semana pasada el cuerpo de Érika Jiménez fue encontrado en Palenque, Chiapas; sus presuntos feminicidas Jazmín “N” y Luis Jovani (pareja de la víctima) ya están detenidos. Érika tenía sólo 22 años de edad y 7 meses de embarazo.