El hígado graso, o esteatosis hepática, es una condición en la que se acumula exceso de grasa en las células del hígado, la cual puede ser causada por factores como el consumo excesivo de alcohol, sobrepeso, diabetes tipo 2, niveles elevados de colesterol o triglicéridos, y un estilo de vida sedentario.
Si bien la mayoría de las personas lo desconocen, esta condición puede generar problemas de cirrosis en personas que no beben alcohol, debido a que existen dos tipos de esta condicion: el hígado graso alcohólico, relacionado con el consumo de alcohol, y el hígado graso no alcohólico (HGNA), que ocurre en personas que consumen poco o nada de alcohol.
Aunque frecuentemente es asintomática, puede eventualmente conducir a condiciones más serias como la inflamación del hígado, fibrosis o la mencionada cirrosis.
Si bien en estas últimas etapas ya es difícil revertir los efectos sin el uso de fuertes medicamentos, intervenciones e incluso cirugía, en sus primeras etapas es posible realizar cambios que eviten dichas complicaciones.
El tratamiento generalmente se centra en cambios en el estilo de vida, como mejorar la dieta, aumentar la actividad física, y controlar otras condiciones médicas subyacentes, tal como ha señalado en diferentes publicaciones el Dr. Saurabh Sethi, experto en hígado formado en la Universidad de Harvard.
Es él quien brinda algunos de los siguientes consejos, los cuales son vitales para evitar daños en el hígado que puedan ser irreversibles.
Cuál es la mejor manera de desintoxicar el hígado graso de acuerdo con Harvard
Como menciona el especialista, desintoxicar el hígado implica adoptar hábitos saludables y realizar cambios en el estilo de vida que promuevan su buen funcionamiento. Aquí algunas recomendaciones que este experto ha mencionado en algunos de los artículos que ha publicado al respecto.
- Dieta equilibrada: Consumir una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras. Alimentos ricos en antioxidantes, como el brócoli, las espinacas y las bayas, ayudan a proteger el hígado de los radicales libres.
- Hidratación: Beber suficiente agua es esencial para facilitar el proceso de eliminación de toxinas a través del hígado y los riñones.
- Reducir el consumo de alcohol: El alcohol es una de las principales causas de daño hepático. Limitar su ingesta permite al hígado recuperarse y regenerarse.
- Controlar el peso: Mantener un peso saludable reduce el riesgo de hígado graso no alcohólico, disminuyendo la carga de trabajo sobre el órgano. El experto sugiere una pérdida de peso progresiva, de entre 0.5 y 1 kg por semana, podría reducir hasta un 10% la carga de trabajo sobre el hígado en las primeras semanas.
- Evitar alimentos procesados: Reducir el consumo de azúcares añadidos, grasas saturadas y alimentos fritos disminuye la inflamación y el estrés hepático.
- Ejercicio regular: Promueve una mejor circulación y ayuda a mantener un peso saludable, apoyando la función hepática.
- Consultar un profesional de la salud: Antes de iniciar cualquier detox o uso de suplementos, es importante obtener orientación médica, para evitar efectos adversos.
Implementar estos cambios puede mejorar significativamente la salud hepática, ayudando al hígado a realizar sus funciones de desintoxicación de manera más efectiva.