Rosario Piedra Ibarra es la actual presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y ayer fue reelecta por el Senado de la República para encabezar esa misma dependencia durante el periodo 2024-2029, en una sesión que duró casi 12 horas y evidenció las divisiones entre los partidos de la coalición Sigamos Haciendo Historia (Morena, PT y PVEM).
La candidatura de Piedra Ibarra generó diversas polémicas, inicialmente por postularse para desempeñar el cargo por segunda vez, a pesar de que en enero pasado afirmó que el organismo tenía que desaparecer por que “ya no responde a las necesidades del pueblo”, así como por las críticas entorno a su gestión y por la carta falsa que presentó a su favor.
Piedra Ibarra se ha destacado por su labor como activista de derechos humanos, que derivó del trabajo de su madre, Rosario Ibarra de Piedra, quien fundó el Comité ¡Eureka! y es considerada “pionera de la defensa de los derechos humanos, al paz y la democracia en México”.
¿Quién es Rosario Piedra Ibarra?
En su cuenta de X, antes Twitter, Rosario Piedra se describe como presidenta de la CNDH, activista por los Derechos Humanos e integrante fundadora del Comité ¡Eureka! desde 1975.
De acuerdo con su perfil curricular, la activista nació el 14 de julio de 1951 en Monterrey, Nuevo León, y es egresada de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), donde estudió una licenciatura en Psicología y también cuenta con una maestría en Psicopedagogía, por la Escuela de Ciencias de la Educación.
En 2018 fue candidata a diputada federal de Morena, para representar al Distrito 10 de Nuevo León, pero no fue elegida; sin embargo, poco después fue nombrada secretaria de Derechos Humanos del Comité Ejecutivo Nacional del mismo partido.
Un año más tarde, el 16 de noviembre de 2019 tomó protesta como titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en medio de cuestionamientos por su claro respaldo al expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Durante su gestión al frente de la CNDH se enfrentó a diversas polémicas, entre las que destaca la toma de las oficinas de la CNDH ubicadas en el Centro Histórico de la Ciudad de México, del 2020 al 2022, por parte de colectivas feministas, quienes exigieron la atención de diversos casos de violencia hacia mujeres.