En la era de la Inteligencia Artificial, aprender a vender es un salvavidas

En un contexto en el que la inteligencia artificial (IA) amenaza múltiples profesiones, surge una pregunta esencial: ¿qué nos queda a los humanos?

(Imagen Ilustrativa Infobae)

Aunque ya se preveía que los trabajos manuales y repetitivos serían los primeros en desaparecer, pocos imaginaron que profesiones creativas o especializadas también estarían en riesgo. Hoy, desde la música hasta la gastronomía, tareas que parecían exclusivamente humanas están siendo realizadas por máquinas. Con plataformas como Suno.com, crear canciones se ha convertido en una tarea de segundos, y existen robots que, gracias a la tecnología de IA de ChatGPT, pueden aprender a realizar labores culinarias. Incluso en China, ya se ha construido una autopista enteramente con robots.

Según el Fondo Monetario Internacional, hasta un 60% de los empleos podría verse afectado por la IA, acelerando una transformación histórica que exige nuevas habilidades. Y esto fue estimado antes de que OpenAI y Figure lanzaran su robot que puede aprender prácticamente cualquier tarea manual.

La realidad es que los robots no reemplazarán todos los trabajos, pero sí cambiarán la forma de realizarlos, permitiendo que una mayor cantidad de personas pueda realizar labores que hoy requieren años de experiencia o formación.

Ya se ha visto este fenómeno en sectores como la edición de video y el diseño gráfico, donde las nuevas herramientas han permitido que aficionados compitan con profesionales. Esto ha traído como consecuencia una reducción en los precios de dichos servicios y ha obligado a los profesionales a buscar alternativas para mantener sus ingresos.

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Imagina lo que pasará cuando chefs, peluqueros, albañiles, abogados y cientos de profesiones más sufran el mismo destino. Suena lejano, pero toda esa tecnología ya existe, sólo falta que sea más accesible al público general.

En este escenario, la habilidad de vender se vuelve un recurso crucial. Es una forma de generar ingresos adicionales y siempre habrá algo para vender. No es casualidad el crecimiento desmedido de empresas como Amazon o Mercado Libre, que dan a todo el que lo desee una plataforma para vender lo que quieran.

Uno de los jugadores más importantes en esa masificación de las ventas es la industria de la venta directa y las redes de mercadeo, que permiten a las personas generar ingresos adicionales sin necesidad de invertir en comprar inventarios.

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Estas redes, a diferencia de plataformas como Amazon o Mercado Libre, no solo ofrecen un espacio para vender, sino también productos ya probados, materiales de marketing y, lo más importante, capacitación continua. De este modo, las personas pueden adaptarse rápidamente y afrontar cualquier revés que toda esta digitalización les pueda traer.

Aprender a vender no es solo una habilidad comercial; es una capacidad que otorga independencia y resiliencia en una economía incierta. La IA puede optimizar procesos, pero las relaciones humanas y la empatía siguen siendo únicas. Vender permite adaptarse a las nuevas oportunidades del mercado, ya sea a través de redes de mercadeo o creando una tienda en línea.

En conclusión, la habilidad de vender es esencial para enfrentar la era de la automatización, brindando independencia financiera y flexibilidad. La tecnología transformará el mundo, pero la venta será la red de seguridad que muchos necesitan para afrontar este gran salto.

* Jaime Lokier es el entrenador más reconocido de la industria de Venta Directa y Redes de Mercadeo de habla hispana. Fundador de la academia Liderty y autor de los libros Redes de Liderazgo y Nace un Líder.